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6 de Mayo de 2018 | 05:11
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LA VENTA DE LA SEDE DE LA UOCRA

Por MARCELO CUADRA

“¿Estoy soñando? ¿Será verdad? Vivo a poco más de 100 metros de la sede de la Uocra y todavía no puedo creer lo que estoy leyendo: la ponen en venta. El “Pata” Medina y su patota nos habían robado el barrio durante años. Los que opinen sin haber convivido con esa realidad, no saben lo que significa llegar a tu casa y poder entrar sin tener que toparse con decenas de personas que copaban veredas, pasillos, umbrales, consumiendo tetra y birra “con ayudín” en tus narices, a los gritos o piñas para limar asperezas internas, apretando vecinos con el “dos pesitos pa la birra” y así durante años. No hago un juicio de valor, lo único que digo es que nos habían usurpado el barrio y que desde hace un tiempo volvimos a vivir en paz”.

 

POR UNA CÁMARA

Celina Gobbi de Branda señala: “Un día domingo me propongo cruzar la calle en diagonal 74 y 57. Espero la luz roja y cuando estoy en el medio de la calzada, aparecen dos vehículos a toda velocidad, conducido por muchachos jóvenes. Quedé en medio de ambos; suerte que pude mantener la estabilidad, porque a esa hora no había ni testigos...

“Esto sucede a diario, incluso cuando salen los chicos de la escuela más cercana. Pasan con luz ámbar y luz roja. Creo que el Municipio tendría que colocar en esa esquina una cámara de seguridad, y ser implacable con todos aquéllos que transgreden las reglas de tránsito”.

CAMBIEMOS

Adolfo R. Lupinucci expresa: “cuando la actual coalición gobernante se constituyó, adoptó un nombre engañoso: ‘Cambiemos’. Parecería querer insinuar una idea de cambio, de voluntarismo (’se puede’). Pero basta recorrer la historia para ver que sólo es más de lo mismo. El modelo liberal-dependiente se consolida -tras la derrota federal de 1852- con la generación del ochenta. Luego del interregno yrigoyenista, llega a su cenit con la primera Década Infame. La Revolución del 43 (único golpe militar verdaderamente nacionalista) termina con esa situación y da paso al peronismo. El golpe del 55 y el proceso militar reinstalan la fórmula y crean la colosal estafa que es la Deuda Externa. Tras el aporte menemista y la indecisión kirchnerista llega ‘el cambio’: ¿Cuál es? ¿En qué consiste? Muy simple: La primacía del modelo primario exportador, financiero y no industrialista; la transferencia de riqueza de la mayoría hacia una oligarquía parasitaria; el uso perverso del Estado para enriquecer más a los grandes grupos económicos; O sea el mismo orden de antaño, pero ahora camuflado de modernismo. ¿Los resultados? Los mismos que Ud. imagina. Como diría Einstein, ‘No hay nada más estúpido (y fatal, en este caso) que hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes’.

OLVIDO

Enric B. Casals opina: “La forma de vida en la actual sociedad de cambios acelerados, a los que somos mayores nos suele dejar ‘en fuera de juego’. Por ejemplo, si escriben una de las extensas y cálidas cartas de siempre a un nieto, pueden recibir la respuesta con un lacónico WhatsApp que les deja perplejos. Hay otro cambio social que deja a los mayores aún más desubicados. Me refiero a la actual pérdida generalizada de los buenos modales, por considerarlos simples convencionalismos que cambian en cada época. Es verdad que la noción de buenos modales ha evolucionado a lo largo del tiempo, pero eso no significa que se haya perdido lo esencial o que se pueda modificar de forma caprichosa. Todos hemos comentado alguna vez ‘¡qué niño más educado!’ refiriéndonos a lo mismo: a unos modales que expresan una calidad personal ligada a valores interiorizados. Conviene precisar que eso de ‘vivir a mi manera’ (como el título y la tesis de la célebre canción de Frank Sinatra), no es correcto si se entiende como hacer lo que a cada uno le apetece en cada momento. Sí es admisible, en cambio, vivir con estilo personal las normas sociales comúnmente admitidas”.

SUPERPOBLACIÓN CARCELARIA

Daniel E. Chávez afirma: “Según la prensa, en la comisaría (de La Matanza) copada por delincuentes hay 46 detenidos y la capacidad es para 18”. Esta realidad es, indiscutiblemente, una prueba de que las cosas en Argentina están muy mal. Pero vienen mal desde el regreso de la democracia. El síntoma del crecimiento de la delincuencia, habla a las claras de que hay grandes fallas en el sistema. No se trata de la función de uno u otro gobierno, sino de la suma de la totalidad de los mismos. Y la sociedad también está enferma. El círculo vicioso del delito se ha convertido ya en una epidemia, porque en todas las provincias sucede lo mismo: en las cárceles y comisarías ‘las entradas están agotadas’. Esta realidad me recuerda lo que un médico pediatra me contó respecto a muchas de las madres de sus pacientes, a las que, viendo los síntomas de sus hijos, les pregunta: ‘¿Desde cuándo está así este niño?’, y ellas responden: ‘Desde ayer’, siendo que las características de los síntomas, a simple vista, datan de mucho tiempo atrás”.

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