Ángel Fabián Di María se fue de la Selección nacional por la puerta grande, esa que está reservada para los campeones. Lo hizo jugando la final de la Copa América, el torneo elegido por el propio “Fideo” un año atrás, cuando anunció su retiro del equipo que más lo identificó, porque si bien jugó en Central y en grandes equipos de Europa, su figura, para el gran público, quedó ligada a la camiseta albiceleste.

El pasado de Di María en el seleccionado argentino representa una larga serie de episodios, algunos cargados de sinsabores, pero otros, y no son pocos, en especial en los últimos tiempos, emparentados con grandes logros, tanto a nivel continental, en la Copa América, un torneo del que fue protagonista en seis ediciones, como en el Mundial de Qatar, ese título que lo consagró junto a Lionel Messi.

A propósito de la Copa del Mundo, el rosarino surgido en Central, donde se consagró como futbolista de exportación tras un gran esfuerzo, y no pocas frustraciones, tuvo su bautismo con el seleccionado Sub-20 en 2007, en Canadá, ganado por los argentinos, tras el cual, en mayores, jugó en Sudáfrica 2010 (cuartos), Brasil 2014 (subcampeón), Rusia 2018 (octavos) y Qatar 2022 (campeón).

Surgido en Rosario Central en la temporada 2005/2006, Di María completó una exitosa carrera profesional a nivel clubes jugando para Benfica (Portugal), Real Madrid (España), Manchester United (Inglaterra), PSG (Francia), Juventus (Italia) y de nuevo Benfica (Portugal), club en el cual, en principio, permanecerá una temporada más.

Con estas camisetas, el zurdo de la gambeta larga que terminó siendo uno de los mejores “socios” de Messi en la Selección, fue parte de 766 partidos, con 179 goles y 268 asistencias, una estadística que se refuerza con las presencias en el representativo albiceleste que no lo volverá a tenerlo en sus filas, salvo que alguien pueda convencerlo de lo contrario, lo cual parece improbable pues a lo largo de su carrera se mostró como un futbolista de firmes convicciones, y desde que hace un año anunció su retiro, lo ha venido sosteniendo con firmeza.

Di María es un supercampeón, que dejando pasar los títulos conseguidos a nivel nacional, antes de llegar a esta final de la Copa América en Miami se consagró en el Mundial Sub-20 de Canadá 2007, con Argentina; en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, también siendo parte del equipo nacional; la Champions League 2013/2014 disputara en Lisboa con la camiseta de Real Madrid; la Supercopa de Europa 2014 en Gales, de nuevo con Real Madrid; Copa América Brasil 2021 con Argentina; la Finalissima 2022 en Londres con la Scaloneta y el Mundial de Qatar 2022 también junto al combinado albiceleste.

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Con Argentina, para resumir, antes de este último cruce ante Colombia, “Fideo” había sido campeón cinco veces, las últimas tres muy recientes y junto a Messi, con quien anteriormente había sufrido desilusiones. Tan profundas que en su caso le costaron el desplazamiento en varias convocatorias de Lionel Scaloni, quien lo reivindicó como titular en la inolvidable final contra Francia en Qatar 2022.

Y en su último partido con la Selección, consiguió el bicampeonato de América, jugando un correcto partido. En el minuto 116 del alargue, salió reemplazado y fue ovacionado por todo el Hard Rock Stadium de Miami. Todos los integrantes del cuerpo técnico y sus compañeros, le dieron un emotivo abrazo.

“Estaba escrito, era de esta manera. Lo soñé, soñé que me retiraba así. Tengo tantas sensaciones hermosas. Estoy eternamente agradecido a esta generación que me hizo lograr lo que tanto busqué”, destacó Fideo con emoción tras la conquista de un nuevo título continental.

“¿Qué mejor que terminar así? No es fácil llegar a las finales y ganarlas. Lo sé porque lo viví del otro lado. Ahora se está dando: en algún momento tenía que pasar”, cerró tras el partido.

Sin dudas, Di María deja un enorme legado y sin dudas, es uno de los jugadores más emblemáticos de la historia de la Selección Argentina.