¿Quién es? Violeta

Se acabó su año de reinado, su cometido en el 2017 está cumplido y a punto de expirar, nos gustará más o menos el color greenery, pero lo que es un hecho es que le toca ceder en 2018 la corona de color oficial al ultravioleta, registrado con el código Pantone como el 18-3838.

Para quien desconozca al tal Pantone, se trata de una compañía norteamericana que otorga códigos numéricos a los colores con el fin de estandarizarlos y tenerlos controlados, siendo así de fácil que el mismo color con su número sea igual en todo el mundo, y todo esto es para que los profesionales del diseño no se vuelvan locos, y así evitar errores y posibles confusiones.

Pues bien, es está misma compañía la que decide que color será el protagonista en los próximos 12 meses, el cual estará presente sobre todo en las disciplinas de decoración, moda y gastronomía.

Pues dicho esto, si de pronto empiezas a ver el ultravioleta por todas partes ya sabés que no es casualidad, sino más bien que alguien importante y de peso ha decidido que así sea.

El ultravioleta, como lo han llamado, no fue seleccionado por tratarse de un color asociado a la realeza, sino porque comunica originalidad, ingenio y pensamiento visionario, explicó Leatrice Eiseman, directora ejecutiva de la compañía, considerada una verdadera autoridad global del color.

Eiseman agregó que el ultravioleta se encuentra en el cosmos, en los movimientos de bienestar y era el color favorito del arquitecto Frank Lloyd Wright, quien usaba una capa de ese tono cuando buscaba creatividad. “Estamos viviendo en tiempos complejos (...). Estamos viendo el miedo a seguir adelante y cómo las personas están reaccionando a ese miedo”, explicó por su parte Laurie Pressman, vicepresidenta de Pantone.

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En este sentido –dijo–, el ultravioleta refleja la idea de vivir no dentro de la caja o fuera de ella, sino sin ningún tipo de caja. “Es realmente un reflejo de lo que se necesita en nuestro mundo de hoy”, complementó Eiseman. “Queríamos elegir un color que aportara esperanza y un mensaje alentador”, añadió.

Según la directora ejecutiva de Pantone, el ultravioleta es un color complejo “porque toma dos tonos que son diametralmente opuestos –azul y rojo– y los une para crear algo nuevo”.

Desde el 2000, Pantone elige anualmente el tono que reinará cada año, basándose –como han explicado– en una “elección simbólica” de un color que represente lo que ocurre actualmente en la sociedad y “sirva como expresión de un estado de ánimo o actitud”.

Pero no es que vamos a teñir todo de violeta. También sigue vigente una rica paleta para que nuestros proyectos decorativos estén a la vanguardia.

Para la próxima temporada se ha optado por una gama de colores inspirados en la naturaleza. Quedaron atrás los pasteles y la viveza y esplendor del color se hacen presentes.

Se puede elegir desde el amarillo como el “primrose” que es coqueto y seductor, ese tono que lleva alegría y levanta el ánimo, pasando por el “Island Paradise”, que da frescura y nos transporta a paradisiacas playas. El “Flame”, un naranja extravagante y vivaz o tonos rosa como el “Pink Yarrow”, atractivo y atrevido o un puro e inocente “Pale Dogwood”.

Igualmente las combinaciones no se hacen esperar, hay algunas muy ingeniosas, como la mezcla de cálidos y fríos, un naranja y un azul fuerte crean una atmósfera viva y con mucho carácter.

Para algo más discreto, los neutros totales o blancos con acentos en rosa, elegante y tranquilo, para una sala o habitación, y si queremos llevar el drama a su máxima expresión, el ultra violeta con el verde kale convierten una estancia en un espectáculo.

Los metálicos seguirán siendo tendencia, pero usándose con acabados mucho más neutros.

Hay colores para cada gusto, “Ballet Slippers” para las románticas y “Neutral Gray” para las que no quieren dejar ir los neutros.

Ahora bien, con la elección de colores no solo se devela la paleta cromática, es un llamado a la expresión de las sociedades del mundo, se envía un mensaje, algo qué decir.

Estos son colores que hablan, que gritan, dejamos los pasteles para declarar el inconformismo con tonos vibrantes, que cuentan con inclusión y bienestar.

Así que, como hemos hablado antes, seguimos apostando a una decoración más humana, muy personal y para el disfrute.