Se extiende la preocupación vecinal por los robos en el barrio La Loma

El barrio platense de La Loma continúa siendo uno de los blancos predilectos de la delincuencia que, desde hace algunos años, viene robando en viviendas, comercios y en la vía pública, con una llamativa frecuencia que asombra y atemoriza por igual a todos los vecinos de la zona.

De acuerdo a las crónicas que se han reflejado desde estas mismas páginas, en el último tiempo han proliferado -por ejemplo- los ataques armados de asaltantes que lograron sorprender a sus víctimas con entraderas o salideras bancarias.

Pero además se repitieron los atracos en negocios y en domicilios particulares, en muchos casos cuando sus propietarios estaban ausentes.

Otra modalidad elegida para robar en ese sector del territorio de nuestra ciudad es con arrebatos callejeros protagonizados por motochorros, que principalmente tienen como destinatarios a mujeres y jubilados.

Al igual que en muchas otras zonas de la Ciudad, habitantes de La Loma manifestaron en reiteradas ocasiones ante este diario sus quejas por la falta de presencia policial, ya sea mediante regulares patrullajes o de caminantes.

Por eso vienen elaborando un mapa del delito, elemento crucial para la definición de acciones y asignación de recursos. Aún cuando la pieza sea elaborada por frentistas u otras expresiones de la sociedad civil.

HUBO NUEVOS CASOS

La situación de inseguridad en el barrio La Loma volvió ayer a ponerse de manifiesto -alrededor del mediodía- con otros hechos que agudizaron la preocupación de los frentistas de la jurisdicción.

En tal sentido, este diario conoció que un jubilado que reside en una vivienda de 42 entre 22 y 23 fue reducido por una banda que ingresó a su casa por la puerta principal y, sin siquiera apelar a amedrentarlo con algún arma, lo amenazó igualmente de muerte.

Fuentes policiales que trabajan en la investigación del caso, informaron que el hombre, apremiado por las circunstancias y colmado de miedo, no tuvo más opción que entregar los aproximadamente 20.000 pesos que tenía guardados.

Por la tarde, cuando EL DIA se presentó en ese domicilio, el damnificado seguía bajo un estado de shock nervioso, aunque rodeado de algunos familiares que, apenas se enteraron de lo ocurrido, fueron a acompañarlo.

Asimismo, personal policial se encontraba en la escena indagando acerca de lo ocurrido.

En la misma jornada, y casi a la misma hora, hubo otros dos escruches.

Uno ocurrió en un inmueble de la calle 20 entre 37 y 38, del que escaparon con una cantidad no precisada de dinero, un televisor, una computadora portátil, guitarras y un componente musical.

El otro episodio, en tanto, fue a seis cuadras de distancia, en 14 entre 37 y 38. Y se llevaron al menos una notebook y una tablet.

Por otra parte, también en horas del mediodía, un llamado al 911 alertó a personal policial acerca de que en una vivienda de 38 entre 28 y 29 se estaría cometiendo un robo por dos jóvenes.

Por eso de inmediato acudieron al lugar varios patrulleros y, de acuerdo a lo informado oficialmente, efectivos de la Policía Local consiguieron descubrir “in fraganti” a los sospechosos, de 17 y 16 años, a quienes aprehendieron dentro del domicilio.

No se tuvo la misma suerte con un cómplice, que se encontraba haciendo las veces de “campana” dentro de un auto Opel K 180 de color bordó, que finalmente logró darse a la fuga antes de caer en manos de los uniformados, que de todas formas extendían los rastrillajes al cierre de esta edición en procura de lograr su captura.