Desde la altura del Altiplano

Por RODRIGO CHAGARAY
ENTREVISTA

La sala de prensa de Gimnasia, en la sede de la calle 4, le da marco al mano a mano de este medio con Raúl Salvatiera, el basquetbolista que es una de las caras nuevas de este Lobo 2017 en el TNA, siendo uno de los pocos basquetbolistas de su país que juega en el exterior.

Su sonrisa es amable y su rostro lleva consigo los puntos que le dieron en su ceja derecha, tras la última batalla tripera: triunfo por 89-75 ante La Unión (Colón, Entre Ríos) en la segunda categoría del basquetbol nacional.

El hielo lo rompe enseguida Salvatierra: “La historia de Gimnasia en básquet fue motivo suficiente para motivarme a venir a La Plata; encima tener el plus de jugar el TNA y competir en una Liga tan competitiva como la argentina, formaron una combinación perfecta; vine sin dudas a triunfar aquí”, explicó el jugador de 26 años.

SUS ORIGENES

“Antes jugaba al fútbol y por una enfermedad lo tuve que dejar, esa dolencia disparó mi crecimiento y que llegue a tener la talla de hoy (2 mts de altura); el básquet llegó a mi vida por una cuestión de ponerme al día con mis amigos y el colegio tras la enfermedad, me preguntaron si quería jugar y me enganché enseguida. En Bolivia pasan por la tele la Liga Nacional y como soy un apasionado del deporte, no hubo mucho más por decidir”. A lo que agregó: “Soy profesor de básquet y estoy terminando la Licenciatura en Actividad física y deporte; me encanta la actividad deportiva y más que nada difundirla; en mi pueblo que se llama Guayaramerín, realizo siempre Campus de entrenamientos y es una forma de devolverle al lugar donde nací, todo lo que me dio”, aseguró Salvatierra.

CON LOS BRAZOS ABIERTOS

De Gimnasia, su nueva casa, el deportista boliviano solo destila agradecimiento: “Me han recibido de primera, hay un gran grupo de gente, convencida de una idea y fue muy fácil acoplarse, pero fundamentalmente hay buena gente, me la hicieron fácil desde el primer momento”. A lo que añadió: “Me recibieron con los brazos abiertos aquí en Gimnasia; las diferencias entre el básquet del que provengo y este de aquí son abismales; desde lo físico, la parte de nutrición, el cuidado de los preparadores físicos, la recuperación y más que nada desde la institución; he llegado a un gran club”, aseguró.

“El entrenador me ha pedido mucha defensa y que esté atento a los rebotes, que es algo primordial; recién ahora me está liberando para que pueda hacer otras cosas más, pero sin desviarme del eje, que es respetar el sistema de juego”, aclaró respecto a la idea de juego del Lobo bajo la dirección técnica de César Adriani.

LA COMUNIDAD BOLIVIANA DE LA PLATA

“Vivo acá en la ciudad y estoy muy interesado en la gran cantidad de compatriotas que se han acercado a verme jugar, extraño muchas las comidas de mi país, pero me han dicho que para las fiestas de la Virgen de Copacabana, se arma algo cultural muy lindo, me puso contento eso; poder estar cerca también de mi gente, es algo que me convenció de venir aquí”, comentó un sonriente Salvatierra.

“Es un orgullo que gente de mi país me acompañe, llevo los colores de Bolivia muy arraigados en mí; es la forma de mantener vivas en mí, las cosas que me hacen ser como persona, tal cual como soy y como fui criado”, expresó con orgullo el basquetbolista boliviano mientras apretaba bien fuerte la campera de la selección con los colores de su país para posar en la producción de fotos con este diario que se hizo en Polideportivo, que poco a poco, se acostumbra a su presencia aquí.

LA HINCHADA DEL LOBO

“Sé que el Lobo tiene una hinchada espectacular y eso para lo que tenemos como objetivo, que es salir rápidamente de la posición incómoda de la tabla y para poder clasificar a los play offs, es algo muy lindo; que la gente venga como viene y llene el estadio como lo hace es bárbaro; además tengo muchas ganas de ir al Bosque y ver al equipo de fútbol, me han dicho que ver a la hinchada ahí en la cancha, es algo que no me puedo perder”, expresó Salvatierra refiriéndose a la pasión que caracteriza a los triperos.

LA SELECCION BOLIVIANA

“Las carencias y la desorganización a nivel de la Federación Boliviana de Básquet es algo común; fijate que en junio se va a jugar algo muy importante en Tarija y todavía ni siquiera hemos hablado entre los que integramos el equipo, duele que esto pase, se hace todo a pulmón y terminás representando a tu país, exclusivamente por amor puro al deporte y a la camiseta”, finalizó.