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Espectáculos |NO PUDIERON ESCAPAR AL MANDATO FAMILIAR

Valentina y Julián: los sobrinos platenses de Gustavo Cerati, con el arte en las venas

Cantante, actriz y periodista, a los 25, ella tiene un dúo de covers de los 80 y 90, Pumper Nic, con el que a veces homenajea a su tío. Él, a los 20, es parte de una tira éxito de Disney, “O11CE”, estuvo en “Simona” y está a punto de debutar en cine con un protagónico

Valentina y Julián: los sobrinos platenses de Gustavo Cerati, con el arte en las venas

Julián y Valentina, Los Hermanos Cañeque Cerati, nacidos y criados en City Bell, continúan con el linaje artístico de su tío Gustavo / demian alday

16 de Septiembre de 2018 | 02:57
Edición impresa

Sensibles, divertidos y talentosos, con los objetivos claros y las ganas de seguir sumando pinitos en sus todavía jóvenes carreras, Valentina (25) y Julián (20) continuaron con el linaje artístico. Nacidos y criados en City Bell, los hermanos Cañeque Cerati, sobrinos de Gustavo, se sacan de sus espaldas, sin embargo, el peso de semejante apellido conscientes de que las “cosas caen por su peso” porque, sostienen, “no hay nada que se mantenga demasiado si uno no trabaja y no pone su amor en lo que está haciendo, seas quien seas”.

Las últimas palabras vienen a colación de los prejuicios que reinan en la sociedad, sobre todo con los “familiares de”, algo a lo que dejaron de prestarle atención, entendiendo que “uno no puede estar pendiente de lo que dice la gente; creo que si las cosas nacen de lo más genuino de uno, desde el amor, lo demás no importa”.

Cantante, actriz y periodista, ella, y ascendente actor de tevé y a punto de debutar en cine, él, de chicos empezaron a manifestar su interés por el arte, en una casa en la que se respiraba la vanguardia y la espiritualidad, con un padre arquitecto y una madre que siempre les inculcó la importancia por el respeto, el amor y la armonía.

“Mi vieja abraza árboles”, cuenta Julián, orgulloso de la sensibilidad con los que los ha criado una mamá que es puro amor y paz -Estela-, y Valentina coincide diciendo que “maneja un vuelo interno importante”, del que ha heredado bastante. De su papá, que falleció cuando eran más chicos, recibieron el humor y esa forma particular de entender el mundo, buscando las luces, alejándose de la oscuridad.

¿Y de su tío?

Dice Valentina, que nació a la par de “Dynamo”, que no puede evaluar con certeza cuánto incidió Gustavo en su decisión de elegir a la música como modo de vida, pero que incidió, incidió. Cuenta que de niña se asombró de todo el fenómeno que su tío generaba en la gente, y eso la deslumbraba al punto de soñar con poder vivir en su cuerpo todo eso que miraba y no podía comprender.

“Todo esto que a mí me generó siempre, en cuanto a cómo él llegaba a tocar lo más íntimo de las personas a través de sus canciones, en algún momento entendí que ése era el sentido de la vida: que era posible transformar el mundo, algo que todos lo pensamos, desde una canción”, dice.

Reflexiva, y en la búsqueda de respuestas existencias permanentes, Valentina comprendió así, gracias a su tío, que “al final la vida en general tiene que ver con ser el uno con el otro, porque creo que el universo es así”.

Desde lo más genuino, con las herramientas que de chica fue sumando a su bagaje de conocimientos artísticos, que fueron desde la danza, al teatro y a la comedia musical, Valentina se animó a materializar su sueño. Desde enero, junto al músico Leo Road, gira por la Ciudad y alrededores con Pumper Nic, un dúo de covers nacionales e internacionales de los 80 y 90 con el que el tributo al Soda de su tío, inevitablemente, se hace realidad en cada presentación.

“No sé siento presión o responsabilidad, tiene que ver desde el lugar donde uno lo encara. Yo admiro tanto lo que él hizo, que siempre lo voy a hacer desde un lugar de amor, además de que me toque de un lugar muy íntimo. Después, poder mostrarle a mi abuela las canciones de Gustavo que yo canto, ahí es donde más emoción me agarra. Pero trato de no cargar con nada”.

“En paralelo a la parte artística, que siempre fue lo que me nutrió el alma, el espíritu, he descubierto en el camino otras cosas que me interesan, como el periodismo”, dice Valentina, egresada en Comunicación Social por la UNLP, desempeñándose como columnista de radio, aunque siempre ligada al arte y la cultura. “Estoy en ese camino de experimentar, de probar cosas distintas”, dice Valentina, que también está filmando el capítulo piloto de una serie web con chicos de la Facultad de Cine que la tiene súper copada.

¿Qué opina Julián de Valentina? “La rompe cantando. Es muy lindo porque siempre tuvo una sensibilidad muy grande y que, encima, cante temas de Gustavo, obviamente, es doblemente sensible para mí. Y me imagino que para mi vieja también. Y lo lleva también con mucho amor y mucho talento. Es un lujo y es un corazón que va a latir cada vez más. Porque cada vez se encuentra más por esos lados”, dice el orgulloso hermano, que destaca su característica polifuncional. “Valen hace todo: actúa, baila, canta, es periodista... lo único que no hace es dejar las harinas”, bromea Julián.

JULIÁN SEGÚN VALENTINA

“Me dan ganas de llorar cuando lo veo en la tele porque para mí es tan chiquito…”, sostiene, la también orgullosa hermana mayor, y explica sus flores para Julián. “Me parece que está haciendo muchísimas cosas, muy grossas, siendo muy chico. Desde los primeros momentos que vi su certeza y seguridad, y su pasión y amor por lo que hacía, dije ‘ah, bueno, no le doy ni un consejo, porque la tiene re clara’. No porque se las sepa todas. Sino porque entendió un montón de cosas de muy chico, cosas en las que yo, a su edad, estaba más atrasada en ese sentido. Y me da mucha felicidad por él. Se merece todo lo que le está pasando. Porque es muy talentoso, le pone tanto, a veces demasiado, es chico y se tiene que cuidar, pero para mí, con la edad que tiene, me parece un ser muy especial”.

En las hermosas palabras de Valentina se esconde todo el amor que los dos se tienen. Ella es la fan número de Julián, que comenzó teatro junto a un amigo para tratar de canalizar sus inquietudes y como una forma de descargar también tantas energías adolescentes.

“Empecé con un amigo y nos gustaba exponernos, no teníamos pudor en el colegio -fue al Belgrano, Valen al Del Sol-. Hicimos un taller en City Bell, nos copó. Él siguió por el lado de la música, y yo seguí en la actuación”, revela, sobre sus inicios, tras varios años de fulbito recorriendo clubes de barrio - pasó por el Argentino Juvenil, La Plata Fútbol Club, Everton e hizo un par de pruebas en Estudiantes-, con los que comprendió que su personalidad, quizás, “no iba con el fútbol”.

Apoyado por su vieja, empezó a realizar castings en Capital en los que pasaba más horas viajando que casteando. Pero no se desanimó porque sabía que algún día llegaría su oportunidad que, claro, llegó. “Estuve yendo y viniendo hasta que pegué una publicidad de Coca Cola, que se rodó en Chile, bajo el director de Gus Van Sant, el director de la oscarizada ‘Milk’”, cuenta Juli, sobre su “lujoso debut” en una publicidad que narraba la historia de un amor adolescente homosexual, en varias series.

Tras varias publicidades más, llegó a Disney por casting después de “buscar y buscar”. En el medio, probó estudiar locución pero no le convenció. El carismático actor, gran imitador de Lio Messi y Néstor Kirchner, calzó a la perfección con el pedido: “actor y futbolista”. Se presentó y quedó.

Desde entonces, es parte de “O11CE”, exitosa serie del canal del ratón, que relata las aventuras de un grupo de chicos que sueñan con ser jugadores profesionales. Allí le da vida a Felipe Aragón, el mejor amigo del protagonista.

“Era un proyecto que cerraba por todos lados”, indica el actor, que será parte de la tercera temporada, que comienza a rodarse por estos días, aunque él se sumará más tarde porque, ahora, de hecho, está en Colombia, a punto de comenzar a filmar la película que marcará su debut en la pantalla grande y, encima, con un rol protagónico.

Se trata de una adaptación sobre la serie de Heidi que se emite en Nickelodeon, “Heidi, bienvenida a casa” que, coproducida por Alianza Producciones y Mondo TV, tendrá elenco de argentinos y colombianos. “La historia de la peli va por fuera de la serie, el mío es un personaje nuevo. Soy un chico que va de viaje de egresados a la montaña, y suceden muchas cosas. Ahí conozco a Heidi, y se da la historia de amor”, anticipa Julián, emocionado y feliz por esta posibilidad porque, reconoce, quiere seguir haciendo cine en el futuro.

Pero eso no es todo porque, además, hasta no hace mucho, le dio vida a un personaje jugado en “Simona”, la exitosa tira de El Trece que se emitió en el prime time. Allí fue “Ramiro”, un personaje complejo que lo desafío desde lo actoral, moviéndole las estructuras. “Fue todo un tema hacerlo porque yo me los tomo muy enserio a los papeles, y realmente ese era para sacarle mucho jugo. No quería que sea un cliché, típico de novela. Era un psicópata, manipulador, con mi cara de pibe de 17. Era yo. Y jugar esa dualidad de un pibe que puede ser el más confiable y que por atrás tenga toda esa cosa enfermiza… fue muy fuerte”.

Con la carrera de Peter Lanzani como norte, que comenzó en proyectos infanto juveniles pero pronto pudo desmarcarse de las etiquetas y probarse en diferentes géneros y formatos, y con referentes mayores de la talla de Sbaraglia, Brandoni y Darín, Julián se ve creciendo de la mano de experiencias, absorbiendo como esponja todo lo que pueda, explorando terrenos desconocidos.

“Quiero hacer tipo de papeles, desde el más loco, hasta el más romántico. Yo apunto a poder tocar cada fibra, cada temática, con suma verosimilitud. Es tan fuerte el sueño que tengo… estoy hiper feliz, tengo mucha pasión por vivir cosas distintas”, se sincera Julián.

LA FAMILIA

“Siempre lo admiré como ser humano”, dice Valentina, sobre su Gustavo tío, a quien siempre tiene presente. Ella tenía 18 años cuando él tuvo el ACV.

Lo recuerda familiero, con sus ausencias obvias por los viajes y las giras, pero presente, siempre.

Trae a la memoria aquel video, que a veces vuelve a darle play, que Gustavo le grabó como sorpresa para su fiesta de quince, que se perdió por un show. También rememora aquella entrevista que le hizo para un trabajo en la escuela, que hizo con su mejor amiga Palo, y con la que sorprendió a su profesor.

“Cuando yo estaba aprendiendo guitarra a los quince, en un almuerzo familiar, toqué ‘Knocking on heavens door’, y me felicitó”, cuenta, sobre uno de esos momentos que le quedaran grabados, al igual que los shows que montaban con Julián y sus primos Lisa y Benito, “con los que obligábamos a todos, incluido Gustavo, a que nos vean cantar y bailar”. Eran épocas de Bandana, Shakira y demás.

“El arrancó siendo chico. Siempre pueden pasar mil cosas, pero él eligió quedarse cerca de la familia. Yo creo que por cómo los criaron, mi mamá es igual, mi tía también”, sostiene Valentina.

Julián, que cuando nació Soda recién se separaba, tiene los recuerdos de un tío normal. “Quizás distinto porque viajaba mucho, obviamente, pero en el momento no me daba cuenta. Iba a los recitales, me encantaba su música, me veo esperando para ir a los camarines a tomarme una Gatorade. Me recuerdo ahí, tocando la batería en el aire”.

Con nostalgia, Julián, que sostiene que logró conectarse ahora con la música de su tío desde otro lugar, dice que si hoy pudiera “estaría llenándolo de preguntas, sobre el arte, los sueños. Sobre cómo transitarlos. Son varias cosas que me planteo todos los días, a dónde quiero llegar, y creo que él me podría haber ayudado con eso”.

Según reconoce, “a veces no tengo la dimensión” de todo lo que generó y genera Cerati. “Es como que separo inconscientemente al tío de la música, y cuando lo veo en un afiche o escucho su música, lo asocio más como un ángel que como un tío”.

A su abuela, Lilian, la ven “chocha” y Valentina asegura que le encantaría “llegar así a su edad”. “Ella está tranquila, porque está bien de salud, más allá del dolor de Gustavo, claro, pero la ves disfrutar de todo”, dice, y cuenta que la hace feliz escucharla cantar las canciones de Soda.

Hace poco se cumplieron cuatro años del fallecimiento de Gustavo, y Valentina cuenta que las fechas son especiales.

“Creo que para cada uno es particular y relativo, pero inevitablemente te llegan. Y si no es ese día, es al otro. Somos unidos. Hay épocas donde nos vemos mucho, otras no tanto. Pero creo que hay un amor muy fuerte entre todos, que nos hace estar bien, y recordar desde el amor”.

“Yo admiro tanto lo que él hizo, que siempre lo voy a homenajear con su música desde un lugar de amor” Valentina Cañete Cerati - cantante, actriz, periodista 

“Si Gustavo viviera, estaría llenándolo de preguntas, sobre el arte, los sueños. Sobre cómo transitarlos” - Julián Cañeque Cerati, actor

 

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Julián y Valentina, Los Hermanos Cañeque Cerati, nacidos y criados en City Bell, continúan con el linaje artístico de su tío Gustavo / demian alday

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Valentina y gustavo

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