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Celos enfermizos: ¿Qué hiciste? ¿Dónde estuviste? ¿Con quién?

Todos tenemos un grado de inseguridad y nos sentimos celosos en algún momento. El problema aparece cuando este comportamiento se convierte en una patología

Celos enfermizos: ¿Qué hiciste? ¿Dónde estuviste? ¿Con quién?

Los celos enfermizos destruyen cualquier tipo de relación y vínculo

26 de Septiembre de 2021 | 08:50
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Revisar bolsillos, bolsos, abrir correos electrónicos, chats y hasta tomar sin permiso el celular de la pareja son algunas de las conductas de las personas demasiado celosas. El control, los enojos, las escenas sin demasiado argumentos y las historias que muchos se hacen en su cabeza se fundan en la desconfianza, que en realidad, trata de ocultar la propia inseguridad.

“Los celos nunca traen nada bueno pero cuando una persona está perturbada con la idea de la infidelidad busca de forma constante pruebas que demuestren sus sospechas y condiciona toda su vida alrededor de estos pensamientos, podemos hablar de algo mucho más peligroso: el delirio celo típico”, dice Flavio Calvo, licenciado y docente en psicología (MN: 66869).

Los celos son emociones que destruyen cualquier tipo de relación y vínculo

 

La celotipia, también conocida como celos patológicos o Síndrome de Otelo, toma el nombre del personaje de la famosa tragedia de Shakespeare que mata a su esposa Desdémona a causa de los celos enfermizos.

El síndrome de Otelo es una alucinación por el cual la persona que lo sufre está firmemente convencida de que su pareja le es infiel.

“Muchas veces, las relaciones de pareja se vuelven completamente incómodas o se terminan erosionando, justamente por los celos. Estos celos no se basan en una realidad sino en una interpretación personal de la persona que es celosa y tal vez alguien que está afuera no ve ninguna de estas circunstancias, ninguna de estas situaciones que la persona celosa está observando”, explica el licenciado.

La persona celotópica tiene celos obsesivos y contantes pensamientos acerca de su pareja que nada tienen que ver con la realidad sino que se remiten a la concepción que se tiene de sí mismo, donde se cree de alguna manera no merecedor de cariño. Lo que sucede entonces, es que “la autoestima de la persona está socavada y no puede entender que haya un otro que la pueda querer”, agrega Calvo.

TIPOS DE CELOS

Hay celos “normales” los básicos que uno puede sentir ante distintas circunstancias; hay celos desproporcionados en intensidad; hay celos desproporcionados en su duración; otros desproporcionados en cuanto a las imágenes que la persona internamente se hace con respecto a lo que su pareja puede estar haciendo; hay celos desproporcionados en su reacción: quizás alguien le puso like a una foto de su pareja y arman discusiones enormes porque la persona celosa interpreta ese click ya como una invitación a tener sexo, a la infidelidad.

“En el comportamiento, la persona celosa continuamente está teniendo dos tipos de cuestiones. Primero las preguntas que se hace sobre su pareja: que estará haciendo; dónde estará; un pequeño retraso o un mensaje que se tarda minutos en responder produce una serie de pensamientos concatenados uno tras otro, donde la respuesta en sus pensamientos son respuestas catastróficas: `seguro que está con otra persona…´. Son un montón de conjeturas que no tienen nada que ver con la realidad. Un pensamiento tras otro que van creciendo desmedidamente sin poder ponerle freno”.

Es importante entender que este tipo de celos no son racionales y no son sanos. Los celos son emociones que destruyen cualquier tipo de relación.

CARACTERÍSTICAS

Una de las características principales de los celos, “tal vez se da porque se puso a la otra persona en un pedestal, sintiéndose de alguna manera inferior: cualquier cosa por mínima que sea será una amenaza, aflora el miedo que se pueda romper la relación”, argumenta el especialista y agrega cuáles son las sensaciones del celoso.

“El celoso/a siempre vas a sentir que el otro no está respondiendo de la manera en que uno espera que responda, al tenerlo en un pedestal y con tanto miedo a perderlo, todo se convierte constantemente en una amenaza”, ejemplifica.

“Al poner al otro en un pedestal, se está considerando que el otro es de su propiedad, como si se pudiese manejar, decidir sobre esa persona y tener el control sobre sus emociones. Y es que lo que importa no es lo que está pasando sino lo que se interpreta de lo que está sucediendo”.

Sin dudas es muy importante el diálogo sano donde no haya cuestionamientos del tipo “¿Qué hiciste? ¿Dónde estuviste? ¿Con quién hablaste”.

“El celoso/a siempre va a sentir que el otro no está respondiendo de la manera en que uno espera”

Flavio Calvo,
Licenciado y docente en psicología (MN: 66869)

 

Y lo más importante es poder reconocer esa autonomía que el otro tiene: “yo no estoy acá para cumplir tus expectativas ni vos estás para cumplir la mías” dijo Fritz Perls, neuropsiquiatra psicoanalista y fundador de la Terapia Gestáltica.

Los celos enfermizos son una de las causas principales por las cuales las parejas rompe. “Es como una especie de profecía de autocumplimiento: se tiene tanto miedo a perder al otro, se está tan atento/a a lo que el otro hace o deja de hacer, que termina siendo el tema de los cielos una cuestión de ruptura”, subraya Calvo.

Los celos se basan principalmente en dos cosas: la propia inseguridad en este miedo a perder al otro y ese podio en que se puso a la otra persona por la cual se tiene tanto miedo a perderla.

“El problema de la confianza no es con el otro, sino con uno mismo y cuando se tiene la suficiente autoconfianza, el tema de los celos pasa a ser secundario”, finaliza el psicoanalista.

 

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