Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Información General |IMPRESIONES - Ocurrencias

Año nuevo, embajadora nueva

Año nuevo, embajadora nueva

Alejandro Castañeda
Alejandro Castañeda

8 de Enero de 2023 | 03:12
Edición impresa

La burocracia es muy creativa y sabe mostrarse necesaria. Ese es su dogma. El plan es encontrar algún hueco en el interminable organigrama oficial, crear una nueva dependencia con nombre pomposo y entregarle mando, chofer y presupuesto a los allegados de siempre. ¿Se acuerdan cuando nombraron a Ricardo Forster para coordinar la “Estrategia del Pensamiento Nacional”? Algo de razón tenían. Ante tantas reflexiones bobas, el Estado había pensado en ordenar un poco los pensares criollos y poner allí a un filósofo de la causa para enseñarle meditación oficial al vecino quejoso.

Ahora, el Gobierno creó el cargo de “Representante Especial para la Política Exterior Feminista” en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Y designó en ese puesto a María Cristina Perceval, quien a fines de 2022 renunció al ministerio de las Mujeres y ahora pasa a ser Embajadora Plenipotenciaria. La idea es militar la doctrina femenina en los grandes cocteles y buenos despachos. Desde ahora, ella será la representante oficial de la política exterior feminista, una verdadera novedad, porque uno creía que la política exterior era asexuada y cubría a todos por igual, pase lo que pase de la cintura para abajo.

El cargo implica la consabida partida de asesores, acompañantes, servidores y viáticos, a la sombra de un propósito por lo menos incierto. Debe ser un puesto clave, para agregarle otro gasto a las calamidades contables de estos días. La Perceval tendrá por supuesto un despacho donde la hombría no será bienvenida. Si la cosa sigue así, el machismo va a tener que empezar a remar por algún cupo para que el Estado –“ese ogro filantrópico”, como dijo Octavio Paz- no gaste en proyectos que, algún mal pensado, lo consideró “inútil y pollerudo”.

Mediante el decreto 881, el Ejecutivo instituyó el “cargo extraescalafonario de Representante Especial para la Política Feminista” en la Cancillería, con “rango y jerarquía de Secretario o Secretaria”. Perceval ya se había desempeñado en ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, hasta noviembre del año pasado. En los fundamentos del decreto que la designó en el nuevo cargo, se argumentó que “para llevar adelante una política exterior feminista resulta menester destinar más recursos y esfuerzos”. La idea es aspirar a “una política de recursos humanos en términos de paridad de género y de profesionalidad”. El cargo tendrá la “categoría de Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria”. Perceval fue senadora nacional por Mendoza de 2001 a 2009. Y evidentemente ha demostrado que encarna lo femenino con mirada amplia y vuelo patriótico. En los tres años de la gestión de Alberto Fernández, ya acumula su tercer cargo y pasó por tres ministerios distintos, lo que habla de su versatilidad o de su astucia como sobreviviente estatal.

Su diplomacia “feminista” no será su primer cargo en política exterior. Los medios hablaron que “en 2015 fue embajadora ante la ONU. Y de su paso por Nueva York, recuerdan sus gustos caros: alquilaba una mansión de 50 mil dólares mensuales, de donde luego se mudó con su marido e hija a otra casa de siete habitaciones”. Nada nuevo: los altos funcionarios apenas juran ya empiezan a pedir presupuestos, porque no ignoran que estos inquilinatos lujosos no son para siempre.

Convengamos que a ellas son expertas en cortesía y el protocolo. Aprendieron de sus abuelas a suavizar el andar por la casa y a saber negociar antes que pelearse. Son duchas en ofertas y regateos. Si estaban relegadas dentro del cuerpo diplomático, está bien añadirle algo de delicadeza a la política exterior. Los hombres han hecho tantos papelones en la materia, que es razonable probar con ellas. Dicen que las mujeres no saben guardar un secreto. Esto, más que un defecto en los corillos de la embajadas debe ser una virtud. El chimenterío palaciego es parte de la diplomacia más pragmática. Y ellas con sus gestos y su presencia son capaces de arrancarle confidencias al embajador más reservado. Quizá la idea es impulsar jerga y prioridades femeninas y hacer que la política exterior, tan ciega en muchas cuestiones, aprenda a mirar mejor con ojos bien maquillados.

Ellas aprendieron de sus abuelas a suavizar el andar por la casa y a saber negociar y regatear

Uno creía que la política exterior era asexuada y cubría a todos, pase lo que pase de la cintura para abajo

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$650/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$500/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$500.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $3950.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla