Astrología: de los Reyes Magos a los videos de Instagram

Hasta hace unos años, leer el horóscopo constaba en agarrar el diario y ver qué nos deparaban los astros en resumidos tres renglones. Algunos más expertos, para esta época del año, compraban algún libro de predicciones para saber cómo iba a ser energéticamente su vida según su signo.

Para muchos, esta temática es bizarra y le dan poca credibilidad. Sin embargo, se trata de un saber muy antiguo y los expertos afirman que los Reyes Magos que llevaron regalos al recién nacido Jesús eran astrólogos, por el hecho de que fueran guiados por una estrella para llegar hasta el pesebre de Belén.

A casi 2.021 años de ese momento, estamos ante un resurgimiento de la astrología, que poco tiene que ver con adivinar el futuro y apunta al autoconocimiento.

Horangel, Lily Sullos y Achira fueron los pioneros en llevar a la astrología a los medios de comunicación hace varias décadas. Hoy esta disciplina que invade las redes sociales con profesionales e instagramers, también tiene un boom de estudiantes y aficionados que la investigan y practican. ¿De qué se trata? El Sol, la Luna y Mercurio retrógrado no alcanzan para explicarla.

“Mía Astral”, es María Pineda, la venezolana que hizo del estudio de los astros su mega empresa, fue una de las pioneras de su resurgimiento. Comenzó con un blog en 2012, pasó a Twitter y ahora es una de las astrólogas más famosas del planeta con 1.9 millones de seguidores en Instagram: da clases, charlas, consejos y hasta tiene su propio merchandising.

Joe Fernández, el músico y conductor de radio que supo ser novio de varias famosas, lleva a delante hace años su exitoso stand up astrológico donde combina los signos con el humor. El hombre no es ningún amateur y se sube al escenario sabiendo de lo que habla: se recibió de astrólogo en Casa XI - una de las escuelas más importantes del país- y editó cuatro libros de horóscopos.

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El actor y productor Federico Cyrulnik, consiguió llegar al millón de seguidores en Instagram durante la cuarentena con sus videos relacionados a los signos del zodíaco. Algo que “nació un poco de casualidad”, confesó a este diario hace unos meses: “en julio de 2019 unas astrólogas me dijeron de hacer una entrevista, y decidí entregarme a este ámbito. Fue una charla súper entretenida, que me abrió la cabeza y me hizo querer probar qué pasa si jugaba con los signos”.

Con la mente más abierta, Cyrulnik confiesa: “me parece una forma de ver el mundo adorable. Creo que la astrología es una plataforma a otras cosas que está bueno transmitir”. Lo que para el artista empezó de a poquito, con datos astrológicos aportados por Julieta Valente, se convirtió en algo “impresionante, es increíble la conexión que genera el tema, lo que la gente lo disfruta”.

LA OLA ESPIRITUAL

Para los astrólogos consultados no es que la disciplina esté de moda, sino que lo que sucede es que hay una tendencia “new age de la humanidad porque hay una necesidad a nivel colectivo de poder recuperar algunas filosofías previas a la modernidad para seguir indagando en el sentido de la vida y el universo”, opina Soledad Zengotita, comunicadora social y creadora de la escuela Lecturas de cielo (@lecturasdecielo) y agrega lo que para ella suma su saber: “la astrología es un lenguaje complejo, elaborado y profundo que cuando es bien entendido nos aporta una mirada en ese sentido”.

En el mismo sentido, Camila Sofía Selenco, que se dedica a estudiar astrología pero le gusta definirse como “traductora de lo invisible” en su página de Instagram @Wiccalma, considera que “todo lo referente a una mirada holística de la comprensión del ser humano a empezado a expandirse desde hace un tiempo hasta acá a nivel consciente. Considero que desde 2012, ciertas configuraciones energéticas relacionadas a como entendemos la espiritualidad han empezado a mover la psique colectiva despertando interés en todo tipo de lenguajes que contemplen al ser humano como ser-energía que verdaderamente somos, con las potencialidades y desafíos que eso conlleva”.

“Hay mayor interés y predisposición a saber lo que tiene la astrología para decirles. Hace muy poco que el paradigma que nos domina es el científico, aunque parezca una eternidad. Prácticamente no había una disciplina para conectar con la espiritualidad, salvo la religión. Hace unos años que la humanidad se dio cuenta que no todo es científicamente comprobable, que hay algo más que se puede sentir, y que realmente funciona”, dice Nicolás Agustín Canaglia, que si bien es contador, encontró en al astrología lo que le gusta y lo comparte en Instagram a través de @astralopitecus_ .

GACHI, PACHI, VOS Y TU EX, DE SAGITARIO

En una de las mejores escenas de la película “Un novio para mi mujer”, la Tana -Valeria Bertuccelli- explota de ira cuando en una fiesta una desconocida le pregunta de qué signo es y ante su respuesta empieza a enumerar a toda la gente que conoce del mismo signo, como si eso tuviese un significado especial.

Y si bien es un poco cierto que cada signo tiene sus características particulares, es imposible establecer reglas generales concretas para todas las personas que nazcan en el mismo mes astrológico.

“Hay quienes se dedican más a la predicción, yo pretendo ofrecer un lugar donde la gente entienda más la astrología, porque es difícil generalizar por sol o ascendente”, dice Nicolás alejándose de aquellos que vaticinan cómo puede ser el futuro basándose en el signo astrológico.

Y es que esta disciplina va mucho más allá de eso. Ni si quiera alcanza con saber la luna y el ascendente natal.

“No es una cuestión de causa y efecto, donde los planetas nos mandan rayos que nos afectan”

“Adhiero a una definición de la psicológica o humanista, que define a la astrología como un lenguaje simbólico. Un código armado de símbolos que tiene por detrás un paradigma filosófico, es decir una mirada acerca de la existencia que se puede sintetizar en la idea de lo que Carl Jung -médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis- llamaría sincronicidad o en lo que el hermetismo cita: como es arriba es abajo, como es abajo es arriba, para realizar el milagro de la unidad; que básicamente dice que el universo tiene diferentes niveles de correspondencias. El sistema solar está conformado de distintos elementos y cualquier entidad que tiene un proceso de vida está conformado simbólicamente por los mismos elementos del universo”, describe Zengotita y aclara: “No es una cuestión de causa y efecto, donde los planetas nos mandan rayos que nos afectan, no hay influencia, sino correspondencia entre el macrosistema (el sistema solar, es lo que conocemos) y el microsistea, y viceversa”.

Para ella, este saber no permite mirarnos en una especie de espejo con los cuerpos celestes y comprender mejor qué es lo que está sucediendo a nivel profundo, nos da una conciencia mayor para comprender los procesos que vive el ser humano a nivel individual y colectivo en relación con la naturaleza.

La astrología no es una creencia, ni una religión. “No se trata de tener fe, sino de comprenderla y estudiarla y darnos cuenta desde dónde explica lo que explica. No es una ciencia, sí es un saber pero no uno científico. Tampoco necesita serlo, es mucho más antiguo que la ciencia moderna”, agrega Soledad.

“Nikola Tesla decía: `Si quieres entender el Universo piensa en términos de energía, frecuencia y vibración´, todo lo que existe en la creación es pura energía que se manifiesta a través de la vibración armónica de la luz y del sonido. La astrología es como si fuera el lenguaje de programación de la realidad, el cual nos permite repensarnos bajo estos conceptos”, dice Camila y continúa: “me gusta mucho explicar esto a través del arte, cuando veo una carta natal me la imagino como si fuera una gran orquesta, con sus vientos , sus cuerdas , sus instrumentos de percusión y cada persona para mi es una sinfonía única que necesita ser develada. La astrología puede enseñarte a que conozcas tus instrumentos y como tocarlos, para poder lograr el sonido más fiel a lo que verdaderamente sos”.

“La astrología es como si fuera el lenguaje de programación de la realidad”

Para Canaglia, “la astrología intenta descifrar lo que los planetas tiene para decirnos. Es una disciplina que contiene el origen de la astronomía y los conocimientos psicológicos que había en la humanidad antes de que la tradición judío-cristiana prohibiera en occidente los saberes ancestrales y populares. En oriente esto nunca se dejó de lado”.

Ni brujos, ni magos, ni adivinos

“La gente se lleva muchísimas sorpresas cuando se acerca a esta disciplina porque el imaginario popular sobre ella es bastante pobre: hay mucho simplismo, reduccionismo, banalidad y chantada. Desde el desconocimiento se cree que tiene que ver con la predicción, el destino, el futuro, que es una creencia esotérica u ocultista. Quienes ejercemos otro tipo de astrología tratamos de acercar otra mirada sobre el saber, que no se trata de magia, sino de comprender el paradigma de la astrología que tiene su método de funcionamiento con precisiones y q lleva muchos años de estudio”, cuenta Zengotita que diferencia entre quienes se acercan al saber como consultantes y quienes buscan aprenderlo.

“Los estudiantes, a medida que se van adentrando, se dan cuenta de la riqueza y complejidad de la astrología, y eso les cambia la mentalidad. Generalmente despejan sus prejuicios y descubren una filosofía muy interesante y reveladora que los acerca a entender sus procesos de vida, vínculos o deseos. El que solo se hace la carta natal suele sorprenderse de las respuestas comprensivas de los astrólogos. Pero esto no es terapia, nos ayuda a comprender por qué somos como somos, cuál es nuestro potencial de crecimiento o dónde nos trabamos. Muchas veces eso que vemos debe ser elaborado en otros espacios terapéuticos”, subraya la astróloga.

En lo que no hay demasiada variedad, es en el género del público que se acerca a la disciplina. “El 90 por ciento de las personas que me siguen y contratan son mujeres. Eso sí, de todas las edades”, dice Nicolás aunque reconoce que de a poco, el público masculino se está acercando: “este último año y el anterior ha crecido mucho la consulta de hombres y algunos también se suman a los cursos”.

2020 Y SUS ENERGÍAS

Si algo estamos buscando la mayoría de los humanos este año es una explicación o respuesta a lo que la pandemia de coronavirus nos expuso. “Creo que en particular, dado el escenario que estamos experimentando este año, la astrología ha traído respuestas visibles a la influencia que los planetas generan vibracionalmente sobre la tierra que habitamos y sobre nosotros como individuos y sociedad. La utilización de Internet como recurso que establece puentes y democratiza la información, desde mi punto de vista es clave a observar, dado que hemos estado en apariencia `aislados´ pero por otro lado también en un constante estado de híper conexión respecto a la información que consumimos. Considero que lo que estamos viviendo tiene que ver con un proceso de preparación energética, una especie de reseteo necesario para poder sostener los nuevos códigos que van a estar ingresando a partir del 21 de diciembre, relacionados a la energía de Acuario y la entrada de la Nueva Era”, revela Camila.

Según Nicolás, “esta pandemia nos obligó a todos a pensar un poco más quiénes somos y qué es lo que estamos haciendo. Y cada vez que sucede eso, en general se necesita ayuda: psicólogo, amigo, astrólogo, tarotista. Esta cuarentena nos abrió la cajita a todos. Con este panorama, se disparan las consultas. La cantidad de gente que está cambiando su plan de vida en torno a esta pandemia es sorprendente. Cuando todo esto comenzó en febrero-marzo, la mayoría de los astrólogos estábamos de acuerdo en que la cosa iba a estar difícil hasta diciembre, pero creo que falta aún. Se está perdiendo el miedo, pero el cielo aún no está tan amigable. Lo más probable es que a partir de mediados del año que viene comience a normalizarse la situación. No es momento de decir ganamos. Faltan meses para la normalización”, vaticina el contador que cree que 10 meses no alcanzan para que la población mundial cambie.

“Un cambio a nivel humanidad no se consigue con meses de confinamiento. A veces no se consigue ni por una guerra. Sí hay mucha toma de conciencia a nivel individual, y desde ahí es donde puede haber cambios. Pero la gente está esperando para volver a hacer lo mismo que hacía antes”.

Camila siente que el aislamiento puede ser una forma de prepararnos para un renacer. “Uno no se ilumina imaginando figuras de Luz, si no atreviéndose a bucear en sus profundidades. Todo proceso de evolución de consciencia implica necesariamente ver aquello que negamos, lo que reprimimos, la `sombra´, por eso también este 2020 con sus configuraciones está siendo clave para mostrarnos nuestras partes ocultas, el proceso de cuarentena se asemeja metafóricamente al proceso de gestación. No nos quedó otra que virar el foco de la consciencia hacia el interior del Ser, bajar la vorágine que habíamos construido como normalidad nos permitió habilitar la escucha de lo que estaba latente e ignorábamos”.