El agro no solo sufre por retenciones: la sequía castiga al campo bonaerense

El campo vive días convulsionados por la ley de emergencia aprobada en el Congreso de la Nación, que subió considerablemente las retenciones a los cultivos. Pero el campo bonaerense pierde el sueño no solo porque cederá al Estado millones de dólares en concepto de derechos de exportación, sino también por la feroz sequía que padece en vastas zonas de su extenso territorio, que compromete cosechas, rindes y cabezas de ganado.

Algunos técnicos llaman a la situación actual la “sequía perfecta” que tiene que ver con una combinación de factores que anticipan un escenario complejo para la producción agrícola de la actual campaña en zonas determinadas Es que, a las reservas escasas producto de la falta de precipitaciones de los últimos meses, que se agudizó en el trimestre septiembre-noviembre, se le suma la probabilidad de lluvias por debajo de lo normal en los próximos meses y temperaturas que tienen muchas chances de superar a los promedios de años anteriores. Y la consecuencia es lo que los especialistas llaman zonas con síntomas de estrés hídrico y calórico.

En cuanto al sector ganadero, la zona centro de la Provincia se encuentra en “alerta ganadera” según señaló un reciente estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA. El mismo estudio detecta bajo crecimiento del forraje y el estado corporal de los animales, afectado por la falta de lluvias y el calor extremo.

La región central de la provincia de Buenos Aires viene atravesando un período de sequía que se acentuó en la salida del invierno e inicio de la primavera. Están afectados el crecimiento del forraje y el estado corporal del ganado vacuno. Según un informe del INTA y la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), septiembre fue el mes de menor crecimiento forrajero de las últimas dos décadas para esa zona.

Matías de Velazco, titular de Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), le explicó a este diario que “hay zonas muy castigadas por la sequía en el centro de la Provincia, pero también desde Olavarría hacia el sur y en la zona de la ruta 5 hacia el norte, que en algunos distritos llega hasta el sur de Córdoba y Santa Fe. En el acumulado anual llovió aproximadamente la mitad de lo que se necesita para que los suelos estén bien. Por ejemplo, la cosecha fina (cebada, centeno y avena) va a complicarse con la falta de agua, y si esto sigue así también habrá complicaciones para la cosecha gruesa y los rindes”.

El productor y dirigente rural agregó que “las lluvias de estos días no cambiaron mucho el panorama, porque por ejemplo en la zona de González Cháves y los partidos cercanos cayeron apenas 8 milímetros, y para que sea una lluvia que sirva para mejorar la situación deberían haber caído por lo menos 50 milímetros. Y esto empeora con los meses de calor. En zonas como Sierra de la Ventana ya hubo incendios por el calor y la sequía y el verano recién empieza”.

LE PUEDE INTERESAR

El gas no solo se consume en invierno, aunque el calor ayuda a bajar el gasto

LE PUEDE INTERESAR

Hacer el ajuste sin que se note, el juego clásico del peronismo: nada nuevo bajo el sol en Argentina

EL CLIMA

Para Roberto de Ruyver, licenciado en Ciencias de la Atmósfera y Director del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), “el sudoeste y el oeste de la Provincia han estado con déficit hídrico que llevó a mermas en rendimientos, hace varias semanas. Hasta el 19 la zona noroeste tenía 10 milímetros de lluvia acumulados en un mes donde tendrían que haber caído 100 mm, pero a veces pasa que la asimetría de lluvias provoca complicaciones en el cultivo, porque cuando necesitaba el agua no la tuvo y después cayó toda de golpe. Los totales pueden dar mejor después de las lluvias del fin de semana, pero quizá el momento de la lluvia en el que el cultivo la precisaba ya pasó”.

Según explicó a EL DÍA el especialista, “hasta el 19 de este mes promediabas 10 milímetros de agua en la mayoría de la Provincia de Buenos Aires. En el trimestre septiembre-noviembre en el centro, oeste y noroeste, y sudeste llovió el 50 por ciento de lo que hacía falta, la zona cercana a la ruta 226. Y de junio a noviembre el oeste y noroeste, desde Pigüé y Tres Lomas a General Villegas hay apenas un 35-40 por ciento de lo que se necesita y eso es mucho”.

GANADERÍA EN ALERTA

Según señaló un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA, el crecimiento del forraje en la región central de la provincia de Buenos Aires atraviesa un período de sequía que se acentuó en la salida del invierno e inicio de la primavera. El estudio mencionado refiere a la situación de “Tapalqué, Olavarría, General Lamadrid y Laprida”, que abarcan más de 2 millones de hectáreas, donde se observó un bajo crecimiento en el 80% de la superficie forrajera.

Desde julio las zonas afectadas por la falta de agua vienen registrando lluvias por debajo de lo normal y esto afecta a un corredor que llega hasta el sudoeste de la provincia de Buenos Aires y este de La Pampa.

Según explican, el mapa para diciembre, enero y febrero muestra que las lluvias estarían por debajo del promedio histórico para cada zona.