La Ciudad próxima al colapso por la falta de estacionamiento

Hace pocos meses se analizaba en esta columna la crítica situación que se plantea en nuestra ciudad a partir del explosivo crecimiento del parque automotor, señalándose que, tanto en el desplazamiento de vehículos como para el estacionamiento, la situación en La Plata no da para más y se aproxima al colapso. Los últimos datos estadísticos demostraron que la cantidad de autos nuevos que se sumó en 2017 a las calles platenses fue de 20 mil unidades, es decir el equivalente a una superficie de doce hectáreas repletas de vehículos estacionados uno al lado del otro, en una situación que se viene presentando año tras año.

Está claro, entonces, que las autoridades se encuentran virtualmente obligadas a encarar planificaciones de fondo, pues el constante crecimiento del parque automotor -sobre un casco urbano que tiene la misma superficie que tuvo en los días de la fundación- se traduce en accidentes, embotellamientos, falta de lugares para estacionar y otros trastornos que afectan gravemente la dinámica de la Ciudad.

En ese contexto es que acaba de conocerse que el Paseo del Bosque se encuentra superpoblado de autos, como consecuencia de los aumentos en las tarifas del estacionamiento medido en el Centro, que se traducen en un gran desplazamiento de vehículos hacia las zonas exentas de pago alguno. Tal como se informó en la nota publicada en este diario, en especial la avenida 52 que corre de la 1 hasta la 122, se ve superpoblada de vehículos que buscan estacionar e, inclusive, de largas filas con automóviles estacionados en doble fila.

En concreto, los conductores que antes estacionaban en zonas del Centro o en los alrededores, se desplazaron hacia las zonas casi periféricas y entre ellas al Bosque, en una situación que, en el último de los casos, implica riesgos para las personas que acuden a ese paseo con fines de esparcimiento y, por consiguiente, la desnaturalización de uno de los espacios verdes más privilegiados de la Ciudad, que cuenta, entre otros atractivos, con el Zoológico, el Museo de Ciencias Naturales, el Lago, el teatro Martín Fierro, el Observatorio Astronómico, el Planetario y las canchas de Estudiantes y Gimnasia.

La cantidad de accidentes fatales y de colisiones menores ofrece totales cada vez más abultados, además del crecimiento de la cantidad de infracciones, como estacionamientos en doble fila o en ochavas, maniobras intempestivas y otras expresiones propias de una anarquía que, en buena medida, es resultado de la indisciplina de los conductores, aunque también fruto del colapso vial existente.

Hace tiempo que los expertos piden reformas urbanísticas integrales, que apunten al desaliento a la entrada a la zona céntrica de vehículos particulares; al fomento de un transporte público económico y no contaminante; a la existencia de más bicisendas; a la solución integral del estacionamiento, sea con la construcción de playas subterráneas o de superficie lejos del centro o al tendido de un sistema como el del metrobus que alivie a las avenidas principales, entre otras medidas indispensables.

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La ausencia de planificaciones y de medidas concretas ha llegado a un punto de no retorno, más allá del cual sólo cabe esperar más complejidades y situaciones anárquicas en un tránsito como el de La Plata que, tal como lo advierten los expertos, no da para más y reclama reformas estructurales en forma perentoria.