“Lo até con la cadena del perro por 10 minutos porque sale a robar”

“Está descontrolado. Se droga desde los 12 años, sale a robar y tengo miedo de que le pase algo”, dijo ayer la mujer que el viernes fue detenida junto a su pareja, acusados los dos de mantener encadenado a la pata de una cama a su hijo de 14 y dejar solo a otro de 1 año y cuatro meses, en Tolosa.

Ambos accedieron a declarar ante el fiscal Marcelo Romero para contar bajo qué contexto se llegó a esa escena que encontró la Policía, como también accedieron a que se haga una inspección ocular en su casa de la zona de 121 y 522, en el barrio El Mercadito. Seguirán detenidos por “privación ilegal de la libertad calificada por las edades de las víctimas, en concurso real con abandono de persona agravado por el vínculo”, aunque lo más probable es que a la mujer le concedan una morigeración a la cárcel. Es difícilo que lo mismo pase con su pareja, ya que hasta enero cumplió una condena por robo y estaba con libertad condicional, informaron fuentes judiciales.

Soledad (33) y Adrián (40) -así se los identificará- no se contradijeron en sus declaraciones.

Ella contó que tiene 5 hijos de 14, 11, 7, 6 y 1 año (los tres más chicos con su pareja detenida) y que trabaja como empleada de una cooperativa de limpieza entre las 8 y las 12 del mediodía. Adrián también es empleado municipal, de 20 a 5 de la mañana. Los horarios son importantes en esta historia, ya que los acusados argumentaron que el mayor de los nenes y el bebé quedaron solos en la casa cuando su marido salió para llevarla “a ella al trabajo y a los otros chicos a la escuela”.

“Le saqué la cadena al perro y lo dejé atado por 10 minutos”, aseguró Soledad en referencia al nene de 14 años (se lo identificará como G.), aclarando que “es la primera vez que lo hago”, porque “se va a la calle, anda robando y aparece a las 12 o la 1 de la mañana”.

Reveló la mujer que G. “se droga y está descontrolado desde los 12 años”, antes de revelar un dato alarmante. Recordó que “cuando él tenía 13 años pedí ayuda e hice la denuncia por su desaparición en la comisaría Sexta”, desde donde la derivaron a un organismo en el que le dijeron que “no podían hacer nada porque no se había cometido un delito”. Soledad admitió que su hijo “roba en el barrio y en El Mercado” y que tiene miedo de que alguien “le haga algo por resistir un asalto”.

Según su madre, G. cursa el primer año de la secundaria en una escuela de 523 y 120, aunque hace “varios meses que no va”.

Lo describió como un chico “cariñoso y bueno”, que “se pone malo cuando se junta con los amigos. Le cambia la personalidad”. Aclaró que nunca le pegó y que lo encadenó de un modo que “podía soltarse”, porque la intención era que lo entendiera como una “penitencia simbólica”.

“ROBABA MUCHOS PAJARITOS”

Adrián declaró después de su mujer. “Yo recibía quejas de todos lados” -recordó, en alusión a los robos que supuestamente cometía su hijastro de 14 años-; “en El Mercado fui a comprar gaseosa y el cajero me dijo que le había robado la caja y que estaba filmado”. Contó que más de una vez tuvo “que devolver” lo sustraído, que el menor había cometido otros hechos, como en “la canchita de fútbol” y que también “robaba muchos pajaritos”.

“Ya no sabemos más que hacer con él, necesita ayuda profesional”, lamentó el acusado, y resaltó que al que bebé sólo lo dejan “si está dormido”. Calificó a su mujer como “la mejor madre” y dijo estar preocupado “porque nuestros hijos ahora están solos”.

Después de las declaraciones, el fiscal Marcelo Romero analizó que en éste, “como en tantos casos, falló el Estado. Nosotros llegamos ahora, pero somos los últimos”.