Investigan a los policías que soltaron en 5 minutos al sospechoso de un robo

La Auditoría General de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad bonaerense analiza la actuación de los policías que el martes a la madrugada estuvieron en la estación de servicio de Tolosa donde otra oficial de la fuerza casi termina muerta. Desde la Jefatura Departamental La Plata ordenaron que ya no la custodien agentes mujeres. Los investigadores de la comisaría jurisdiccional procuran atrapar al delincuente con la ayuda del que llegó con él y fue insólitamente liberado. Y en esa expendedora que ya acumula más de 250 asaltos mastican bronca, trascendió de distintas fuentes.

Como EL DIA informó ayer en exclusiva, el hecho ocurrió a las 5.15 de la mañana del martes en el minimercado de la estación de GNC de 13 y 520, donde sólo estaban la empleada de 21 años y una oficial de la comisaría Sexta que cubría un adicional de seguridad costeado por los comerciantes. La actuación de esa policía quedó bajo análisis en un sumario administrativo, ya que el encargado del autoservicio, Juan Ignacio Fernández, contó que “antes de irme, a la 1 de la mañana, le pedí que dejara el celular y no se pusiera de espaldas a la puerta, pero ella me contestó que sabía manejarse”.

Atenta a su teléfono habría estado cuando entraron dos jóvenes que llegaron en moto, uno de los cuales aprovechó la distracción de la oficial para arrebatarle su arma reglamentaria y vaciar la caja registradora.

Su amigo se mantuvo estático, mientras el otro, exaltado, volvía a la playa de estacionamiento para irse en la moto 110 cc. Cuando cayó en la cuenta de que no tenía las llavesvolvió al mercado para pedírselas a su acompañante, quien se las entregó enseguida. Pero el ladrón no se fue entonces, sino que aprovechó la ocasión para apuntarle a la policía y tirar del gatillo. “Ningún disparo salió porque estaba puesto el seguro”, explicó Fernández, pero el delincuente golpeó a la mujer y siguió intentando disparar hasta que el cargador cayó al piso.

Recién entonces escapó, aunque no le pudo dar arranque a la moto y se la llevó a la rastra. En el local quedó su amigo, quien fue demorado por los siete policías del Comando de Patrullas que llegaron después de que las víctimas llamaron al 911.

No estuvo mucho tiempo en esa situación. “Le pusieron las esposas, le sacaron la bufanda y cuando dijo que le decían ‘Pepo’ y no había hecho nada, lo soltaron”, contaron en la estación de servicio. Asuntos Internos ya analiza la actuación de esos efectivos.

Ayer a la tarde, la madre de ‘Pepo’ lo llevó a la comisaría Sexta, donde el joven -que es mayor de edad- dio una versión más detallada de lo que pasó esa madrugada. Admitió conocer al ladrón y contó que se lo había encontrado mientras andaba en moto. Dijo que le pidió que lo llevara a la estación de servicio para comprar cigarrillos y que “no sabía” de sus planes. “Pepo” fue identificado en la causa por orden del fiscal Alvaro Garganta y, con los datos que aportó, procuran detener al asaltante.

Los damnificados están convencidos de que este no fue otro asalto como los previos: “Vinieron a buscar el arma de la policía”, estimaron. El dueño de la GNC, Hugo Weber, celebró que “Dios haya estado en el local, porque si no se le caía el cargador, esto era una masacre”.