Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Temas |CALENTAMIENTO GLOBAL

Nueve evidencias científicas de que el cambio climático es “irrefutable”

Son indicadores que siguen bajo monitoreo internacional y que muestran una transformación sin precedentes en la historia reciente de la humanidad

Nueve evidencias científicas de que el cambio climático es “irrefutable”

Disminuye el espesor de los glaciares / Pixabay

25 de Mayo de 2025 | 06:21
Edición impresa

Por más que algunos sectores aún se empeñen en ponerlo en duda, el cambio climático ya dejó de ser una advertencia lejana para convertirse en un fenómeno palpable, medible y —sobre todo— visible. En cada estación que transcurre, en cada fenómeno extremo que se repite con más frecuencia, la evidencia se acumula. No se trata de una narrativa ambientalista ni de una moda ideológica: los datos duros y las observaciones científicas de décadas lo confirman con una contundencia difícil de ignorar. Estas son nueve pruebas claves que certifican que estamos atravesando una transformación global de origen humano y consecuencias profundas.

La temperatura promedio del planeta ha subido alrededor de un grado Celsius desde fines del siglo XIX. Puede parecer poco, pero ese cambio ya está afectando todos los ecosistemas y alterando los patrones climáticos de forma alarmante. Los últimos siete años han sido los más cálidos jamás registrados y 2016 y 2020 comparten el podio como los más calurosos en la historia moderna. Este calentamiento global no es una percepción subjetiva, ni el resultado de estaciones particularmente anómalas: es una tendencia sostenida que se potencia con el crecimiento de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero producto de la actividad humana.

Decrece la cantidad de hielo en los polos / Pixabay

El océano, que funciona como un gigantesco amortiguador climático, también está acusando recibo. Desde 1969, los primeros 100 metros de su superficie han incrementado su temperatura en más de 0,3 grados Celsius. Si se considera que los océanos absorben más del 90 % del exceso de energía que acumula la Tierra, el dato es más que revelador. Este calentamiento no sólo altera corrientes marinas vitales, sino que además tiene un efecto directo sobre el clima de todas las regiones del planeta, incluido el aumento de huracanes más intensos y lluvias más destructivas.

Las masas de hielo también están en franca retirada. Groenlandia, por ejemplo, pierde en promedio 279 mil millones de toneladas de hielo por año. La Antártida, por su parte, se achica a un ritmo de 148 mil millones de toneladas anuales. Son cifras abrumadoras que no responden a ciclos naturales, sino a un desequilibrio generado por el incremento de las temperaturas. La pérdida de estas capas de hielo contribuye directamente a la suba del nivel del mar y altera los sistemas de refrigeración natural del planeta.

Crece la frecuencia de olas de calor / Pixabay

Los glaciares de montaña, de los Alpes a los Andes, del Himalaya a África, siguen el mismo patrón. Desaparecen a un ritmo que ya se percibe a simple vista y que afecta tanto a ecosistemas como a poblaciones humanas que dependen del agua dulce que ellos proveen. A esto se suma la disminución sostenida de la capa de nieve en el hemisferio norte. La primavera llega antes y la nieve desaparece más rápido, modificando ciclos vitales de la flora, la fauna y el abastecimiento hídrico en varias regiones.

Uno de los indicadores más preocupantes es la aceleración del aumento del nivel del mar. En el último siglo, subió unos 20 centímetros, pero en las últimas dos décadas esa tasa se duplicó. Y cada año que pasa, se acelera un poco más. Para las zonas costeras bajas, esto representa una amenaza directa: el agua salada avanza sobre tierras fértiles, los desagües naturales se ven colapsados y las tormentas encuentran menos resistencia en su paso hacia el interior continental.

El Ártico es otro termómetro crucial. Allí el hielo marino no sólo se reduce en extensión, sino también en grosor. Esta pérdida impacta sobre especies que dependen de ese ecosistema, como los osos polares, pero también sobre el sistema climático global, ya que el hielo refleja radiación solar. Menos hielo implica más absorción de calor por parte del océano, lo que a su vez acelera el calentamiento global en un círculo vicioso.

La frecuencia de eventos extremos no es casualidad. Estados Unidos, por ejemplo, registra cada vez más días con temperaturas récord y menos jornadas de frío intenso desde 1950. Las lluvias intensas se multiplican, provocando inundaciones más frecuentes y daños a la infraestructura. En otras partes del mundo, las sequías son más duraderas y devastadoras. Lo que antes se consideraba una anomalía climática ahora se vuelve más habitual y más destructiva.

Una de las consecuencias menos visibles pero igual de alarmantes es el aumento de la acidificación de los océanos. Desde la Revolución Industrial, la acidez de las aguas superficiales subió un 30 %. Este cambio afecta directamente a la vida marina, especialmente a los corales, moluscos y otras especies que dependen de niveles estables de pH para desarrollarse. El océano absorbe entre el 20 y el 30 % del dióxido de carbono emitido por el ser humano, y esa función de “pulmón marino” se transforma en un problema cuando el exceso provoca una alteración química del ecosistema.

Aumenta el nivel del mar / Pixabay

Las claves “inequívocas” sobre el calentamiento global

❑ 1. La temperatura global aumenta: desde finales del siglo XIX, la media del planeta se elevó alrededor de 1 °C. Los últimos siete años han sido los más cálidos registrados.

❑ 2. El océano se calienta: los primeros 100 metros del océano absorbieron gran parte del calor adicional, con un aumento de 0,33 °C desde 1969. El mar almacena el 90% de ese exceso de energía térmica.

❑ 3. Las capas de hielo se reducen: Groenlandia pierde unos 279 mil millones de toneladas de hielo por año y la Antártida alrededor de 148 mil millones.

❑ 4. Los glaciares, en riesgo: retroceden en casi todos los sistemas montañosos del mundo: Alpes, Himalaya, Andes, Montañas Rocosas, Alaska y África.

❑ 5. La capa de nieve disminuye: en el hemisferio norte, la cantidad de nieve primaveral cayó significativamente en las últimas cinco décadas y el deshielo se adelanta cada año.

❑ 6. El nivel del mar aumenta: se elevó unos 20 cm en el último siglo, pero en las últimas dos décadas la tasa de aumento casi se duplicó y sigue acelerándose.

❑ 7. El hielo marino del Ártico decae: tanto la extensión como el grosor del hielo ártico bajaron drásticamente en las últimas décadas.

❑ 8. Sube la frecuencia de eventos extremos: hay más olas de calor, récords de temperatura alta y lluvias intensas, especialmente en Estados Unidos, desde 1950.

❑ 9. Crece la acidificación de los océanos: la acidez del océano aumentó un 30 % desde la Revolución Industrial, debido a la absorción de CO₂ emitido por la actividad humana.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
Multimedia

Crece la frecuencia de olas de calor / Pixabay

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla