A contramano por el Belgrano para esquivar enormes baches

Ahí no hay otra alternativa que la de elegir entre romper el auto o realizar una maniobra brusca y pasar a la mano contraria, con el riesgo de chocar de frente. Ante esas dos opciones se encuentran los automovilistas que transitan el tramo del camino Belgrano, en pleno Parque Pereyra Iraola, entre el predio del IAR y el tradicional arco de Villa Elisa, en el sentido hacia nuestra ciudad. Son unos 600 metros de pavimento ganados por una cantidad enorme de pozos, profundos y sucesivos, que no dejan avanzar sin el costo de un accidente.

“Ya hubo un choque hace unas semanas, con una bicicleta; van a haber más, y los responsables van a ser las autoridades, que no hacen nada para arreglar el camino”, planteó Abel Santoro, vecino de City Bell y técnico del área de Electrónica del Instituto Argentino de Radioastronomía - IAR -. Para él, atravesar el destrozado tramo del Belgrano es algo de todos los días que lo pone en constante peligro. “No hay otra manera de seguir que no sea a contramano. Uno va por su lado y de golpe se encuentra con otro coche que viene de frente. Es totalmente intransitable y se corre el riesgo de matarse”, añadió.

La escena se repite continuamente y resulta llamativa: filas de vehículos que para esquivar la serie de baches se pasan a la otra mano y sorprenden a los que circulan en dirección opuesta, los que a su vez, de golpe, se topan con otros coches que avanzan de frente. Algunos automovilistas, menos arriesgados, desaceleran y tratan de superar las depresiones del asfalto a paso lento, pero esa precaución tiene también sus riesgos.

ACCESO CLAVE

Ese tramo del Belgrano, límite entre La Plata y Berazategui, es uno de los accesos a la Ciudad y por allí circulan, además de autos y camionetas particulares, los servicios del Talp.

Daniel Perilli vive en Berazategui. Es ingeniero en el IAR y aseguró que hacia el otro sentido, el que va hasta su ciudad, el camino también está “muy abandonado”. Según señaló, “lo transito todos los días, y está imposible por los pozos”.

Hay dos situaciones que agravan las consecuencias del asfalto en mal estado. A la noche, sin iluminación, aunque el flujo vial de la zona disminuye respecto a las horas del día, la inseguridad aumenta. “Nosotros porque ya sabemos en qué condiciones está el camino - dijo un chofer del Talp -, pero el que no lo conoce y lo atraviesa en la oscuridad está en problemas”. El otro momento en que se hace más peligroso el cúmulo de baches es el de las lluvias. “La banquina es demasiado alta y el agua no escurre. Con el camino inundado no se ven los pozos y los riesgos de tener un accidente aumentan”, remarcó Santoro.

UN PLAN PARA REPARARLO

Los trabajos de arreglo del sector del Belgrano están contemplados en el Plan de Mantenimiento y Conservación de Rutas Provinciales, según indicaron voceros de Vialidad bonaerense. “Iban a empezar hoy - por ayer -, pero a raíz de las lluvias se postergaron”, se explicó desde el organismo.

Lo que está previsto es una obra de rehabilitación y conservación de la capa de rodamiento, para la cual levantarán el sector deteriorado y reemplazarán el material con asfalto nuevo. Se trata de una obra licitada el año pasado financiada por el Fondo Fiduciario de Infraestructura Vial.