Entradera, terror y sangre: asaltaron una casa y balearon a una mujer

Al menos cuatro sujetos perpetraron el pasado domingo un golpe comando, que incluyó un abanico de actos delincuenciales. Entre ellos figuran un robo, el uso de armas de fuego, una privación ilegítima de la libertad y hasta un intento de homicidio.

La situación sin dudas demostró el umbral de violencia, que han alcanzado los delincuentes especializados en entraderas, con actos cada vez más crueles y despiadados.

No obstante, el caso se destacó por la solidaridad y la interpretación que tuvo un vecino, que si bien no llegó a evitar el atraco, se involucró y colaboró para que las víctimas pudieran salir de la difícil situación que estaban viviendo.

Según pudo saber este diario, toda la secuencia se desarrolló a plena luz del día en un sector de Berisso.

Primero una familia sufrió la inseguridad en carne propia, tras ser asaltada con esta modalidad que se encuentra en pleno auge.

Nada hacía pensar que la apacible tarde del domingo, un momento que la mayoría de las personas utilizan para descansar o reunirse con los afectos, sería el momento escogido por al menos cuatro ladrones para ejecutar un atraco, que comenzó con una escena que pareciera haber sido extraída de una película de acción y suspenso.

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El hecho tuvo lugar alrededor de las 17.00, cuando las víctimas retornaban a su casa ubicada en 157 entre 29 y 30, a bordo de su Citroën DS3. Se trata de una zona en la que, según los vecinos, “faltan patrulleros” y “reina el caos”.

La familia compuesta por un matrimonio y sus 3 hijos se trasladaban por calle 66 cuando a la altura de calle 30 redujeron la velocidad para doblar y tomar esta última arteria.

La maniobra fue aprovechada por los ladrones, que venían siguiendo a los damnificados en un Chevrolet Prisma.

Fue así que, apenas notó que el Citroën iba a doblar, el ladrón que iba a la volante aceleró y, se terminó ubicando delante del coche, para impedir el avance.

Acto seguido, se bajaron tres sujetos apuntando hacia el parabrisas del Citroën. Al cabo de unos segundos, apareció en escena un segundo rodado.

Luego, los asaltantes obligaron al conductor a descender de la unidad. El hombre fue introducido en la Chevrolet Prisma, mientras que los otros cuatro integrantes de la familia fueron obligados a abordar el otro coche.

La acción continuó con los hampones dirigiéndose a la casa del damnificado, ubicada a pocos metros del lugar en el que se concretó la emboscada.

Luego comenzaron a amenazarlo con que ejecutarían a su familia, sino les entregaba “los dólares”.

Con la intención de que la pesadilla se terminara lo más rápido posible, el dueño de casa no ofreció ningún tipo de resistencia y se dirigió directamente al lugar en el que tenía guardados sus ahorros.

En manos de los delincuentes puso un total de 44 mil pesos y 4 mil dólares, una suma que teniendo en cuenta el valor de la divisa que se transa en el mercado paralelo, asciende a casi 3 millones de pesos.

Todo estaba dado para que la operación de la banda resultara exitosa. Pero justo cuando se disponían a abandonar la morada, arribaron al lugar al menos tres patrulleros.

La serie de rebajas y bruscas frenadas habían llamado la atención de un vecino que no dudó en comunicarse con la Policía para dar aviso de lo que, según sospechaba, era un robo en curso en la casa de su vecino.

Y no se equivocó. Cuando la Policía dio la voz de alto, de forma inmediata cambiaron las prioridades para los intrusos. El objetivo ya no era abandonar el lugar con un abultado botín, sino eludir lo que parecía ser una detención segura.

De ese modo, los individuos activaron un plan de fuga por el fondo de la propiedad. Luego de saltar un alambrado perimetral, corrieron por calle 29 hasta 156 y allí volvieron a detener la marcha de otro rodado, un Ford Ka.

No se tiene certeza si su conductora, una profesora de educación física, ofreció resistencia. Lo concreto es que uno de los sujetos extrajo un arma de entre sus prendas y, sin mediar palabra, le disparó en una pierna. Luego le advirtió que sino se bajaba volvería a darle un tiro, “pero en el pecho”. Siempre en base a la versión oficial, como pudo la mujer, de 42 años, se bajó del auto.

Al cabo de unos minutos, la Policía decidió ingresar a la casa y fue en ese momento que se enteraron que habían huido por el fondo. Si bien se activó un operativo cerrojo, no se pudo dar con el paradero de los sospechosos.

Afortunadamente para la familia, los individuos no pudieron salirse con la suya. En un recorrido que se hizo por el patio halló un manojo de billetes, que se presume que se le cayó del bolsillo a uno de los asaltantes.

Sobre la mujer que recibió el disparo, se supo que fue atendida en un centro de salud y que se encuentra fuera de peligro.

En torno al caso, la Policía baraja dos hipótesis. Es posible que los malvivientes anduvieran rondando la zona y se toparon de manera fortuita con la familia y decidieron asaltarla, lo que en la jerga urbana se denomina robo al voleo.

Pero tampoco se descarta la posibilidad de que se haya elaborado un plan.

En el hecho, tomó intervención personal de la comisaría de Los Talas, con conocimiento de la UFI Nº 9 de La Plata, a cargo de la doctora Mariana Ruffino.