Custodia para la familia del parrillero que recibió una paliza en su local

Los días pasan y el estado de salud de Eduardo “Tata” Muñoz (66) sigue siendo extremadamente crítico. Se trata del comerciante de Berisso, que sufrió una salvaje golpiza hace poco más de una semana en su local de 162 Sur entre 18 y 19 y donde ahora su familia cuenta con protección policial.

Según indicó Cecilia Muñoz -la sobrina- a este diario, “los médicos quisieron despertarlo y la reacción no fue la esperada. Sus parámetros clínicos no estaban para nada bien. Por eso volvieron a inducirlo al coma”.

“Nosotros lo vimos hace poco y está irreconocible. Me impactó. Es una imagen que no puedo sacarme ahora de la cabeza. Es un minuto a minuto”, agregó.

De acuerdo al testimonio de Cecilia, al margen de la preocupación lógica por la salud del parrillero y el miedo que los obligó a pedir custodia, también siguen muy de cerca el plano judicial.

“Nos reunimos con la fiscal y nos dijo que está esperando el aporte de las cámaras de seguridad del municipio. Me pregunto cómo puede ser que, a tantos días del hecho, todavía no las hayan acompañado”, señaló.

“Esa es una prueba muy importante y no queremos que después vengan con la noticia de que se borraron por el paso del tiempo. Está en juego la vida de mi tío y la responsabilidad del hombre que lo atacó”, señaló.

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Se refiere a Ismael Leandro Martínez (35), quien ahora está alojado en la seccional cuarta de la vecina ciudad.

La imputación es por tentativa de homicidio calificado por alevosía, en base al requerimiento de la fiscal penal de La Plata, Cecilia Corfield.

Precisamente, para la titular de la UFI N° 15, el acusado “tomó entre sus manos una pala que Muñoz habitualmente utiliza para su labor de cocinar carne a la parrilla y con ésta le propinó un golpe en la cabeza, provocando que cayera al piso”.

Siempre a decir de la fiscal, esa circunstancia “fue aprovechada por Martínez para continuar golpeándolo desenfrenadamente, con el evidente propósito de causarle la muerte, con golpes de puño en el rostro mientras éste continuaba tendido en el suelo, ocasión en que le produce cuanto menos estallido de globo ocular izquierdo, traumatismo cráneo encefálico y traumatismo facial con fractura de huesos propios de la nariz y macizo facial”. En medio de la locura que se vivía en el lugar, “la intervención de los demás comensales y vecinos que se acercaron a prestar auxilio a Muñoz, impidieron que Martínez continuara golpeando a la víctima y se alejara del lugar, siendo luego aprehendido por personal policial”, se expresó en la pieza judicial.