José Sosa, mano a mano con EL DIA: volver para ser campeón, el recuerdo de Bilardo y la anécdota de Cami Homs

Desde el Country de City Bell, José Sosa recibió a Diario EL DIA para charlar sobre su presente, la actualidad de Estudiantes y los dos campeonatos en menos de seis meses, después de trece años.

“El Principito”, apodo que sigue hasta el día de hoy entre los hinchas más grandes y los más chicos que se acercan al country a buscar su foto o autógrafo, hizo un repaso por sus inicios, los dos trofeos obtenidos recientemente y la relación con Bilardo.

Hoy capitán, confiesa que es un orgullo que en sus inicios “nunca me lo hubiera imaginado”. “Siempre viví el fútbol de una manera, con mucho esfuerzo y responsabilidades. Me pone muy contento y lo tomo con tranquilidad para que no sea un peso extra. También por nuestros compañeros, que nos respetamos. Hay muchos referentes con historia dentro del club sin tener la cinta de capitán”, siguió.

Históricos que ya no están

Este suceso que pasará a la historia de Estudiantes tiene muy presentes a Mariano Andújar y Mauro Boselli, quienes se retiraron en diciembre tras lograr la Copa Argentina, trofeo que le faltaba al club de calle 53.

El plantel que vivió su despedida y siguió peleando para levantar la Copa de la Liga, los tiene presentes y, al igual que su capitán, no los olvida. José Sosa destacó la importancia que tuvo en su nuevo rol el delantero y, en especial, el guardavalla que lució la cinta: “Mariano fue un gran capitán. Hoy no está, Mauro tampoco, pero fueron líderes del camino que nos tocó vivir para la Copa Argentina y, siguiendo el mensaje de ellos así como aprendiendo de ese rol sin meterme, junto con el Ruso (Ascacibar) que la tiene cuando yo no estoy, seguimos ese mensaje, lo que aprendimos de Mariano que es un gran líder”.

“Eso tiene Estudiantes. Tiene una bajada de línea de los líderes y del club, transmitir a los jóvenes el sacrificio, el esfuerzo. Está en los vestuarios, el merecer estar en un vestuario como el de Estudiantes, tener responsabilidades lógicas. Hoy soy el portador de la cinta pero está unificado. Lo que hicieron Mariano y Mauro, lo seguimos haciendo nosotros”, agregó José.

Y los elogios al club no claudicaron: “Lo lindo de Estudiantes es que se va renovando. Hoy me encuentro con un club igual internamente en cuanto a sensaciones, sentimientos, el trabajo fuera del fútbol pero también se han cambiado muchas cosas”. 

Nuevos proyectos y las SAD

Un tema que enfrentó el actual capitán albirrojo son los nuevos proyectos propuestos por Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes por segunda vez: “Hay nuevas expectativas, proyectos, cosas mejores para el club y para la gente, que es lo que se merece cada institución. Estudiantes siempre fue así, no creo que nadie venga con cosas que no forman parte del club”.

“A nivel colectivo, uno que está más grande sabe que siempre hay responsabilidades y objetivos nuevos, así que esto se disfruta un poco más. Conseguir campeonatos y le damos un poco de valor en lo que es el tiempo después, porque enseguida hay que pensar en lo que se tiene y seguir compitiendo”, destacó.

Su regreso y la doble coronación

A los 38 años, el Principito fue uno de los que eligió regresar al club albirrojo y darle un cierre a su carrera profesional. Cuando la vuelta se planteó, si bien “uno siempre tiene la ilusión”, nunca imaginó el doblete que iba a lograr.

“Siempre hay que tener pensamientos positivos en lo personal y laboral. En lo personal, lo positivo se tiene que trabajar en la almohada y algo que es muy de Estudiantes, una frase que me gusta mucho, es ‘Soñar despierto’, trabajar, esforzarse y mucho sacrificio”, resaltó el capitán albirrojo. “Hoy me pone feliz conseguir la Copa Argentina, que no tenía Estudiantes, y el campeonato, así que es un momento feliz”, añadió.

La relación con Domínguez y los puntos en común con los DT campeones

Consultado sobre qué tiene Eduardo Domínguez de Bilardo, el Cholo Simeone y Alejandro Sabella, tres de los DTs campeones del Pincha, José Sosa no dudó: “Tiene un poco de todo. Estamos en otras épocas donde los DT tienen que estar muy atentos a los jóvenes, a las nuevas maneras de entrenamiento que se modificaron a lo largo de mi carrera. Antes eran otros entrenamientos, hoy hay un montón de herramientas para ser mejores”. 

“Tiene la pasión que tiene el Cholo, que el Cholo lo manifiesta siempre, pero Eduardo es más pensante como Alejandro, tiene su toque sensible y la amabilidad de hablar con todos de la misma manera como Ale. Nosotros estamos muy contentos porque el grupo necesitaba un poco de ese tacto a nivel grupal y eso se sintió, de ahí el éxito”, sumó.

Una de las cosas que más llamó la atención es la timidez con la que Domínguez participó de los festejos en el primer partido oficial de local en UNO luego de la Copa de la Liga: “Él siempre fue respetuoso de eso. En la Copa Argentina fue uno de los últimos en levantar la copa. Eso demuestra la clase de líder que es. Es la cabeza del grupo pero entiende la importancia del jugador. Es como un padre cuando ve a su hijo feliz, no necesita nada más, y es un sentimiento que le pasa a él. Yo (el lunes) lo vi con la Copa y lo empujé al medio de la ronda, le dije a los chicos de llamarlo porque él no iba a querer. Enseguida dejó la copa para que nos tiremos nosotros y fue una emoción muy linda”. 

La anécdota con Bilardo y un clásico que le cambió la vida

Si bien debutó con Craviotto, los inicios de Sosa estuvieron marcados a fuego por Bilardo. Con el Narigón vivió una anécdota que trascendió el tiempo.

Fue después de un entrenamiento cuando el Doctor llamó a él y a Basanta, los más jóvenes por entonces: “Él te llamaba y seguía caminando, nosotros atrás nos mirábamos sin entender. Llegamos a la puerta del golf y vimos un hacha. Nos dice que la agarremos, la agarra Basanta que era el más grandote, y nos llevó al portón de entrada. Nos dijo ‘comiencen, un rato cada uno, a hachar los árboles’ y dentro de la locura que tiene pensó que podíamos tirar uno así que nos dijo ‘No lo tiren’”.

“Fue divertido pero eso es Carlos, las locuras que él tenía, trataba de transmitir que nosotros necesitábamos valorar el esfuerzo. Nos marcó a todos como jugadores, que teníamos que valorar en serio”, recordó.

Otra de las anécdotas que le cambió la vida, siendo dirigido por el Narigón, fue un clásico ante Gimnasia: “Yo tenía una molestia en el cuádriceps y no había todos esos estudios que hay hoy. Como era Carlos, doctor y DT, profesor y manejaba todo, me levanta esa mañana para probar un poco. Yo pensé que me iba a hacer patear un rato. Toqué dos pelotas y me dijo ‘Ya está pibe, listo’. Obviamente no jugué todo el partido porque había riesgo pero siendo joven y con la emoción del clásico, no podía ser menor el esfuerzo. Encima después de la coronación del gol, ganamos 1 a 0 y eso cambió mi vida”. 

El Mundial de Clubes, una cuenta pendiente

Cuando Estudiantes tenía que viajar al Mundial de Clubes, tuvo la posibilidad de sumar un refuerzo y el elegido fue José Sosa. Sin embargo, por una disposición de la FIFA, no fue autorizado y esa cuenta quedó pendiente.

“Muchísimo lo lamenté, más como somos nosotros que todos pensamos con el diario del lunes qué hubiese pasado pero nunca se sabe. Lo que sí me dolió muchísimo porque estuve dos meses para poder jugar un partido. Pero acompañé al equipo y al cuerpo técnico, fue un viaje para disfrutar, hicieron una competencia y pudieron hacerle frente a un Barcelona impensado. No me sentí partícipe pero sí me sentí identificado y orgulloso”, reflexionó.

Ese momento fue, para él, el “detonante” para decidir “no volver si no podía jugar con ellos”. Se preparó en el Bayern y después de muchos años logró tener el momento que está disfrutando mucho. 

El “azul y blanco ni loco” con Cami Homs

José Sosa no esconde su sorpresa al ver como Cami Homs, “que no conocía el sentimiento pincha”, lo vive y lo disfruta. Si bien aclara que no ven mucho fútbol juntos, él se “caga de risa”. “Solo una vez me tocó ver un partido con ella y dije ‘No vengo más’, no sabes cómo grita”, contó con humor.

“El otro día me dijo que había jugado bien. Es lindo que tu compañera participe, de eso se trata una pareja. Me pone contento verla a ella, que ve cómo lo viven mis hijas”, resaltó.

Y luego reveló una anécdota que, para quienes no están inmersos en el sentimiento dividido a nivel futbolístico en la Ciudad, puede ser difícil de entender. Ocurrió cuando el Ruso Ascacibar fue papá y ellos dos estaban en un paseo de compras para elegir un regalo: “Le pedí que me ayude y después pensé ‘Van a decir que está embarazada’. Ella se pone a mirar cosas que eran azul, celeste y blanco. Elige algo azul y blanco y le dije: ‘Yo soy de Estudiantes, jamás le regalaría algo al Ruso con los colores de Gimnasia’. Me decía ‘Estás loco, es un bebé’ y tiene razón pero ahí entendió cómo vivimos nosotros con locura. Le repetí ‘Jamás lo haría, azul y blanco ni loco’. Nosotros ya pensamos así. Al final terminé comprando algo beige”. 

¿Hay Principito para rato?

José Sosa tiene contrato con Estudiantes hasta diciembre de 2024 y los hinchas ya piensan en su futuro. En tanto, él se lo toma con calma: “Veremos. Con el club tenemos una gran relación, me dieron la posibilidad de volver y lo valoro. Es cuestión de analizar, después de las vacaciones, lo que es mejor para todos. Yo me siento bien y me esfuerzo día a día, el club lo sabe”.

Con “Rugió el León” en mano, el libro de Diario EL DIA en honor a la obtención de la Copa de la Liga, José Sosa se mostró muy agradecido: “Ver estas cosas, hoy con toda la tecnología que hay, me recuerda a mis viejos en Carcarañá. Mi mamá tiene muchos recortes de mis inicios y mi carrera que es lo que le da valor”.