Inscriben en la Primaria 23 y Secundaria 81 aunque no se sabe dónde dictarán clases

Hoy puede ser un día clave para la comunidad educativa de las escuelas Primaria 23 y Secundaria 81, pues habrá una reunión entre directivos y autoridades de la dirección de Educación bonaerense para saber dónde estudiarán más de 700 chicos en el ciclo lectivo 2018, tras haber quedado destruido el edificio de 7 y 601 que compartieron hasta fines de octubre de este año y quedó reducido a cenizas por un incendio intencional.

Mientras tanto, según la Jefatura de Inspección Regional, a cargo de Silvia Cardarelli, asegura que los chicos tendrán un lugar donde desarrollar las actividades en el próximo ciclo lectivo.

“Puede ser en el mismo edificio y con las mismas condiciones que lo están haciendo en la actualidad, en 8 y 81, donde le ceden parte de las instalaciones la comunidad educativa de Cristo Rey, o bien en otro lugar que surja en la reunión que se realizará en las próximas horas”, indicó Cardarelli.

Hasta el momento, los alumnos de la Primaria 23 desarrollan las actividades escolares en dos edificios de 8 y 81. A ese lugar llegan en micros gestionados por la Municipalidad de La Plata y la cartera educativa provincial, en operativos que son maratónicos para los chicos, docentes y directivos. Quinto y sexto grado se reune a primera hora de la mañana para llegar en cinco micros a Villa Elvira. De primero a cuarto grado lo hacen los estudiantes de 1er a 4to. grado, desde los primeros días de noviembre.

Desde que se produjo el incendio y se reiniciaron las clases en sede prestada, los padres de numerosos chicos piden certezas sobre el nuevo edificio que quieren que construyan para ambos establecimientos educativos.

Por su parte, los alumnos de la Secundaria 81, que suman cerca de 200, estudian en los espacios que quedaron preservados en la sede 601 entre 7 y 8. Allí, docentes, directivos y auxiliares toman numerosas medidas para preservar la integridad física de toda la comunidad educativa, para evitar que ocurra algún accidente.

Mientras tanto, se desarrolla el operativo de inscripción de alumnos para el próximo ciclo lectivo, aunque se no se sabe a ciencia cierta donde se dictarán las clases.

Los directivos de la Escuela 23 aseguraron desde un principio que “la prioridad es gestionar el nuevo edificio”.

Agradecidos por el espacio cedido para terminar el actual ciclo lectivo 2017, la comunidad educativa sueña con tener su techo propio otra vez en la sede de barrio Aeropuerto.

Resulta bastante engorroso el operativo que tienen que desarrollar con quince micros todos los días, hasta el 20 de diciembre, cuando finalicen las clases.

Los padres también se pusieron firmes para que sus hijos vuelvan a tener clases en la calle 601.

“Queremos que los chicos vuelvan al barrio. Aunque hay distintas medidas de seguridad, no nos quedamos del todo tranquilos, porque hay imprudencias de automovilistas que superan cualquier cuidado”, remarcó una de las madres, que observa con preocupación, cada jornada, cuando los chicos tienen que llegar al colegio y trasladarse hasta los edificios de la comunidad educativa Cristo Rey.

A fines de octubre, la sede que comparten las escuelas 23 y 81, quedó atrapada por el fuego. Los destrozos fueron severos y por eso más de 700 chicos se quedaron sin sus aulas.