En las terapias ya se habla de “otra pandemia”, muy diferente a la primera ola

En las terapias intensivas de la Región ya se habla de “otra pandemia” a partir de las marcadas diferencias que muestra esta segunda ola de coronavirus con lo que fue el pico de la primera, en 2020. Así, se enumeran algunas diferencias preocupantes, tales como la aceleración de la velocidad de los contagios, la mayor presencia de pacientes jóvenes y de cuadros más graves y complejos, que incluyen fallan multiorgánicas, entre los que llegan a las salas de cuidados críticos.

Todo esto se percibe en el marco de un momento límite de “altísima ocupación de camas tanto en el ámbito público como en el privado “, según describen los intensivistas consultados y aún cuando la mayoría de los servicios fueron recientemente reforzados.

Esa alta ocupación también reconoce una diferencia sustancial con el pico del 2020: mientras entonces muchas de las camas locales permanecían ocupadas por derivaciones de otras áreas de la Provincia, hoy la situación de la Región es tan crítica que la mayoría de los pacientes internados son de la zona y hasta hay derivaciones desde La Plata hacia centros de salud del conurbano.

Para hacer más complejo el panorama, anoche se informó oficialmente que la variante de Manaos, considerada “hipercontagiosa” ya tiene circulación comunitaria en la Ciudad (ver aparte).

La situación de las terapias

“Es como una pandemia nueva”, describe María Gabriela Sáenz, jefa del servicio de terapia intensiva del Hospital San Martín, que el último viernes estaba funcionando con el 90% de sus camas ocupadas, mientras Elisa Estenssoro, ex jefa de ese servicio y miembro del Consejo Ejecutivo de la Federación Mundial de Sociedades de Terapia Intensiva vislumbra un horizonte complicado: “Si no disminuye el número de casos, el panorama que nos acecha es oscuro”, le dijo a este diario.

La preocupación de los profesionales tiene que ver con la capacidad de respuesta del sistema si no logra frenarse la velocidad de los contagios y también con la situación del personal de salud, dado que la falta de intensivistas, que representó un problema el año pasado, se profundiza ahora, cuando los profesionales suman el cansancio de más de un año de trabajo en pandemia a la necesidad de cubrir a los que se enferman o deben aislarse (aunque están vacunados eso no les impide contraer formas leves de la enfermedad) (ver aparte).

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Es en este contexto que los profesionales vuelven a hacer hincapié en el llamado a la sociedad a tomar conciencia de la necesidad de cumplir con las medidas preventivas. Y destacan el contraste existente entre las realidades que se viven en las terapias a diario y el relajamiento de las medidas de prevención en la calle.

Una situación crítica

“No lo esperábamos así. Sabíamos que una segunda ola iba a llegar, pero no imaginamos que iba a ser de esta forma. Y tan rápido”, dice María Gabriela Sáenz, jefa del servicio de terapia Intensiva del Hospital San Martín que el último viernes trabajaba con el 90% de sus camas ocupadas.

“El número de camas se amplió, sumando otras 13 en el servicio de emergencia y 6 en unidad coronaria para pacientes ventilados. En total tenemos 28 camas y trabajamos al 90%”, dijo Sáenz.

Para ilustrar el ímpetu de la presente ola, la especialista destaca que si en el pico de la primera ola se hisopaban en el hospital entre 30 y 50 personas diariamente, actualmente ese indicador promedia los 200 diarios. Entre ellos también es particularmente alto el número de positivos.

Sáenz destaca que la situación se complicó mucho más a partir del 5 de abril, cuando se aceleró la velocidad de los contagios y no sólo eso:; también comenzaron a aparecer pacientes que mostraban un deterioro más rápido frente al virus y formas de la enfermedad más severas: “Si durante el pico del año pasado las formas más graves de la enfermedad se relacionaban con neumonías bilaterales, ahora aparecen con más frecuencia fallas multiorgánicas, con compromiso de otros órganos, además de los pulmones, como los riñones o el corazón”.

Si bien hay pacientes que logran salir de la falla multiorgánica, se trata de cuadros que registran una alta mortalidad.

Al mismo tiempo, también requiere internación un mayor número de pacientes jóvenes que son afectados por las formas más graves del Covid.

“Si el año pasado durante el pico, la mayoría de los pacientes que llegaban a terapia tenía más de 65 años, ahora estamos recibiendo muchos pacientes de entre 40 y 50 años con formas graves de Covid”, dijo Sáenz.

comorbilidades

Desde la terapia intensiva del Hospital Larraín de Berisso, Gastón Funes, el jefe del servicio, elige una palabra para describir la diferencia entre el actual rebrote de coronavirus y el pico de la primera ola en la Región, allá por agosto de 2020. Esa palabra es brusquedad.

“En el pico del año pasado en Berisso llegamos a estar con la terapia al 70, al 80% a lo sumo y a veces con pacientes derivados de otros puntos de la Provincia. Durante esta segunda ola ya hemos estado al 100% sólo con pacientes de la zona, Y en el marco de un crecimiento de los casos que si por algo se caracterizó fue por lo brusco”, dice Funes.

Como Sáenz, también Funes dice que la rapidez de los contagios los tomó por sorpresa, pero no sólo eso: también la mayor frecuencia de los casos graves y la rápida evolución del virus en los cuadros más severos.

“Hemos tenido casos en este pico, que no vimos en el anterior, de personas que llegan a la guardia con una evolución viral rapidísima y pasan directamente a terapia intensiva. Estamos viendo más seguido este tipo de descompensación rápida”, dice Funes.

Por otra parte, también destaca que ven más pacientes jóvenes llegar a la sala de terapia intensiva, que en el caso del hospital de Berisso duplicó su capacidad para hacer frente a la pandemia y, así y todo, ya se completó en algunos momentos de esta segunda ola.

Entre los jóvenes que atraviesan los cuadros más graves de la enfermedad, las comorbilidades más frecuentes son la obesidad y la diabetes.

“Durante este rebrote hemos atendido hasta pacientes de entre 20 y 30 años con cuadros severos de coronavirus. La mayor parte de ellos registraban, además, diabetes y obesidad”, dice Funes.,

El profesional destaca que el promedio de edad de los internados también bajó y mientras en el pico de 2020, rondaba los 70 años hoy se ubica entre los 40 y los 50.

Por otra parte, el jefe de terapia intensiva del hospital Larraín dice que durante esta segunda ola son más frecuentes que durante el pico del 2020 los casos que les tocó atender que tuvieron un desenlace fatal.

La situación crítica, dice Funes, no alcanza solo a los servicios de terapia intensiva, sino también a los de clínica médica “que son los encargados de sostener al paciente y están con una enorme demanda”, destacó.

Razones y perspectivas

Al considerar cuáles pueden ser las razones que expliquen el actual escenario los profesionales consultados consideran que las nuevas cepas pueden gravitar, como también el relajamiento de las medidas de prevención en la sociedad.

“Probablemente las nuevas cepas, que son más contagiosas y en algunos casos más virulentas, tengan que ver, pero es algo que todavía hay que demostrar científicamente. El mal manejo de las medidas de prevención en la calle es notorio ”, dice, por ejemplo, Funes.

Para ilustrarlo, cuenta que “hoy actualmente muchos de los afectados llegan a las guardias acompañados por un familiar que por ser contacto estrecho debería permanecer en aislamiento, y sin embargo llegan al hospital, incluso a veces en transporte público”, indica el profesional.

Con las terapias trabajando al límite y considerando que los casos severos de Covid requieren de internaciones prolongadas en esos servicios que promedian los 20 días, los profesionales ven con mucha preocupación el futuro inmediato.

“Las terapias están trabajando en un estado de altísima ocupación tanto en el sector público como en el privado en la Región, lo cual genera mucha zozobra. Si siguen apareciendo casos nuevos a este ritmo, las perspectivas no son buenas”, le dijo a este diario Elisa Estenssoro.

Para la intensivista, uno de los datos que arroja esta segunda ola es el cambio del rol de la Región en la Provincia; si en el pico de 2020 había actuado como centro de derivación para ciudades del conurbano y el interior bonaerense, hoy la situación es la inversa: se derivan, a través de la red creada para tal fin, pacientes de la ciudad al conurbano bonaerense.

Con todo, la derivación a largas distancias es una situación con límites, ya que el traslado es una situación de inestabilidad y a veces complicada para pacientes que requieren ventilación, según explica Estenssoro.

lo que no cambia

Hasta aquí, las cosas que cambiaron entre esta segunda ola y el pico de 2020. A estas se suman otras variables que permanecen constantes y que no hacen más que aumentar la complejidad del escenario.

Una de ellas es que, más de un año después de la aparición del coronavirus en el mundo, sigue sin existir una herramienta específica para tratarlo en los estadíos más avanzados.

“La única terapia probada para los pacientes graves es la dexametasona, que se aplica en los casos de aquellos que están ventilados”, dice Estenssoro y agrega: “otros tratamientos, como el plasma de convaleciente o el uso del suero equino se utilizan para otros casos. El primero, en estadíos precoces de la enfermedad, generalmente con pocos síntomas y en pacientes mayores que pueden recibirlo incluso de manera ambulatoria. El suero equino está indicado para pacientes internados con oxígeno, pero no para los que están en terapia intensiva.

Mientras tanto el índice de mortalidad de los pacientes que llegan a terapia intensiva permanece en el mismo nivel que el año anterior: 57%.

Ante este panorama y el veloz crecimiento de los contagios, el mensaje de los profesionales es claro: la única forma de bajar el número de los contagios hoy -hasta que más gente esté vacunada- es seguir las medidas básicas de prevención. Las mismas que ellos mismos observan, día a día, como son descuidadas en la calle.

En las terapias dicen que la alta velocidad de los contagios los tomó por sorpresa