El oficialismo transita una etapa compleja y se abraza al “salvavidas” Macri

La reaparición pública de Mauricio Macri ha generado ruido en la oposición. Sus definiciones, su escueta autocrítica y los disparos sobre dirigentes de su propio espacio vinculados al ala peronista provocaron revuelo en Juntos por el Cambio. Claro que los efectos del rentrée público del ex presidente no se acotan a su propia fuerza: el oficialismo obtuvo una inesperada oportunidad en estos tiempos de crisis para procurar, desde la política, salir del encierro que imponen los números negativos de la economía.

Axel Kicillof no escapa a las generales de la ley. La Provincia no es una isla. Su gestión encuentra los límites que las políticas nacionales imponen. Si la construcción, pensada como uno de los motores del despegue pospandémico empieza a ser afectada por la disparada del dólar blue -hay varios insumos que ya cuesta conseguirlos por la falta de precios ante la volatilidad cambiaria- ese engranaje podría verse afectado en el corto plazo luego de que comenzara a desperezarse de un sueño extenso.

El desarrollo de la temporada de verano es una verdadera incógnita. No sólo porque dependerá de una variable compleja de manejar como es la cantidad de contagios de coronavirus. De hecho, el equipo de asesores del Gobernador manifestó su inquietud por los efectos que podría generar la mayor circulación que inevitablemente se generará hacia y dentro de los centros veraniegos.

El turismo es pensado como otro de los impulsores de la actividad. No sólo eso: desde una lectura sociológica, supondría un espacio que podría ayudar a mitigar el malhumor social acuñado en los larguísimos meses de cuarentena que viene impactando, de acuerdo a la mayoría de las encuestas, tanto en el gobierno nacional como el bonaerense.

A esa cadena de pesares oficiales se abrochó como una suerte de eslabón salvador la figura de Macri. El ex presidente es uno de los dirigentes políticos, junto con Cristina Kirchner y Sergio Massa, que más imagen negativa acumula y si bien algunos sondeos comenzaron a mostrar una tenue dilución de la carga de responsabilidades sobre la pesada herencia que le dejó a Alberto Fernández en la actual coyuntura, el complejísimo final de su administración continúa fresco en la memoria colectiva.

“A la cadena de pesares oficiales se sumó como una suerte de eslabón salvador la figura del ex presidente Mauricio Macri”

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Kicillof fue uno de los dirigentes que se dejó tentar por la oportunidad. “El macrismo fue un experimento espantoso y para olvidar”, dijo ayer. Un día antes, durante el anuncio de la extensión del aislamiento social por la pandemia, sugirió al ex presidente que debería guardar silencio al procurar justamente lo opuesto: subirlo al ring.

Esa ofensiva oficial surge como una bocanada de aire fresco con la mira puesta en aquellos sectores tempranamente desencantados con la marcha del gobierno. Hacia las entrañas del Frente de Todos, con la premisa de galvanizar a la propia tropa, habrá un fuerte movida para recordar el martes 27 el 10° aniversario de la muerte de Néstor Kirchner.

Juntos por el Cambio, aún bajo los efectos de la vuelta a escena de Macri, comenzó a apurar el paso de cara al año electoral. Luego de un largo silencio, María Eugenia Vidal reapareció esta semana en la arena virtual bonaerense para mantener contactos con dirigentes de las ocho secciones electorales. El martes será el turno de La Plata.

El diseñador de esa estrategia es Cristian Ritondo. El ex ministro y actual diputado nacional profundizó los contactos con dirigentes bonaerenses con la idea de jugar por el premio mayor en 2023 y transformarse en candidato a gobernador. Una carrera es la que ya parece anotado Diego Santilli, el vicejefe de Gobierno porteño que, como Ritondo, reconocen militancia en el peronismo. La vuelta de Vidal alimenta la posibilidad de que finalmente la ex mandataria encabece la lista de diputados nacionales por la Provincia el año que viene. Esa alternativa cobró fuerza tanto como la versión de que está empeñada en ampliar la base de sustentación de Juntos por el Cambio para darle batalla al Frente de Todos sumando a diversos sectores del peronismo y del arco progresista.

Esa intención la aleja cada vez más del ala dura del macrismo y del propio Macri. “Mauricio es importante porque tiene su núcleo de seguidores, pero hace falta ser más generosos y ampliar a la propuesta de la oposición”, dicen cerca de la ex gobernadora. La proliferación de candidatos opositores para 2023 -habría que sumar el nombre que propongan los intendentes-, comenzaría a blanquear una cuestión adicional: Vidal se estaría despidiendo, en 2021, como candidata bonaerense. Excepto, claro, que protagonice otro batacazo como el de 2015.