LAMPA VA AL PISO Y CONTROLA EL BALON, MIENTRAS BOSELLI CHOCA CON UN DEFENSOR
27 de Febrero de 2009 | 01:00
Estudiantes desencantó. Cumplió anoche con el objetivo primario, que era ganar, pero no cumplió con los demás ítems, como el jugar bien y golear, habida cuenta de la importancia que adquiere en la Copa Libertadores la diferencia de tantos.
Con un gol del uruguayo Juan Manuel Salgueiro, en jugada viciada de nulidad, los albirrojos dieron cuenta de un modestísimo Universitario de Sucre, a priori el equipo más débil del Grupo 5, y por eso su gente se fue del estadio ciertamente desilusionada por lo que futbolísticamente brindó el once pincharrata.
La ausencia de su capitán Juan Sebastián Verón, indudablemente, tuvo mucho que ver por ese andar errático de Estudiantes. Se debatió en una mediocridad llamativa a la largo de los 90 minutos, en donde lo suyo no tuvo cambio de ritmo ni sorpresa.
Se esperaba, además, que el equipo de Astrada metiera mucha presión habida cuenta las fragilidades defensivas que evidenciaba el rival, pero se perdió en toques intrascendentes y sin nada de juego profundo.
Sin Verón, ausencia que se confirmó ayer por la mañana en el Country, su entrenador tuvo que cambiar casi todo el dibujo táctico, y a la hora de la verdad nada funcionó correctamente. Jugó mal en el primer tiempo, muy mal el segundo, careció de juego asociado, generó pocas situaciones de riesgo ante el arquero Lampe, y terminó aburriendo a todo el mundo. Dio la sensación que hasta terminó contagiándose de la mediocridad del adversario boliviano.
Resultó llamativo, salvo en algunas apariciones de la Gata Fernández, que el equipo no tuviera elaboración de juego, y esto motivó que el equipo no tuviera profundidad, tampoco aquella intensidad que se esperaba desde el arranque y, lo más sugestivo aún, fue que no tuvo coordinación entre líneas.
Dentro de ese panorama el partido fue transcurriendo dentro de una monotonía abrumadora, con todo el juego centrado en el medio y con muy pocas excursiones de las dos áreas, como que los arqueros resultaron meros espectadores del cotejo.
Un tiro libre de Benítez, con amague mediante, la entrada de Gastón Fernández en off side para recibir la pelota que había peinado Boselli, el balón que rebotó en un palo y enseguida entró en escena Salgueiro para, con un cabezazo cruzado al palo izquierdo marcar el único gol que tuvo el partido. Transcurría el minuto 16 del primer tiempo.
Ni el línea ni el árbitro se dieron cuenta de que la jugada estaba viciada de nulidad, pero eso no fue lo único, ya que también ignoraron un agarrón a Alayes dentro del área y una evidente mano de De Carlos también dentro del área boliviana. Si en cambio le anularon bien un gol a Bejarano, de cabeza, en el primer tiempo, quien sí estaba en posición prohibida.
Esas fueron las emociones más importantes que tuvo el partido. Además de aquel remate largo de Saucedo, a los 35' del complemento, que Andújar desvió contra su palo derecho, y un cabezazo a quemarropa de Galván, en el cierre, que tapó muy bien el golero boliviano.
Astrada no pudo hacer funcionar al equipo. Lo intentó, pero no hubo caso. Otra vez Angeleri quedó desaprovechado como volante por derecha. Benítez se perdió nuevamente por izquierda en una función híbrida entre volante y lateral. Los tres del fondo estuvieron imprecisos. Sánchez Prette tuvo muchas lagunas y, otra vez, a Boselli no le llegó ninguna pelota clara.
La voluntad de Salgueiro, los relumbrones de Fernández, y no mucho más. Eso fue anoche Estudiantes que, sin Verón, pasa a ser un equipo más, y muchas veces sin brújula.
Encima tenía que golear (ahora su diferencia es -2), y se sabe la trascendencia que tiene esto en una definición en el grupo. Enfrentó al rival más débil y, sin juego ni elaboración, apenas pudo cumplir con el objetivo primario de ganar.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE
Para comentar suscribite haciendo click aquí