El gas no solo se consume en invierno, aunque el calor ayuda a bajar el gasto

Para ahorrar gas en la casa es reducir el consumo y esto se puede conseguir con medidas que serán diferentes según utilicemos el gas natural para calefacción, agua caliente o para cocinar. La calefacción es el consumo que más influye en la factura final, por lo que cualquier cambio supone un ahorro importante Y si bien antes era un gasto que se miraba casi con exclusividad en el invierno, el aumento de las tarifas de los últimos años hace necesario revisar todos los meses el consumo de gas en el hogar para que no se dispare la factura del servicio.

Reducir el consumo de agua caliente no solo conllevará gastar menos gas, sino también de agua, por lo que el ahorro se producirá en dos facturas a la vez. Para eso los expertos recomiendan no dejar correr el agua caliente y cerrar las canillas cuando no se están utilizando. Ducharse en vez de bañarse reduce la cantidad de agua caliente empleada, y utilizar el programa de agua fría en el lavarropas en caso que el equipo obtenga el agua caliente del calentador de gas (calefón, caldera o termotanque).

Con respecto a la cocina, los especialistas recomiendan reducir el consumo en este ámbito siguiendo algunos consejos, como no abrir el horno cuando se está cocinando si no es imprescindible ya que se pierde el calor; tapar las ollas porque de esta manera se alcanza la temperatura de cocción antes y se necesita menos tiempo para cocinar; utilizar utensilios específicos para cada tipo de cocina y emplear el calor residual para terminar de cocinar.

El ingeniero y gasista matriculado, Alberto Arlas, le explicó EL DÍA que “cuando tomamos una ducha o lavamos los platos debemos tener en cuenta algunos aspectos importantes, como no mezclar el agua fría y caliente, ya que genera más consumo. Para eso debemos regular la temperatura del calefón o termotanque a tal efecto, y si estos artefactos se encuentran instalados fuera de la vivienda, es conveniente que estén aislados térmicamente. También hay que tener en cuenta que una ducha extensa de 10 minutos gasta cerca de los 200 litros de agua. Para ahorrar gas en el uso de un termotanque hay que girar el regulador hacia la menor temperatura posible, hasta escuchar un click, con lo cual dejamos al artefacto en la posición de piloto. Esto es recomendable hacerlos cuando nos acostamos y así logramos que el artefacto no arranque durante la noche”.

Con respecto a otras recomendaciones para utilizar correctamente el gas, el especialista explicó que “en una hornalla la llama, tanto el color como la forma, debe tener apariencia de corona, color azul y pegada a ella. Si no cumple esta figura, por ejemplo si la corona tiende a cerrarse y las puntas son amarillas, estamos ante la falta de aire en la combustión y en el caso de contar con exceso de aire (caso contrario al anterior) se produce el despegue de la corona de la hornalla. Esta breve descripción es importante ya que las puntas amarillas van a generar hollín en el elemento de cocción. Cualquiera de las dos situaciones expuestas originan una merma en el rendimiento del artefacto y por consiguiente un mayor consumo”.

“También es importante cuidar que la llama no sobresalga del artefacto de cocción, ya que gastamos más gas. Es conveniente al usar ollas que las mismas sean de dimensiones pequeñas y taparlas durante la cocción. Un dato importante a tener en cuenta es cuidar el uso del horno, ya que el consumo del mismo es equivalente al de un calefactor mediano (4.000 cal/h). En esos artefactos también es importante el uso del piloto, ya que apagarlo es una forma fácil de ahorrar cuando las condiciones lo permiten”, agregó Arlas.

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Al referirse a distintos aspectos de la casa a tener en cuenta comenzó por las aberturas: ventanas y puertas, donde es importante observar el estado de los cierres de las mismas, ya que el uso de burletes reduce el ingreso de aire frío. “Al diseñar una instalación de gas correctamente, nos permite sectorizar el uso de distintos ambientes. En aquellas habitaciones que no se usan es conveniente cerrar las puertas para mejorar el rendimiento de calor en el resto de la propiedad. Otro consejo importante es no dejar las estufas encendidas mientras los moradores se encuentren fuera de la vivienda. Cuando regresen, encender el calefactor al máximo aproximadamente 30 minutos y luego regular la temperatura en aproximadamente 20 a 22 grados, siendo un valor confortable para el interior de una vivienda y luego al acostarse dejar la estufa en piloto si no hace mucho frío. No utilizar el horno o las hornallas para calefaccionar ya que es una práctica peligrosa y ofrece menos rendimiento que un calefactor”, aseguró el profesional.

También se recomienda realizar un mantenimiento adecuado de la caldera, calefactores o radiadores porque garantiza que tengan un rendimiento alto, no cubrir los radiadores ya que necesitarán más energía para calentar la habitación. Calentar únicamente aquellas habitaciones que se usan, y no ventilar la casa más de 10 minutos, ya que ese tiempo es suficiente para renovar el aire, pero sin perder todo el calor generado, y nunca ventilar con la calefacción encendida.

Bajar las persianas o las cortinas cuando anochezca ya que así se reducen las fugas de calor. Y durante el día, sobre todo si hay sol, hacer lo contrario: abrir las cortinas para que los rayos de sol calienten la casa.

Además de estas medidas, pueden aplicarse otras que requieren inversiones o incluso obras como mejorar el aislamiento térmico del hogar, colocar los radiadores bajo la ventana para calentar el aire que pueda entrar, entre otras.