Gloria Peirano

Un diálogo entre una madre y su hija. Una escena que se repite todos los días, mientras recorren los lugares donde la mujer trabaja de nutricionista. “Tenés esa ruta, la ruta de mis hospitales: Muñiz, Roca, Español, Británico, Fiorito, Gandulfo, Fernández”. La hija la espera, a veces, en el auto; otras, en los jardines, en los pabellones blancos, en los espacios donde los cocineros descansan después de haber preparado platos equilibrados que curan.

Esta road movie suburbana, tejida de recuerdos e itinerarios, narra una historia que, como un oráculo, intenta desentrañar la delicada frontera entre la salud y la enfermedad, la vida y la muerte y, especialmente, la presencia y la ausencia.