Nobel de la Paz: Trump insiste en ganarlo sí o sí

Donald Trump afirmó ayer que sería un “insulto” para Estados Unidos no ser galardonador con el premio Nobel de la Paz por su supuesto papel en la resolución de varias guerras.

El presidente estadounidense, que durante mucho tiempo ha buscado ganar el premio que será anunciado el 10 de octubre, hizo campaña para su caso un día después de anunciar un plan de paz para poner fin a la guerra en Gaza.

“¿Recibirás el Premio Nobel?”, se preguntó Trump, y luego se contestó a si mismo: “Absolutamente, no. Se lo darán a algún tipo que no hizo absolutamente nada”.

No recibir el galardón “sería un gran insulto para nuestro país”, añadió en una reunión de altos oficiales militares estadounidenses. “No lo quiero para mí, lo quiero para el país”, agregó. El exmandatario ha sido nominado en varias ocasiones al Nobel de la Paz, aunque ninguna de estas postulaciones ha prosperado hasta ahora.

Trump insistió ayer en que ha resuelto siete guerras desde su regreso a la Casa Blanca en enero. Añadió que si Hamás acepta su plan para poner fin a la guerra en la guerra de Gaza, serán ocho los conflictos finalizados gracias su intermediación. “Serán ocho en ocho meses. Es algo muy bueno”, dijo el mandatario.

El comité encargado de elegir al ganador del Nobel de la Paz insisten en que no van a dejarse influenciar por la campaña de Trump.

LE PUEDE INTERESAR

Escepticismo entre los gazatíes, esperanza en Israel

LE PUEDE INTERESAR

Ultimátum a Hamás para responder al plan para Gaza

“Por supuesto, notamos que hay bastante atención mediática hacia ciertos candidatos”, dijo recientemente Kristian Berg Harpviken, secretario del comité.

“Pero en realidad esto no tiene impacto en las discusiones que ocurren dentro del comité”.

Trump se ha atribuido el mérito de haber terminado con conflictos como el de Camboya y Tailandia, Kosovo y Serbia, República Democrática del Congo y Ruanda, Pakistán e India, Israel e Irán, Egipto y Etiopía, y Armenia y Azerbaiyan. Muchos de los méritos que se adjudica el mandatario son parciales o inexactos.

Pero para Trump, el simbolismo de sus acciones pesa tanto como los resultados. Ha criticado varias veces al comité del Nobel por, según él, entregar premios a personas que “no han hecho nada”, en una clara referencia a galardonados que él considera políticamente afines a sus opositores. Incluso llegó a calificar como “vergonzosa” la concesión del Nobel de la Paz al expresidente Barack Obama en 2009, durante su primer año de mandato.

El Nobel de la Paz, otorgado anualmente por el Comité Nobel noruego, ha sido históricamente reservado para figuras e instituciones que demuestran contribuciones concretas y duraderas a la resolución de conflictos, la promoción de los derechos humanos y la cooperación internacional. Si bien ha generado controversias en el pasado, el comité ha evitado premiar a figuras altamente polarizadoras en contextos electorales o marcados por fuertes divisiones internas.

La insistencia de Trump en recibir el Nobel se inscribe también en su estrategia política, donde busca fortalecer su imagen de estadista global ante su base electoral. El reconocimiento internacional, especialmente uno tan simbólico como el Nobel, sería interpretado por su entorno como una victoria moral frente a sus detractores.