Campedrinos: “El folclore nos pone la piel de gallina”

Campedrinos, una de las bandas folclóricas jóvenes más importantes del momento, llega esta noche a la Ciudad, en el marco de una gira que ha llevado a Sergio Prada y Agustín Fantili a diversos puntos del país mostrando su nuevo material, “Bipolar”.

¿Por qué “Bipolar”? “Nuestro sonido es bipolar”, dice Fantili en diálogo con EL DIA antes de su llegada al Teatro Metro, y afirma que Campedrinos, un dúo compuesto por un hombre de Campana y otro de San Pedro, tiene un pie en los sonidos de raíz y otro en los sonidos del presente. Y también “nos gusta mucho el folclore chúcaro, y nos gusta mucho el folclore romántico, tenemos esa bipolaridad entre el folclore romántico y el folclore festivo. Y tratamos de poner un poco de modernidad: es sonido de raíz pero por ahí aparece algún bombito electrónico, algún bajo trap, unos violines pero con unas bases de bombos electrónicos que te vuelan la cabeza cuando salen vivos. Queremos hacer esa fusión porque nos gusta, porque nosotros también escuchamos música urbana, también escuchamos trap. Y sentimos que si fusionamos esas dos cosas al pibe que está acostumbrado a escuchar música urbana le puede sonar familiar y de repente conoce una chacarera que es para bailar”.

El proyecto, cuenta Fantili, nació hace 15 años, mientras hacían fila para el casting de “Talento Argentino”. Agustín y Sergio tenían la misma edad, habían nacido con dos años de diferencia, uno vivía en Campana y el otro en San Pedro, ahí nomás por la 95. “Empiezo a llenar la planilla, y había una parte que no sabía que ponía, así que chusmeo a ver qué estaba haciendo el del frente… y era Sergio”, cuenta Fantili.

“Lo que nos llamó la atención es encontrar otro pibe de 15 años que le gustaba el folclore”, sigue Prada. “En nuestro grupo de amigos no había folcloristas, eran rockeros o cumbia. Así que lo invité a casa a los pocos días”. Pasaron el día guitarreando, “a la noche se sumaron los viejos, mis viejos, y se armó el asado”, se ríen recordando.

Los dos habían escuchado folclore desde chicos, en sus casas. Agustín cuenta cómo en época de festivales “poníamos la picada, abríamos las ventanas para que entre un poco el viento y nos poníamos a ver los festivales veranos”. Aparecía Horacio Guaraní y quedaba magnetizado. “Y mis padres nos contaban que Horacio le cantaba mucho también a nuestra zona, el Paraná”. Sergio recuerda cómo en su casa “se escuchaba los domingos folclore” y cómo cuando empezó a tocar la armónica, arrancó con chamamés y polcas. “Ya un poco más grande, me acuerdo que estaba el Ares”, un programa de descargas menos que legales. “Y ahí me empecé a meter en el género, me enamoré. El folclore que me pone la piel de gallina hasta el día de hoy”.

“Y también un poco nuestra búsqueda de hoy nuestra es que a un montón de pibe le pase lo que nos pasó a nosotros aquella vez, ¿no?”, completa Agustín. Con 10, 11 años, uno está a tiempo de descubrir un género que te puede cambiar tu día y escuchar algo que te hace vibrar”.

LE PUEDE INTERESAR

Armónica y voz: Franco Luciani y Victoria Birchner, juntos por una noche

LE PUEDE INTERESAR

El Polaco, internado: ¿Se pierde el viaje de egresados de su hija?

El folclore, en ese sentido, sigue vivo, sigue resonando. “Porque no es una moda, no es tendencia. Siempre se escucha, siempre se mantiene”, dice Fantili. “Hace poquito tuvimos una mesa muy linda donde nos juntamos con Milo J, El Chaqueño, Teresa, El Chango. Y hablábamos un poco de esto: cómo el folclore fue con los años manteniéndose vigente. Es algo inevitable, porque habla de nuestra raíz, nos conecta con nuestra raíz. A veces largamos canciones y los pibes las conocen, te lleva muchos recuerdos con el abuelo, recuerdos de la escuela, recuerdos de cómo la cantaba con mi viejo…”