Por siempre Hitchcock: a 120 años del nacimiento del maestro del suspenso

Considerado como el gran maestro del suspenso y aún plenamente vigente como influencia de los más brillantes autores modernos del género, se cumplen hoy 120 años del nacimiento de Alfred Hitchcock, uno de los mayores genios en la historia del cine y autor de películas que quedaron para la eternidad.

Desde Jordan Peele hasta David Fincher, pasando por Martin Scorsese, gran parte de la trayectoria de Brian de Palma e incluso David Lynch, las referencias al cine de Hitchcock se suceden en tramas que convierten al espectador en voyerista, con falsos acusados, víctimas rubias e identidades dobles.

François Truffaut aseguraba, incluso, que Hitchcock se encontraba al nivel de artistas como Kafka, Dostoievski y Edgar Allan Poe a la hora de describir la ansiedad del hombre.

“Hitchcock es puro cine, influencia ‘a fuego’ en el género y fuente de inspiración para tantos cineastas”, dijo a Efe el director español Francisco Javier Gutiérrez (“Rings”), que rindió homenaje con el cortometraje “Norman’s room”, que giraba en torno a la célebre secuencia de “Psycho” en la ducha, “de brillante ejecución e impacto”.

Nominado al Oscar en cinco ocasiones como mejor director, únicamente recibió el reconocimiento de la Academia de Hollywood con la estatuilla honorífica que se le hizo entrega en 1968 de manos de Robert Wise. Además, cuatro de sus obras obtuvieron la nominación como mejor película (“Foreign correspondent”, “Suspicion”, “Spellbound” y “Rebecca”, que se llevó el galardón).

Nacido en Essex el 13 de agosto de 1899, sus inicios en la época del cine mudo dejaron perlas como “The Lodger”, en la que comenzó a labrar su peculiar capacidad para crear tensión y suspenso. Además, la cinta es recordada por ser la primera ocasión en que el director hizo acto de presencia en la pantalla, una seña que se convertiría en característica de su cine.

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Su primer trabajo hablado fue “Blackmail”, un film rodado originalmente en mudo y que, posteriormente, fue reeditado con sonido.

Y antes de dar el gran salto a Hollywood, dejó dos de los mejores thrillers británicos de la historia: “The 39 steps” y “The lady vanishes”.

Con su marcha a EEUU se vio al Hitchcock más brillante y comenzó con “Rebecca” (1940), protagonizada por Laurence Olivier y Joan Fontaine que obtuvo 11 candidaturas a los Oscar. Fontaine, un año después, se llevó el premio de la Academia por “Suspicion”, algo que ningún otro actor logró con una película suya.

Esa cinta supuso también su primer trabajo con Cary Grant, con quien volvió a colaborar en “Notorious”, “To catch a thief” y la mítica “North by northwest”, cuya escena del avión acechando al protagonista pasa por ser una de las más recordadas del celuloide.

“Rope” (1948), su primera película en color, fue también el inicio de sus trabajos con James Stewart, con quien filmó después “Rear window”, “The man who knew too much” y “Vértigo”.

Y en ese catálogo faltan aún por mencionar títulos como la célebre “The birds”, “Topaz”, “Torn curtain”, “Strangers on a train”, “Dial M for murder” o “Marnie”, entre otros, además del famoso formato televisivo “Alfred Hitchcock presents”, cuya inolvidable sintonía daba paso a la aparición de perfil del celebrado realizador.