Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Información General |INVESTIGADORES DE LA FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES Y MUSEO DE LA UNLP

Científicos platenses revelan secretos de los ictiosaurios

Eran reptiles que vivieron hace unos 250 millones de años. A partir del estudio de un cráneo, reconstruyeron aspectos de su anatomía y hasta cómo respiraban

Científicos platenses revelan secretos de los ictiosaurios

Ilustración de cómo nadaban los ictiosaurios

17 de Febrero de 2020 | 02:53
Edición impresa

Los ictiosaurios fueron un grupo de reptiles que vivieron hace unos 250 millones de años y que medían unos 22 metros de largo. Hoy, millones de años después de su existencia, un cráneo hallado en la Patagonia le permitió a un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata conocer muchos de sus secretos. Por ejemplo, como respiraban y nadaban.

Los investigadores reportaron el hallazgo del cráneo, huesos del oído interno y el miembro anterior derecho de un ejemplar que vivió hace unos 150 millones de años en cercanías de lo que hoy es la ciudad de Zapala, Neuquén, y la novedad fue publicada en la revista “Zoological Journal of the Linnean Society”.

“El cráneo hallado mide alrededor de medio metro. Estimamos que este animal debe haber tenido unos 65 centímetros desde la zona occipital hasta la punta de la trompa, y un cuerpo de 2 a 3 metros de largo. Es un tamaño discreto si consideramos que su familia alcanzó dimensiones de 8 a 10 metros, y si adicionalmente pensamos que el grupo de los ictiosaurios fue el más grande de los reptiles marinos, alcanzando los 22 metros a finales del Triásico, hace 200 millones de años”, destaca Lisandro Campos, uno de los autores del trabajo.

Con un antecesor que se estima se desplazaba con sus cuatro patas sobre la tierra, a lo largo de su extensa historia evolutiva que comenzó en los albores del Triásico, hace 250 millones de años, éstos fueron transformando completa y radicalmente su arquitectura ósea para desempeñarse plenamente en el agua. De esta manera, sus miembros se volvieron aletas, su cola simple pasó a ser una herramienta propulsora muy útil para el nado, e incluso desarrollaron una aleta dorsal. Es decir, sin tener relación de parentesco, su cuerpo se transformó casi netamente en uno similar al de un pez. De la ventana de tiempo que ocuparon los ictiosaurios, más de la mitad fue dominada por la familia de los oftalmosaurios, que se caracterizaba por la gran dimensión de sus ojos, que llegaban a alcanzar órbitas de más de 30 centímetros de diámetro.

LOS ESTUDIOS DEL CRÁNEO

Más allá del hallazgo del material en sí, una de las particularidades del trabajo de los investigadores locales radica en el método utilizado para su estudio posterior. Valiéndose de tomografías computadas y utilizando un software especial, pudieron diferenciar digitalmente y con mucha precisión los huesos del sedimento adherido a ellos, para lograr identificar con exactitud cada estructura ósea.

“Además de reconstruir y modelar los huesos uno por uno, esa herramienta computacional nos permitió volver a articularlos entre sí para dar una aproximación a cómo estaban ubicados y de qué manera funcionaban cuando este animal vivía”, explica Campos.

Esta reconstrucción digital arrojó lo que para Campos es “el punto fuerte” del estudio: entender la morfología de las fosas nasales.

“Presentan una estructura muy particular -describe el investigador- ya que está divida por un tabique óseo formado por dos huesos, uno nasal descendente y otro maxilar ascendente, resultando cada fosa con dos aberturas. Si bien no es una forma novedosa porque ya se la conoce en otros dos ejemplares hallados en Rusia y Australia, esos pertenecen el Cretácico, es decir son más nuevos, y en el caso de nuestro oftalmosaurio es la primera y única aparición de esa configuración en el Jurásico, lo que lo vuelve el más antiguo que se conoce en el mundo con estas características”.

Los expertos locales se propusieron estudiar qué correlato funcional, es decir qué implicaba para estos animales tener las fosas nasales divididas en dos partes.

“Para todos los organismos relacionados con hábitat de estrés osmótico, es decir espacios donde la regulación de agua en relación con los niveles de concentración de sales en el cuerpo es más compleja, se conocen mecanismos o estructuras para la expulsión del exceso de esas sales -cuenta Campos- en el caso de los reptiles marinos existe una estructura conocida como glándula de la sal. Es un órgano extrarenal que cumple la función de concentrar iones y sales, funciona como un riñón sin serlo, y aparece siempre en distintas zonas de la cabeza. Los ictiosaurios estaban sometidos a estas condiciones porque permanentemente ingerían agua, tanto a la hora de atrapar alimento, o porque éste –mayormente moluscos– ya tenía en su interior una cantidad de sal abundante”.

Según explica el especialista, “la solución hiperconcentrada que generan las glándulas de la sal en varios reptiles, incluidos los ictiosaurios, se expulsa a través de las fosas nasales, y de no eliminarlas en un tiempo muy corto pueden formarse cristales que obstruyen las vías respiratorias”.

Algunos animales, por ejemplo las iguanas marinas, generan algo semejante a un estornudo para expulsarlas y otros, como las gaviotas, sacuden la cabeza a alta velocidad para limpiar con celeridad esos conductos.

“En nuestro trabajo -concluyó Campos- postulamos una nueva hipótesis sobre el por qué de estas dos aberturas; que una abertura servía para vaciar la glándula de la sal, y la otra para respirar. Probablemente cumplía otras funciones, pero esta es la primera vez que se relaciona esa morfología con una función así”.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

Multimedia

Ilustración de cómo nadaban los ictiosaurios

El cráneo que permitió el trabajo de los investigadores platenses /D. Bogdanov

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla