Juzgan a un policía que se resistió a un asalto y mató a dos jóvenes en 23 y 71

El 12 de febrero de 2014 un policía del Grupo Halcón iba a tomar el colectivo para ir a trabajar, cuando dos sujetos en moto lo abordaron en 71 y 23. Según declaró él, que ese día iba de civil, le pegaron un culatazo, lo patearon y hasta le gatillaron, sin que la bala saliera, para sacarle sus pertenencias. Según los familiares de los dos jóvenes que terminaron muertos, se trató de un caso de gatillo fácil.

Será la Justicia la que defina la cuestión desde el próximo jueves, cuando el caso comenzará a ser ventilado en un juicio oral y público a cargo del Tribunal III, integrado por los jueces Santiago Paolini, Ernesto Domenech y Andrés Vitale.

En el banquillo estará sentado el teniente de la policía bonaerense Cristian Daniel Duarte, acusado del doble homicidio de Ismael Perussatto (20 años) y Mauricio Andrada (17). El efectivo nunca estuvo detenido ni dejó de prestar servicios y será asistido por abogados de la fuerza, según confirmó su familia. La fiscal de juicio será Graciela Rivero. La particular damnificada (por el menor), Raquel Ponzinibio.

en primera persona

Según declaró Duarte en su indagatoria ante el fiscal Marcelo Romero, el hecho pasó a las 21.30 del 13 de febrero de 2014, cuando caminaba por 71, de 24 a 23, hacia la parada de la línea 273, para tomar el servicio en la escuela Vucetich, donde funciona la base del grupo Halcón. Llevaba en una mochila todo lo necesario para permanecer en servicio tres días, detalló.

“En ese momento me sorprendió una moto con dos ocupantes arriba; aparecieron de forma muy repentina por detrás (...). Veo que el acompañante saltó con un arma y me propinó un golpe en la cabeza, que me provocó que yo caiga al piso boca abajo y empezó a golpearme con el arma y con los pies queriéndome sacar la mochila y yo a los gritos le pido que no me pegue y tratando de resguardar el arma (reglamentaria)” que “yo tenía en ese momento en la cintura”. Según el policía, el ladrón “me golpeaba queriéndome sacar la mochila” y aclaró que “en ningún momento intenté resistirme”, sino que el forcejeo se produjo porque él la tenía colocada en ambos brazos y no podía “sacármela”.

Una vez que lo lograron “me seguía pegando mediante patadas en la zona de las costillas, en las piernas, queriéndome sacar el celular”, relató el Halcón, sin pasar por alto que el delincuente “me apuntaba con el arma en todo momento, la sentía porque me la apoyaba en mi cabeza”.

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Según su versión, una vez que cesaron los golpes él se incorporó y escuchó que el que conducía la moto le decía al agresor “tirale, tirale” o “matalo, matalo”, momento en que él se levantó, sacó la Bersa 9 milímetros y gritó “Policía”, declaró. Y siguió: “Veo a los dos individuos en la moto que estaba parada de la mitad de calle”, a “la misma altura en la que yo” y que “el acompañante que es la persona que me pegó, me amenazó y me sacó la mochila me apunta con el arma. Ante eso y en riesgo mi vida realicé los disparos al que tenía el arma y luego al que manejaba la moto”.

El primero, Andrada, recibió un tiro en las costillas y murió el 17 de marzo de 2014. Perusato, en tanto, falleció esa misma noche. En la escena se secuestró un revólver 38.

“Uno de ellos tenía pólvora en la mano, cocaína en la sangre y los dos registraban antecedentes penales”, dijo a este diario la madre de Duarte, Mirta Caldeiras (65), quien espera que al término de las cuatro audiencias previstas para el juicio su hijo termine absuelto: “Nosotros nunca pedimos ayuda a nadie, pero no puede ser que la Justicia se vuelque para los delincuentes”, opinó.