Entre cinco, asaltan a una pareja de jubilados y huyen con sus alianzas

Un matrimonio de jubilados vivió durante la madrugada del pasado sábado una verdadera pesadilla luego de que fueran sorprendidos por cinco ladrones armados y encapuchados, que ingresaron a la propiedad tras escalar un muro perimetral.

En base a lo que pudo averiguar este diario, el hecho tuvo lugar alrededor de la una y veinte de la mañana cuando el matrimonio se encontraba descansando en su vivienda ubicada en 69 entre 18 y 19.

Una serie de ruidos provenientes del patio llamaron la atención del propietario, un hombre de 76 añoscuya movilidad se encuentra reducida debido a la reciente amputación de una de sus extremidades inferiores. En ese marco, su esposa, de 70 años, se levantó a averiguar qué sucedía.

No debió esforzarse mucho para entender lo que estaba pasando ya que al llegar a su cocina se encontró con cinco espectros que estaban hurgando en sus cajones.

Desde hace tiempo los jubilados vienen siendo el blanco predilecto de los hampones con ataques que cada vez revisten un mayor nivel de insensibilidad. Cada hecho demuestra que el respeto a los abuelos es sólo una idea de antaño.

En cambio, con tal de saciar su sed de delinquir arrasan con los años de experiencia y el camino recorrido de sus víctimas.

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Ni siquiera las limitaciones físicas y las dolencias que suelen tener los adultos mayores sirven como frenos inhibitorios.

Muy por el contrario. Con la crueldad como bandera emplean estas debilidades a su favor para imponer su voluntad y someterlos.

A esto debe sumarse la atmósfera de terror que crean apenas ingresan. Con insultos y amenazas, los intrusos logran generar un clima de miedo, sobre todo a terminar “estropeados”. Todos estos elementos aparecen en este caso.

Cronológicamente, luego de encontrarse con los hampones, la dueña de casa intentó ponerse a resguardo pero antes de que llegara a su habitación la redujeron con amenazas y la obligaron a permanecer en silencio. Cuando entraron a la pieza los ladrones tomaron contacto con el marido.

Ambos fueron obligados a permanecer en el lugar custodiados por un miembro del clan delictivo mientras los restantes registraban todos los ambientes de la vivienda para cerciorarse de que no hubiese nadie más allí.

Sin mediar palabra, ante los rostros sorprendidos y temerosos de sus víctimas, comenzaron a exigir a la pareja que revelara dónde tenía guardados “los dólares”.

Aprovechándose de la imposibilidad de los damnificados para escapar o pedir ayuda, una y otra vez uno de los sujetos amenazó al matrimonio con que los golpearía ferozmente si no revelaban dónde tenían guardadas las divisas norteamericanas.

Mientras tanto, los demás hampones literalmente le daban vuelta la casa. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de los asaltos en viviendas, donde los delincuentes se enfocan en particular en las habitaciones al momento de la búsqueda de dinero y otros efectos de valor, en la casa de esta pareja de jubilados “revisaron todo” como si tuvieran la convicción de que iban a encontrar un fuerte monto.

En esta línea, en el entorno de la familia no se descarta la posibilidad de que hayan dado el golpe con “un dato equivocado”.

Después de varios minutos de interrogatorio, los implicados cedieron cuando el jubilado se mostró dispuesto a entregar uno de sus bienes más preciados desde el punto de vista sentimental con tal de que le creyeran: sus alianzas de oro.

Así, tras media hora de registro y de interrogatorio, los sujetos lograron armar un botín compuesto por billetes de baja denominación que fueron encontrando y los anillos de casados de la pareja.

Sin que nadie se percatara de la situación, ambos sujetos abandonaron la propiedad por el frente de la vivienda. En ese marco, por la tarde de ayer la policía recolectó imágenes de cámaras de seguridad de la zona para obtener alguna pista que conduzca a los hampones.

En el barrio, el hecho volvió a encender alarmas. “Hace tiempo que no sucedía algo así. De hecho muchos vecinos estamos conformes con el accionar policial. Pero con esto creemos que se debe intensificar el patrullaje”, expuso un comerciante.

En tanto, una vecina indicó que a raíz del episodio decidió instalar alarma en su domicilio. “Hay que tomar recaudos. Es muy preocupante lo que sucedió”, destacó.