El embarazo, un sensibilizador de la patología renal

El embarazo es un sensibilizador de la enfermedad renal. Resulta muy común que patologías renales preexistentes que no habían sido advertidas antes tomen relevancia durante el período gestacional.

Pueden aparecer como una descompensación aguda o simplemente como un cuadro de alta presión, algo que nunca debe subestimarse en una embarazada ya que tienden a tener una presión más bien por debajo de lo normal.

Dado que las embarazadas suelen ser mujeres jóvenes e hipotensas, ya una presión de 14/9, que se considera máximo normal en la población general, debe llamar la atención en ellas y el riñón podría ser el responsable,

Por eso es importante realizarse un control renal en cada uno de los trimestres del embarazo y una evaluación de la presión arterial en cada consulta obstétrica.

No hay que perder de vista que la enfermedad renal es silenciosa; da pocos síntomas; y, como todo los cuadros que dan pocos síntomas, en general la gente consulta poco y tarde.

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