Tolosa es de otra época

Tolosa es de otra época. Pero no del pasado, sino que Tolosa se ocupa de crear su propia época. Es lo primero que se respira al estar allí y hablar con tolosanos. Hay algo inusual en la forma de ser tolosana. “Tolosa tiene himno y tiene bandera”, dicen con orgullo. Es un barrio actor, no espectador.

La hoy delegación platense muestra un estilo distintivo y lo que busca es preservarlo y proyectarlo. Quiere avanzar y también mantenerse como fue siempre. Fidedigna, diferente. Por eso ahora quieren habilitar un museo “de lo cotidiano”.

Fue fundada en 1871 por Martín Iraola en tierras que le pertenecían. Quiso abrir un poblado el mismo año en que llegó el ferrocarril desde Buenos Aires a Ensenada.

Allí, a esa estación precursora, llegarían después los fundadores con Dardo Rocha a la cabeza. Cofundadora del barrio de Tolosa fue Ema de la Barra, que se hizo famosa como autora de la novela Stella, el primer best sellers argentino del genero novelístico. Ella enviudó y se casó luego con Julio Llanos, periodista de La Nación que se había encargado de ayudarla a editar su obra. El prólogo de Stella lo escribió Edmundo De Amicis. Pero ella escribió con seudónimo masculino, como César Duayén, porque socialmente estaba mal visto que una mujer fuera escritora.

Tolosa tiene y conserva leyendas en sus cuatro puntos cardinales. El primer cementerio platense estuvo en ese pueblo y allí enterraron al primer poeta platense, Matías Behety. Al cementerio tolosano se llegaba por la “Calle de la Amargura”, así llamada porque llegaban los cortejos y volvían los deudos, con la gente sacándose el sombrero en las veredas.

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Siempre se dijo y muchos lo creyeron que el cuerpo de Matías Behety, -antes de que se trasladaran todas las tumbas al recién abierto Cementerio de la Plata-, de noche fosforecía.

A poco de fundar Tolosa, llegarían las mil casas construidas por Otto Krause para que allí vivieran los obreros del ferrocarril y sus mujeres. Aquí la idea había sido de Ema de la Barra. No eran mil, fueron 246 las casas. Pero cada una tenía tres piezas independientes una de otra y cada pieza se alquilaba. Sólo compartían la cocina y el baño. Y Krause también construyó el gigantesco polo ferroviario.

Los talleres del ferrocarril chispearon y esos dinosaurios de hierro, las enormes locomotoras a vapor, despertaban temprano al vecindario. La estación fue de vanguardia, hecha de madera y mampostería. Además contó con un puente metálico y una mesa giratoria para locomotoras. Puede decirse que desde esa estación nació el milagro de La Plata.

La primera capilla estuvo en 1 entre 34 y 35 y después llegó la iglesia Nuestra Señora del Carmen habilitada en 1906.

En Tolosa funcionó la primera peña gardeliana del país tras la muerte de Gardel

En Tolosa fue que se libró la sangrienta batalla de Ringuelet entre fuerzas nacionales y provinciales a fines del siglo XIX. Y en las casas tolosanas, en los ornamentos, se deja ver todavía la fuerte y enigmática impronta masónica.

En Tolosa funcionó –señalan sus vecinos- “la primera peña gardeliana que se conformó en el país tras la muerte de Gardel. La creó y presidió Carlos Delgado a principios de los 50 y funcionó en la calle 2 entre 521 y 522”.

Y ahora esos vecinos quieren tener un museo no ampuloso, un museo de lo cotidiano en Tolosa. Ya suman cuatro mil los corazones tolosanos que le dijeron “sí” a las ganas que tienen –desde hace más de medio siglo- de tener un lugar para exponer viejos relojes de bolsillo, sillas de una barbería de 1890, farolas de la estación, trajes de antiguas novias, fotos, medallas y un archivo histórico –“pero actualizado”- para saber al detalle quienes vivieron y quiénes viven en tales lugares y que personajes residieron en Tolosa. Firmaron un petitorio entregado hace tiempo a la Municipalidad.

Y todos esos datos los ofrecieron en la entrevista realizada en un lugar cuyo apropiado nombre es “Corazones Unidos”, el club vecinal ubicado en 4 entre 21 y 22, en el pleno Tolosa que en la noche muestra algunas calles sombrías y con la inseguridad como mala compañera en determinados sectores. “No ha mejorado el tema…”, dicen preocupados.

Allí fue la entrevista con integrantes de la comisión “Museo y Archivo Histórico de Tolosa”. Entre ellos, el presidente Gustavo Rubens Espósito Vidal y los directivos Carlos Carmelo Di Gilio –que es presidente del cercano Museo Ferroviario- el miembro de la comisión Luis Enrique Dante, el arquitecto Roberto Ciafardo y el museólogo Alberto Antonini, ex director del Museo de Ranchos. Y por lo que dicen, lo van a tener bastante pronto. Se instalará en el edificio que fue sede de la antigua delegación municipal, en la esquina de 28 y casi 3.

EL MUSEO

“Hay un proyecto de ordenanza, ya aprobado en una comisión y falta que se expida otra, aunque sabemos que viene con unanimidad, que designa a la secretaría de Cultura comunal y a nuestra asociación de amigos el ejercicio conjunto del museo a crearse. El Museo será municipal, pero contará con nuestro apoyo. Y eso tuvo un antecedente de la administración anterior que dispuso facilitar sin cargo y en forma exclusiva el uso de la vieja delegación para que la asociación preserve la sede y la convierta en el Museo de Tolosa. Se trató de un decreto del Ejecutivo anterior, supeditado a la ordenanza a sancionarse”, dice el presidente de la entidad, Espósito Vidal.

“Las exposiciones y muestras serán rotativas, suponemos que durarán uno o dos meses. Y luego la cambiaremos por otras”, agrega el dirigente que nació en Montevideo, vino al país a fines de los 70 y en la actualidad maneja otras seis instituciones de bien público, entre ellas una federación folklórica del país.

“Hablando de uruguayos –agrega- quiero decir que para la fundación de La Plata vinieron muchos operarios desde la otra orilla y que como sólo había instituciones para españoles o italianos, crearon en diagonal 80 entre 1 y 2 “La Protectora Oriental” para atender a los uruguayos y que perduró en las primeras décadas de La Plata” .

Nada de la historia local y de la cultura de la calle le es ajena a los entrevistados. Uno es museólogo, otro arquitecto, los demás conocen el barrio como nadie y entre ellos, durante la entrevista, discuten sobre quién tiene mejor documentación sobre algún tema.

Si se habla de cine, de tango, de historia lugareña, de los comercios afincados en Tolosa y por cierto de mucho de la historia de La Plata, allí salta alguno de ellos y aplica el dato certero, la referencia sorprendente, con apoyo de pruebas.

“Tolosa tiene himno y tiene bandera”, dicen con orgullo. Es un barrio actor, no espectador

La entrevista se realizó en la biblioteca de Corazones Unidos, cuyos anaqueles se ven abarrotados por más de 2 mil libros que son de consulta continua por parte de chicos y adultos.

A metros de allí está el salón mayor de la entidad, en donde en horas nocturnas un grupo de orientales ensaya las tradicionales y decidoras murgas montevideanas. En los estantes hay un libro “preferido”, que está escrito por la esposa de Dardo Rocha, Juana Paula Arana Merino.

Antonini, que es quien compuso un listado completo del patrimonio histórico y arquitectónico de Tolosa –parte del cual fue enumerado arriba- recuerda que su padre, Luis Antonini, fue el primer delegado municipal de Tolosa, en la época del intendente Miguel Szelagowski y que “ya en 1965 propuso crear un museo y declarar al barrio de las Mil Casas como patrimonio municipal, pero vino la revolución militar de Onganía y eso se frustró”.

Di Gilio (ferroviario), a cargo del Museo del Ferro Club aludió al apoyo que se le prestará a este nuevo museo. Acaso muchos platenses desconocen las maravillas existentes en el museo ferroviario de Tolosa, muy superiores –en cantidad y calidad- al museo existente en la emblemática estación del Oriente Express, en Estambul, Turquía, perteneciente al tren que unió a esa ciudad con la de París y famoso por las novelas y películas que lo incluyeron en sus argumentos.

Por su parte, Ciafardo no duda en señalar que “la iniciativa de crear un museo en Tolosa es muy importante y cuenta con el apoyo pleno de los vecinos. Al ser consultados por el “mapa” de Tolosa –ya que existe una vieja rencilla fronteriza con Ringuelet- dijo que “por ordenanza, Tolosa va desde la calle 120 hasta la 31, y de la 532 hasta la 520. De 520 hacia el norte arranca Ringuelet. Pero, para ser más gráficos, el Estadio Único (25 y 531) queda en Tolosa y muchos creen que esa zona es Ringuelet”.

Una imagen de 1896 en los Talleres de Tolosa