Las motos no paran y ya son 3 de cada diez vehículos registrados

Prácticas y relativamente baratas, sobre todo en sus versiones de baja cilindrada, para encarar la congestionada travesía urbana de todos los días, las motos se multiplican en cada esquina, cada calle y cada avenida de las grandes ciudades. Y nuestra ciudad no es la excepción. Los últimos informes oficiales acerca de la composición del parque automotor muestran que tres de cada diez vehículos registrados tienen dos ruedas, una tendencia que obedece principalmente a cuestiones económicas y plantea desafíos para el futuro de un tránsito cada vez más complicado.

Concretamente, en los últimos cinco años, mientras la cantidad de autos y camionetas se mantuvo estable, en torno a los 15 millones de unidades, la de motos pasó de 5.648.000 -en 2013- a 7.710.000 -en 2017-. Un estudio elaborado por el Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) corroboró que ese parque creció un 37 por ciento, en una escalada que no frena y no parece tener techo; en la actualidad hay incluso provincias en las que se registran más motos que autos.

En nuestro medio, la curva de patentamiento de nuevos rodados de esta clase confirma esa tendencia, si se habla del aporte que estas inscripciones hacen a la composición del parque. De acuerdo con las cifras de la Dirección Nacional de Registros de Propiedad Automotor (DNRPA), en lo que va de 2018 se empadronaron 5.049 motos, a las que hay que sumarles 1622 más si se incluyen los distritos de Berisso y Ensenada; en 2017 fueron 8.117 (y 2.373 en los partidos ribereños).

Si hablamos de autos, La Plata acumuló en los tres primeros trimestres de 2018 unas 18.910 inscripciones, más 1954 entre Berisso y Ensenada, lo que implica que por cada diez autos se anotaron 3,12 motos, aún bajo el influjo de una severa crisis económica. En 2017, la totalidad de autos inscriptos llegó a 26.647, y el coeficiente en dos ruedas anual llegó a 3,28.

El dossier de la ANSV parte de esas cifras para abordar las problemáticas que plantean, y hace hincapié en que, en materia de riesgos, los motociclistas están entre los actores más vulnerables del tránsito.

Según se precisa, cuatro de cada diez víctimas fatales registradas en accidentes viajaban en moto; los tripulantes de estos rodados están presentes en seis de cada diez incidentes viales, y representan el 38 por ciento de las víctimas fatales, superando el porcentaje de automovilistas, que hoy representan el 31,7 por ciento.

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En nuestra ciudad, ONGs como Corazones Azules destacan que el 70 por ciento de los fallecidos en accidentes estaban sobre una motocicleta, y la crónica policial incluye siniestros con heridos, graves o leves, cotidianamente. Según un informe de Organización Mundial de la Salud (OMS), los motociclistas tienen una probabilidad 26 veces mayor que los automovilistas de fallecer en un accidente vial.

La interpretación de los coeficientes de composición del parque automotor en clave platense puede ser abordada también desde otros ángulos. Los especialistas coinciden en que la proliferación de los pequeños rodados, si tuviera correlato en una disminución de la cantidad de sus “hermanos mayores” de cuatro ruedas, podría arrojar algunas ventajas para la dinámica vehicular urbana. Pero para que esas ventajas trasciendan el terreno de lo potencial, se señala que es imprescindible reforzar la fiscalización de las condiciones en que circulan ciclomotores, scooters y “cubs”; acrecentar los controles a los conductores y la documentación con la que deben contar para salir a la calle; mejorar la educación vial; y hacer más exigentes los exámenes que permiten obtener las licencias.

“El fenómeno de las motos está enmarcado por muchas variables, pero, en primer lugar, hoy por hoy, está predominando lo económico. Si sale más barato comprar la motito en cuotas que tomar dos micros -que además funcionan mal- todos los días, la gente se va a inclinar por eso” apunta Daniel Zuccarelli, magister en Seguridad Vial: “hay quienes van más allá y a pesar de tener auto se compran un scooter para el ‘cabotaje’, porque es un ahorro enorme en combustible”.

“La tendencia en ingeniería del tránsito es desalentar el uso de los autos y liberar espacios, así que en un país normal tener mayor porcentaje de motos en la composición del parque circulante podría ser una ventaja, porque ocupan menos calzada… incluso en lo ambiental, porque contaminan menos; pero acá es un problema, porque básicamente le dan el registro a cualquiera” advierte Zuccarelli, ex funcionario, asesor y docente con más de cuatro décadas de experiencia en el tema: “se siguen emitiendo licencias con mínimos conocimientos, se mezcla la inexperiencia con el desconocimiento de las normas, los controles están mal hechos y existe una violencia cada vez mayor en el manejo”.

El fenómeno se debe a muchas variables, pero lo que predomina es lo económico

En ciudades en que el transporte público es cuestionado por su escasez de frecuencias y cobertura incompleta, con tarifas que se han elevado drásticamente, las motos prometen una alternativa eficiente, flexible y accesible. Los modelos básicos de marcas líderes se pueden adquirir desde los $15 mil, usados, y entre $20 y $25 mil nuevos; para comprar un auto, en cambio, hay que multiplicar esas cifras varias veces.

Además, un ciclomotor chico otorga la chance de esquivar algún embotellamiento bravo, y puede cubrir un centenar de kilómetros con dos litros de nafta, equivalentes a $80; los seguros “contra terceros” también son más baratos, pero de todos modos muchos ni siquiera cuentan con ellos.

“EL AUMENTO ES NOTORIO”

En la Comuna subrayan que “se están retirando de circulación unas veinte motos por día, en diferentes operativos, por diferentes irregularidades entre las que no tener licencia o tenerla vencida representa el treinta por ciento, y también es fuerte el porcentaje por falta de seguro”.

“El aumento en la cantidad de motos es notorio, y eso nos ha llevado a introducir algunos cambios en los exámenes para obtener el registro, que esperamos que en el corto plazo se traduzcan en una mejor cultura vial” destaca Roberto Di Grazia, titular de Control Ciudadano: “tanto los teóricos, con mayor hincapié en la enseñanza de la normativa, como los prácticos, donde se toman varias maniobras -no sólo un zigzagueo de conos- y se analiza el control que cada conductor tiene sobre su cuerpo, su vehículo y su inercia, son más exigentes. La mayoría de los accidentes de motos se producen por negligencia o desconocimiento de las reglas”.

En cualquier caso, la proliferación de estos rodados ligeros es un fenómeno que se seguirá potenciando de avanzar las alternativas específicas de financiamiento que se barajan, como el plan de compra en 50 cuotas con tarjeta de crédito que diferentes fabricantes y concesionarios están gestionando con los principales bancos públicos, Secretaría de Comercio mediante. Se trataría de cuotas fijas en pesos, a una tasa subsidiada, que triplicarían los plazos que hoy se ofrecen, que no superan los 18 meses. Se prevé que los bancos Provincia, Nación y Ciudad entren en el acuerdo.