En una panadería de 7 y 522 pidieron agua y después cometieron un asalto

A plena luz del día y en un sector de Tolosa de intenso movimiento vehicular y peatonal, tres precoces ladrones protagonizaron un breve, pero tenso asalto en una panadería.

Así lo confirmó ayer a EL DIA el propio dueño del comercio “Siete Lagos”, Sebastián Macewich (42), que está en la esquina de 7 y 522.

“Fue a las 4 y veinte de la tarde del jueves. Todo empezó cuando uno de estos pibes, que deben tener entre 16 y 17 años, ingresó acá y le pidió un vaso con agua a la empleada que estaba para la atención al público. Pero ella le dijo que no podía dárselo y se fue”, comentó inicialmente.

De inmediato, reveló que “enseguida este chico entró otra vez, pero ya acompañado por sus cómplices, uno de los cuales tenía un arma de fuego”.

No tardaron entonces en amenazar de muerte a la vendedora y en pasar del otro lado del mostrador para apoderarse de todo el dinero que había en la caja registradora.

Al respecto, el comerciante indicó que “inclusive, uno de estos adolescentes le dio a la pasada un empujón a la empleada, para correrla a un costado cuando avanzaron hacia dónde está la caja registradora”.

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“FUE TODO EN UN MINUTO”

Macewich aseguró desconocer el monto de la recaudación sustraída por la joven banda delictiva.

No obstante, refirió que sus integrantes “actuaron a cara descubierta, tenían puesta gorritas con visera y vestían ropa deportiva”.

Pero además, precisó que “el asalto fue en apenas un minuto”, que de todas maneras para la vendedora le dejó la sensación de haber sido interminable.

El propietario de la panadería ventiló, a su vez, que “el día anterior, estos mismos pibes entraron a la quesería de enfrente, pero como trabajan varios empleados, seguramente habrán pensado que se les podría complicar su plan y entonces se fueron sin robar”.

Por lo que pudo enterarse Macewich en el barrio, en esa misma jornada hubo quienes se percataron de la presencia de los mismos jóvenes deambulando por calle 7, desde 522 y en dirección a 520.

Finalmente, aludió a que “en este local hace alrededor de un año que estamos y fue el único robo. Y espero que sea el último”.