Comedia, terror y autogestión con sello platense

Lo material oprime. El dinero oprime. En tiempos de crisis, en el Festival de Mar del Plata aparecieron varias películas que volvían cine, que encarnaban en historias personales, esa opresión colectiva. Y entre ellas, en Competencia Argentina se proyectó “Algo que pasó en Año Nuevo”, la historia de Manuel y María, una pareja tan atascada que parecen haberse quedado en el tiempo (o quizás las crisis en Argentina no tengan época), que necesitan 15 mil dólares para realizar un tratamiento para quedar embarazados. Y se los van a pedir a los “tíos ricos”.

Lo que sigue, producto de ese “choque”, esa diferencia de clases, y entre referencias que van del terror alegórico de “Midsommar” y Jordan Peele a “Los Simpson” y “Esperando la carroza”, es una pesadilla para Manuel y María. Que se va enrareciendo, porque los tíos con plata hicieron su dinero gracias a la difusión de ideas del coaching ontológico, esa nueva encarnación de la filosofía new age.

Natalia Maldini y Casper Uncal protagonizan “Algo que pasó en Año Nuevo”, que se verá el viernes en La Plata, en el marco del Fesaalp

“Algo que pasó en Año Nuevo”, que tras su paso por La Feliz se verá, el viernes, en La Plata, en el marco del Fesaalp, es la primera película como director de Jorge Pinarello, criado en nuestro teatro independiente pero más conocido por ser el creador de “Te lo resumo así nomás”, canal de YouTube que supera los siete millones de seguidores. Y las siete millones de polémicas con la vieja guardia de la crítica de cine. De hecho, Pinarello cuenta en diálogo con EL DIA que ya hizo las paces con “el que está esperando a ver qué hace el pelotudo este que tanto bardeaba”.

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La película lleva el humor extrañado, bizarro, que ya es característico de Pinarello y su grupo, que viene de realizar en el mundo audiovisual “La obra de mi vida”, y que tiempo atrás gozara del pequeño furor que generan las producciones de culto con la serie web “Policompañeros motorizados”. La película también tiene las puteadas sensacionales de Natalia Maldini, protagonista (encarna a María, mientras que Casper Uncal es Manuel) y también productora de la película, que aprovechó para meter en una toma “un cuadrito del Gimnasia campeón de 1929 frente al que se persigna Manuel: mi bisabuelo está en ese cuadrito, Raimundo Maldini”. 

“En la autogestión, la creatividad queda un poco limitada, pero a la vez puede ser un buen obstáculo a la hora de escribir”

Y la película tiene algo más de Pinarello: sus padres. “La pareja protagónica está muy basada en mis padres y en su realidad en los 90: de hecho, tenían un Renault 12 como en la película”, se ríe el actor y director. Sus padres, como los protagonistas, nunca se cuestionaron demasiado su anodina realidad. “Ellos vieron la película: mi papá dijo ‘esta es tu madre’, y mi mamá dijo ‘este es tu padre’. Pero jamás dijeron ‘este soy yo’, nunca hicieron una autocrítica…”

En la familia de Pinarello, también “teníamos los tíos con plata”, la contraparte de la película. “Tenían la casa grande, cambiaban el auto una vez por año…” La visita de Manuel y María a ese universo, con piscina, sin preocupaciones materiales, genera un “choque de mundos”, entre esta pareja estancada de vida achatada, y estos nuevos ricos “un poco tilingos, que consiguieron plata y se creen más”: una colisión salpimentado con una dosis de coaching y buenas vibras, la ideología que defiende, claro, la pareja que no está aquejada por ansiedades materiales. Falsos gurúes que, dice Maldini, “aparecen “frente a la desesperación de la gente por buscar verdades, aparecen con la solución para la vida”.

Ricos y pobres colisionan en la comedia negra que marca el debut de Jorge Pinarello en la dirección

“Una de las cosas que más me gusta en el cine es qué pasa si mezclás clases”, dice Pinarello sobre este duelo entre ricos y pobres. “Lo tiene mi película preferida, que es ‘Esperando la carroza’, y permite contar estos paralelismos, los contrastes, entre los ricos y los pobres. Como en ‘Parasite’: mientras unos cogen bajo la lluvia, a los otros se les inunda la casa”.

AUTOGESTIÓN

Ahora, las limitaciones materiales que son el centro de esta comedia de terror mutante son un espejo del faltante detrás de cámara, que aqueja a toda una generación de productores. La película está hecha “toda con ahorros”, todo del bolsillo de Pinarello, Maldini y equipo. Y por supuesto, el presupuesto acotado “condicionó el tipo de guion que se tenía que hacer: las locaciones tienen que ser acotadas, la cantidad de actores tienen que ser acotados, las situaciones tienen que ajustarse a lo que se puede hacer”, cuenta Pinarello.

Pero “la creatividad está un poco limitada, pero a la vez es un buen obstáculo para escribir”, dice el guionista. También, agrega Maldini, “por nuestro recorrido en el teatro independiente, es la que nos sale. Y siendo platenses… La Plata y la autogestión van de la mano. Nuestra forma de trabajar siempre está ligada a la autogestión”.

Ya en “La obra de mi vida” habían probado el camino de la independencia absoluta a través del financiamiento colectivo del proyecto. Pero el proceso duró tres años y “desde que empezamos a juntar la plata, hasta que grabamos, la plata ya se había devaluado”. Historias argentinas. 

El otro camino, además, el de los subsidios estatales a la creación, implicaba esperas, larguísimos procesos burocráticos, y “somos medios ansiosos, cuando tenemos un proyecto queremos concretarlo ya, así que enseguida activamos esas redes de contactos que tenemos en La Plata”, explica Maldini, también dueña de un exitoso canal de YouTube.

“Esperar los tiempos que implica que alguien te financie nos condicionaba. Pero no es que estamos negados a que nos den plata… Aunque hacerlo con tu plata hace que vos seas el dueño de los tiempos de la película”, comenta Pinarello.

El training ya estaba, desde sus días en el teatro independiente: la película se vio la pasada semana en una ventana como la de Mar del Plata, se verá en el Buenos Aires Rojo Sangre y en el Fesaalp, y también fue parte del programa Mar del Plata Federal, que llevó películas del festival por el país, y a partir de allí, recibieron el interés de otros parajes del país y armaron una gira “desde Tilcara a Ushuaia”, todo utilizando ese “método teatral: armé la carpetita y la estoy llevando a todos lados para que pasen la peli”. 

A pulmón. Y en equipo. Que es decir casi lo mismo: el método autogestivo implica siempre sumar voluntades, ayudas, y de hecho, en su debut como director, Pinarello cuenta que se apoyó en el equipo técnico para ir aprendiendo el oficio: “Indispensable rodearse de gente que sepa más que uno, y que más allá de que yo fuera el responsable de la dirección, fuera una cosa más horizontal”, dice del equipo de sello platense que completan Franco Cerana como DF, la dirección de arte de Aimé “Coca” Guzmán y la música de Francisco Cadierno.

“Me gusta cuando en el cine se mezclan clases. Permite contar estos paralelismos, los contrastes. Como en ‘Parasite’: mientras unos cog... bajo la lluvia, a los otros se les inunda la casa”

Jorge Pinarello
Director de “Algo que pasó...”

- Es tu debut como director, y mucha gente va a estar observado qué hace el creador de “Te lo resumo”. Incluso ya muchos escribieron señalando que esta es la película del creador del canal de YouTube, como bajándole el precio al canal y a la película.

Pinarello: Obviamente, me encanta el canal y voy a seguir con eso. Y todo lo que dije, está ahí. De hecho, salió una crítica muy positiva que dice que la película está muy bien, pero que a veces cae “en giros del guion que Pinarello ridiculiza en su canal”... Y pensé “qué bien estuvo, me la mandó a guardar”. De todas maneras, son los menos. La película está teniendo mucha aceptación, mucho cariño de la gente. Después, siempre va a estar el que está esperando a ver qué hace el pelotudo este que tanto bardeaba. Y un poco tienen razón: tanto bardeaba, y hacer cine al final no es tan sencillo como lo que hacía yo de sentarme, ver y criticar.

Maldini: De todos modos, en nuestros canales hay una postura política: no nos metemos de la misma forma con una superproducción hollywoodense que con una película nacional, no bardeamos a cualquiera. Porque políticamente, creo que hay que apoyar el cine nacional, sé los obstáculos que hay para crear… Y además, tenemos una cuestión de contagiar.

Pinarello: No tenemos esa cuestión de decir “¿no viste ‘Psicosis? Sos un pelotudo”. Si no viste “Psicosis”, mirala, por tal y tal razón…

Maldini: De hecho, rescatando películas de clase B, le das una cuestión mística a esas películas baratas. Y mucha gente las conoce gracias a vos. Eso tiene que ver con una idea nuestra del contagio.

- ¿Hay un choque generacional entre los críticos nuevos, como ustedes, que hablan con otro lenguaje, con otras formas, y la vieja guardia?

Pinarello: Ni siquiera pienso que sea tan generacional, hay muchos críticos jóvenes que tienen esta mirada del aura del cine. Cuando era chico, no me gustaba que hicieran comedias de zombies: no se hacen chistes con las cosas que me gustan. Y pasa con “Vértigo”, ¿cómo vas a hacer chistes con “Vértigo”?

Maldini: Y es algo que pasa mucho con la gente joven, gente que empieza a estudiar cine. De hecho, el otro día unos amigos se quedaron escuchando, in fraganti, los comentarios de un grupito de estudiantes que decían que siempre es el mismo plano en la película… Pero claro, pasa lo que dice Jorge: para hacer un plano desde adentro de un auto, hay que pasar una jornada entera para cambiar el grip… Se necesita tiempo, guita. Pero claro, es la soberbia de los 20 años, yo también lo he hecho: estás estudiando, creés que te las sabes toda, y después te chocás con la realidad de que es mucho más difícil de lo que pensabas.

- Recién mencionaban su deseo de contagiar cine, algo bien cinéfilo. Y la película está llena de referencias a las cosas que les gustan. ¿Hacer una película era una posibilidad de jugar con las cosas que les gustan?

Pinarello: Me interesaba que esté todo lo que a mi me gusta. Y que no pase esa cuestión que a veces tiene el cine, de hacer referencia solo a los “grandes”, a Hitchcock. Me interesaba, sí, la referencia a “vértigo”, pero también la referencia  alas películas de tiburones, a Carmen Barbieri. Todo eso es mi mundo, es con lo que me crié, y quería que sea parte de la película.