Varias viviendas destruidas y tres personas afectadas por un voraz incendio en 135 y 526

En unos pocos minutos, un devastador incendio arrasó en la mañana de ayer con dos precarias casas y provocó graves daños en una tercera, a la vera del sector con canalización de hormigón del Arroyo Del Gato, a la altura del barrio platense de Las Quintas.

La situación entonces convirtió al lugar, en 135 y 526, en una escena en la que predominaron el miedo, los gritos de desesperación y las corridas para ponerse a salvo de esa gigantesca bola de fuego y densa humareda negra que envolvió a dos casillas y a una casa de material.

Fuentes oficiales informaron que el importante siniestro -desatado cerca de las 9 de la mañana- determinó que tres personas, tuvieran que recibir luego asistencia médica por distintos motivos.

En tal sentido, se hizo saber que una vez que se presentaron bomberos de esa jurisdicción -con apoyo de una dotación del cuartel de Los Hornos- y personal médico en ambulancias del SAME.

Los mismos voceros indicaron luego que “una persona tuvo que ser trasladada al hospital de Melchor Romero por inhalación de humo, un menor de edad fue asistido en el lugar y a otro menor se le realizaron curaciones por presentar cortes en una de sus manos”.

DRAMÁTICO RESCATE

Uno de los momentos de mayor tensión en el lugar se vivió cuando un hombre y sus dos hijos tuvieron que ser rescatados por algunos vecinos, en razón de que no se habían percatado inicialmente que se estaba gestando un incendio en su vivienda.

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La comprometida intervención de esos vecinos resultó determinante para que el saldo del desgraciado episodio no sea otro que graves daños materiales en tres casillas y tres personas afectadas por la humareda, una de ellas con heridas leves por cortes en una mano en su desesperación por salir corriendo hacia la calle.

UN BARRIO EN VILO

Las tres viviendas ardiendo, los damnificados y el gran despliegue de los rescatistas mantuvo en vilo durante un largo rato a habitantes de esa zona.

Muchos vecinos temieron peores consecuencias, al observar atónitos como las altas llamas y espesas columnas de humo ganaban protagonismo en la escena.

Las sospechas iniciales de que integrantes de las familias dueñas de las viviendas afectadas pudieran haber quedado atrapados por el vertiginoso avance del fuego, provocó un notorio nerviosismo que recién comenzó a disiparse en buena medida cuando se conoció que el incendio no se había cobrado víctimas fatales.

De todas maneras, en esa zona se siguió con suma atención la labor de los bomberos que se presentaron ante la emergencia.

Cuando los rematistas finalizaron los trabajos para extinguir las llamas y enfriar las construcciones alcanzadas por el fuego, se estableció que dos de las casillas habían sido completamente destruidas y que la restante vivienda había sido dañada parcialmente.

Una de las casas está ubicada a un costado del Arroyo Del Gato. En su interior se registró la pérdida completa de muebles, un televisor, un lavarropas, ropa y documentación, entre otras pertenencias.

En otra casilla, lindante con la anterior, construida con troncos de madera -tipo cabaña- había en su interior restos de roperos, camas, una cuna, un televisor, una heladera y un lavarropas, absolutamente ennegrecidos por el impiadoso accionar de las llamas.

Al frente, una vivienda construida en su totalidad de material y techos de chapas de zinc, sufrió principalmente la destrucción del techo de uno de sus ambientes.