La “crisis del submarino” tiene en vilo a la Casa Rosada

Por MARIANO SPEZZAPRIA

No son días sencillos para el Gobierno. La angustia que provoca entre los argentinos el extravío del submarino ARA “San Juan” mantiene a la administración de Cambiemos pendiente en detalle de los operativos que se realizan para rescatar a los 44 tripulantes del navío. El propio Mauricio Macri acudió ayer al edificio Libertador para que le informaran las últimas novedades del caso.

La presencia del jefe de Estado en la sede del Ministerio de Defensa dejó dos conclusiones: la primera fue una orden para que se utilicen “todos los medios disponibles” para encontrar al submarino; la segunda que, una vez detectado el “San Juan”, la Armada tendrá que explicar lo sucedido y en todo caso sus máximas autoridades deberán hacerse responsables por ello.

El Presidente sintió en carne propia, durante una visita que hizo el fin de semana a la base naval de Mar del Plata para darles aliento a los familiares de los tripulantes del submarino, la sensibilidad que despierta el asunto. Allí, una mujer le reprochó que la nave no habría tenido todo el mantenimiento necesario porque no debían navegar “los altos mandos” sino los marineros.

Más allá de ese cuestionamiento, que remite al retraso tecnológico de las Fuerzas Armadas, Macri busca mantenerse presente y atento al derrotero del ARA “San Juan”. Por eso la Casa Rosada distribuyó ayer fotografías en las cuales se lo pudo ver dando instrucciones al jefe de la Armada, el almirante Marcelo Srur. Un perfil mucho más bajo adoptó, a su vez, el ministro de Defensa, Oscar Aguad.

Razones no le faltaron: el fin de semana cometió el error de escribir un tuit en el que dio cuenta de las “siete señales de llamadas satelitales que provendrían del submarino”, las cuales luego se informó que no habían sido emitidas por el ARA “San Juan”. Encima, el ministro de Defensa se enteró del extravío de la nave por los medios de comunicación y no por la Armada Argentina.

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El ministro Aguad se enteró por los medios de comunicación y no por la Armada

Aguad se encontraba en Canadá la semana pasada, en una reunión de la ONU, cuando trascendió la desaparición del San Juan. Tal vez por eso se comunicó ayer el pase a retiro del contraalmirante Gabriel González, comandante del Área Naval Atlántica de Mar del Plata, a donde debía arribar el submarino el lunes 13 pasado. Aunque no hubo explicación oficial sobre la medida adoptada.

La forma en que la Armada viene comunicando el tema también puede ser objeto de revisiones. En la Casa Rosada y en el Ministerio de Defensa no pasó inadvertido que los marinos reconocieron una falla de baterías en el sumergible “cuatro o cinco días después” de su último contacto con la base de Mar del Plata. Pero ahora “la prioridad” es encontrar al submarino, los instruyó Macri.

EL GABINETE Y LAS REFORMAS

El Presidente también debió ocuparse ayer de la recomposición de su Gabinete. Por eso le tomó juramento a los nuevos ministros Luis Etchevehere (Agricultura) y Adolfo Rubinstein (Salud) en un acto en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. Allí se permitió un momento de distensión, al bromear sobre la histórica dureza de los productores agropecuarios en la exposición rural de Palermo.

“Mirá que por agosto hay una ceremonia en la que te hacen saber si algo no marcha bien”, ironizó Macri dirigiéndose a Etchevehere, justamente un ex presidente de la Sociedad Rural. En el acto estuvo el saliente ministro de Salud, Jorge Lemus, pero no así Ricardo Buryaile, ex de Agricultura, quien no habría aceptado de buen grado su reemplazo, trascendió en la Casa Rosada.

En forma simultánea, unos 160 diputados y senadores de Cambiemos –actuales y electos- se reunían en otro salón de la sede gubernamental para escuchar de boca de los ministros del Gabinete los pormenores del paquete de reformas que deberá tratar el Congreso hasta fin de año. En ese encuentro hablaron Jorge Triaca (Trabajo) y Nicolás Dujovne (Hacienda), entre otros.

Ambos, más el titular de la ANSeS, Emilio Basavilbaso, informaron a los legisladores -entre los que se pudo ver a los bonaerenses Esteban Bullrich, Gladys González, Toty Flores y Guillermo Montenegro- sobre las reformas laboral, tributaria y previsional que ya ingresaron al parlamento y que esta misma semana comenzarán a ser analizadas en comisiones del Senado y Diputados.

En ese contexto, no resultó llamativa la presencia del titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, en la Casa Rosada. Tampoco la de la vicepresidenta Gabriela Michetti, cabeza del Senado, ni la del influyente presidente provisional de la Cámara alta, Federico Pinedo. Paula Bertol, quien oficia de enlace entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, también se mostró muy activa ayer.

Aunque todos los movimientos políticos que EL DIA pudo constatar en la Casa Rosada estuvieron en un segundo plano respecto de la “crisis del submarino” ARA “San Juan”, que mantiene en vilo al Gobierno.