Qué hacer para que el receso invernal no apague la llama

El inicio de las vacaciones de invierno puede ser un momento de felicidad para los más chicos, que gozarán del descanso del colegio, podrán dormir más y planear actividades recreativas. Sin embargo, para algunos padres, esta situación no es tan idílica: que sus hijos no asistan a la escuela implica organizar de otra manera la rutina familiar, lo que genera algo de estrés. También implica menos tiempo a solas con la pareja y, por decantación, disminución de las relaciones sexuales.

De hecho, la problemática es tan común que hay un estudio reciente en España acerca del tema. Más de la mitad de los españoles encuestados, exactamente un 58%, afirmó que tiene menos relaciones sexuales con su pareja durante esta época. Y la cifra ascendió al 69% entre los que tienen hijos en la franja de los 14 a los 16 años. Los resultados se desprenden de la encuesta realizada por una consultora independiente, llamada Opinium Research, que obtuvo la muestra en 1.500 padres y madres con niños de entre 5 y 16 año.

Las razones por las cuales se ven diminuidos los encuentros íntimos con la pareja durante las vacaciones escolares se atribuyeren al cambio de horarios, pues los niños se van más tarde a la cama y eso complica el encuentro, según manifestó un 53% de los consultados. Además, un 37% lo reconoció que se encuentran muy “cansados” después de estar al cuidado de los chicos durante todo el día.

Además del frío propio de la estación invernal, los encuestados aseguraron que la relación se “congela” durante las dos semanas del receso. Tres de cada cinco españoles con pareja (65%) dijeron que pasan más horas entreteniendo a sus hijos que con sus parejas. Y el 81% discute sobre el cuidado de los niños durante este periodo. Como si esto fuera poco, dos de cada diez (23%) admitió que el estrés de las vacaciones escolares pone a prueba su relación. Hay parejas que llegan a una decisiónj casi extrema: el 25% de los padres de entre 23 y 27 años deciden “darse un tiempo” en gran parte por las discrepancias que tienen sobre el cuidado de los hijos durante las vacaciones.

Por lo general, la llegada de los hijos tiene un efecto directo sobre la relación de pareja. En cuanto a esto, el 15% dijo que “discute más” desde que se convirtieron en padres y el 17% afirmó que perdió el “romanticismo” de los inicios. Y, como se viene diciendo, ser padres también disminuye la intimidad: tres de cada diez (32%) personas declaró que ya no tiene la misma relación íntima que antes de convertirse en madres y padres.

LA ORGANIZACIÓN

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Mucho estrés y poco relax. Así parecen ser las vacaciones de invierno según los padres. Entretener a los hijos durante dos semanas requiere, al parecer, de una planificación anticipada y gran capacidad organizativa. Tres de cada diez padres (30%) consultados afirma que la carga mental de planificar esta época es “manejable”.

Otros, menos afortunados, pusieron los calificativos de “desafiante” (26%), “estresante” (24%) y “abrumante” (12%) al hecho de pensar qué hacer con sus hijos durante el período de receso escolar. Muchos preferirían, según manifestaron, dedicarse a tareas más complejas como pasar cuatro horas ayudando a sus hijos con los deberes de matemática (27%), o a correr una media maratón (27%) o, incluso, a pasar una semana con sus suegros (22%), en lugar de ponerse a organizar el cuidado de sus propios hijos durante el tiempo que duran las vacaciones.

SER SILENCIOSOS

Algunos de los consejos que brindan los expertos en pareja es que no hay que “desesperarse” ante la situación de las vacaciones. Y, debido a que una de las causas de la poca frecuencia de relaciones sexuales es que los chicos “se acuestan más tarde”, la respuesta está en “ser más silenciosos”.

El truco consiste en no hacer ruido o buscar mecanismos para que los sonidos queden atenuados. Que la mayor presencia de los hijos en la casa no sea un obstáculo sino “todo lo contrario”, que las parejas lo vean como un desafío que aporta algo distinto a las relaciones íntimas.

Algunas opciones para que no los descubran son:

-Dedicarle más tiempo a los “juegos previos”: prestarle más atención a lo preliminar y menos a la penetración. Esa es una buena forma de mantener los ruidos y los posibles gritos bajo un volúmen mínimo y la “previa” es de lo más placentera.

- Sacarle provecho a la ducha: el baño es un buen lugar donde se puede disfrutar de la intimidad. El ruido del agua tapará los sonidos, y es una chance para probar nuevos espacios, si es que aún no han puesto en práctica este sitio de la casa.

-Elegir posturas en las que los ruidos son menores: algunos ejemplos son hacerlo parados o en el piso, para que la cama no emita ningún sonido, más si la habitación está contigua a la de alguno de los hijos.

- Controlar la respiración: cuando a alguno le venga las ganas de gritar, tiene que respirar. Esta es una técnica efectiva para que los gemidos sean menos ruidosos.

Como un último tip: no olvidarse del sexo oral: esta modalidad puede ser más silenciosa que el resto y también muy placentera.