Trump viaja a Las Vegas para reunirse con las víctimas de la masacre

El presidente estadounidense, Donald Trump, viajará mañana a Las Vegas para reunirse con víctimas de la masacre del domingo, mientras autoridades seguían investigando qué llevó a un contador jubilado a descargar una lluvia de balas desde un piso 32 contra una multitud que asistía a un concierto al aire libre.

El tiroteo, el más letal de la historia moderna de Estados Unidos, dejó 59 muertos y 527 heridos, la mayoría de ellos alcanzados por los tiros disparados por Stephen Craig Paddock pero muchos también como resultado de la desesperada estampida por huir del lugar, según cifras actualizadas hoy por las autoridades.

Investigadores y familiares de Paddock seguían sin poder explicar hoy las motivaciones de este hombre sin antecedentes penales, de 64 años y adepto a las armas, al video póquer y las inversiones en bienes raíces, para perpetrar tal masacre, antes de suicidarse en su habitación del hotel al verse confrontado por la policía. 

La policía de Las Vegas dijo hoy que Paddock tenía un arsenal de 23 armas en su habitación del hotel casino Mandalay Bay, desde la cual abrió fuego el domingo por la noche contra una explanada situada a 200 metros y a nivel de la calle donde más de 20.000 personas disfrutaban de un recital de música country.

El hombre utilizó 10 valijas para ingresar las armas en su cuarto, donde además se hallaron dos dispositivos que pueden usarse para hacer que rifles y fusiles semiautomáticos disparen de manera continua, transformándose en completamente automáticos, dijo a la prensa el agente de policía Todd Fasulo.

Otras 19 armas, así como explosivos y cientos de municiones se encontraron en un registro en la casa de Paddock en el barrio cerrado para jubilados de Mesquite, prosiguió Fasulo, ayudante del sheriff del condado de Clark, que incluye a Las vegas, en el occidental estado de Nevada. 

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La masacre volvió a reabrir el debate sobre la necesidad de controlar la venta y la tenencia de armas en un país donde su posesión es un derecho consagrado por la Constitución pero donde este tipo de matanzas son altamente frecuentes, mucho más que en otras naciones desarrolladas. 

Trump se refirió hoy a Paddock como un "demente", "un individuo muy enfermo" con "un montón de problemas", aunque evitó referirse al arsenal de armas que el hombre tenía en su poder y buscó esquivar, otra vez, el tema del control de armas, al que se opone su Partido Republicano.

"Hablaremos de leyes de armas a medida que pase el tiempo", señaló el mandatario en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca.

El presidente prefirió centrarse en defender la actuación de la policía, un mensaje frecuente en él, y calificó como "milagro" su "rápida" respuesta al incidente.