Rastrean y detectan a quienes venden en Facebook los lotes ocupados en 9 y 93

Cruzado por múltiples urgencias y factores, el fenómeno de las usurpaciones de terrenos sigue generando gran inquietud en distintos barrios, en particular en zonas de la periferia platense. Esta semana el foco de tensión se trasladó a Villa Elvira, donde avanza la ocupación de un predio de 20 hectáreas en cercanías del arroyo Maldonado, pero en lo que va del año ha tenido capítulos en Melchor Romero, Villa Alba, San Carlos, Los Hornos, Altos de San Lorenzo, Villa Montoro, El Retiro y Berisso, por citar algunos barrios.

Por ahora ni la Policía ni la Justicia accionan para frenar la ocupación ilegal que se está dando en las tierras que se extienden entre las calles 7 y 11 y 93 a 98. Así las cosas, fueron los propios vecinos y el dueño de los terrenos quienes se decidieron a rastrear, a través de las redes sociales, a quienes están ofreciendo a la venta los lotes recién usurpados. Dieron con sospechosos y ahora aportarán esa información a investigadores de la DDI local para que, a través de peritajes informáticos, puedan llegar hasta quienes apelan a estas maniobras para lucrar con la urgencia habitacional.

Es que, como informó este diario en su anterior edición, los lotes ocupados el lunes enseguida aparecieron a la venta en Facebook, donde los ofrecen a $20.000. Incluso hubo gente que en las últimas horas llegó hasta ese sector de Villa Elvira, tentada por la propuesta, con la idea de adquirir alguno de esos lotes.

“Sabemos que una mujer de la zona de 93 entre 11 y 12 está publicando estos avisos en Facebook. Están ofreciéndolos tanto a gente del barrio como a los que quieran instalarse. No sabemos si vendieron alguno”, contó a este diario el dueño de los terrenos en cuestión. Los vecinos creen que otro cómplice estaría instalado en las tierras en cuestión, organizando la maniobra y “recibiendo” a los interesados en acceder a los lotes.

Ya este diario había dado cuenta de esta creciente modalidad, en la que las redes sociales se convierten en el canal para comercializar ilegalmente terrenos que fueron ocupados por la fuerza. Por lo general los publican a entre 20.000 y 50.000 pesos promedio, y por lo general están situados en distintas localidades de la periferia. Las publicaciones suelen ir acompañadas con fotos de dudosa autenticidad y, claro está, de escasas referencias. Incluso es muy común que se acepten permutas o “auto a cambio o como parte de pago”.

PEDIDO EN FISCALIAS

En las últimas horas los propietarios de los terrenos volvieron a presentar una solicitud de “pronta intervención” en la fiscalía de Marcelo Romero. En la denuncia explican que los ocupantes invadieron los lotes “rompiendo el alambrado existente, permaneciendo en los mismos hasta la fecha e iniciando una distribución de tierras con los elementos removidos -alambres y palos- acompañada de la construcción de precarias casillas por parte de personas que estarían lucrando con el alquiler y/o venta de las mismas”.

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Remarcaron que desde entonces “se ha incrementado la cantidad de intrusos en los referidos lotes, quienes, mediante la exhibición de armas, amenazan a los propietarios y vecinos” que se acercan al predio.

Por ahora, no obstante, se sigue aguardando una resolución judicial. Sabido es que requerir y lograr un desalojo puede resultar arduo, incluso para los propietarios que tienen todos sus papeles en regla. El derrotero judicial implica que el damnificado, con un breve escrito, puede presentarse en la fiscalía de turno pidiendo un “desalojo preventivo”. Entonces, el fiscal eleva la solicitud al juez y éste, si decide que es dable proceder, inicia el protocolo vigente al respecto, que tiene como objetivo tratar de evitar la expulsión violenta de los ocupantes y proteger a los menores involucrados. Por ese motivo, en los pasillos de Tribunales aseguran que si bien los titulares de las parcelas suelen obtener dictámenes favorables, en la práctica la ejecución del desalojo suele encontrarse con diversas trabas.

TENSA CALMA

En torno a las tierras en conflicto ayer la situación permanecía en una tensa calma. Hay un sector ocupado: el que va por 93 de 9 a 11 y hasta el arroyo Maldonado (unas cuatro manzanas) y otro, liberado, de 16 manzanas en las que se avanza en la apertura de calles para el futuro loteo que proyectan realizar en el predio.

“La preocupación es que se sigan instalando, de las casillas de madera pasen a las de material y ya se torne irreversible”, dijeron desde la zona.

Una situación así se dio este año en Villa Alba, escenario de otra toma ilegal de tierras que no ha parado de consolidarse desde entonces en 602 a 604, y de 119 a 121 bis. Hoy, estiman, los usurpadores superan los 300.