Una familia sufrió tres robos en cuatro días: se llevaron todo y ahora temen que entren a su casa

La preocupación y el temor invaden por estas horas a una familia platense que reside en 122, entre 49 y 50, del lado de La Plata, que desde el domingo por la madrugada está viviendo un verdadero calvario por una seguidilla de hechos de inseguridad. Según afirman, en las últimas cuatro jornadas sufrieron un total de tres robos. Sólo el domingo por la noche y la madrugada del lunes no fueron víctimas de delitos porque montaron una estructura en el fondo de su propiedad, lo que les permitió, al menos por esa noche, dormir tranquilos.

Si bien parecía que el alambre de púa y los hierros que instalaron iban a poner freno al accionar delictivo, el martes y el miércoles por la madrugada volvieron a sufrir dos ataques que terminaron de arruinar a la familia, tanto desde el punto de vista económico como en el plano de la tranquilidad. Fue en ese marco que decidieron acudir a la Comisaría Segunda para denunciar el hecho y para que incluyeran su zona en la ronda de vigilancia nocturna que suelen hacer los uniformados. 

En diálogo con este diario, indicaron que todo comenzó durante la madrugada del domingo cuando, según proyectan, un grupo de varios sujetos ingresó a su vivienda por un alambrado que da a calle 121. Según estiman, tras realizar una apertura en el entretejido con sogas retiraron una hormigonera, un compresor y dos bicicletas. También creen que emplearon un vehículo para poder llevarse todo el botín. 

Al día siguiente, cuando el dueño de casa se despertó observó el hueco que había en el alambrado. Se dirigió a su galpón pensando en que le habían robado las bicicletas. Pero grande fue su sorpresa cuando advirtió que además de los rodados, le faltaban dos máquinas. Ofuscado por la situación, decidió poner manos a la obra de inmediato. Así apuntaló y soldó con la máquina que le iban a robar horas más tarde unas piezas de hierro. De esta forma consiguió aumentar la altura del alambrado aunque no alcanzó a rellenar todo con alambre de púa por que los negocios estaban cerrados.  

"Creemos que el lunes a la madrugada vinieron pero se encontraron con que habíamos estirado el cerco. Quizás no habían traído herramientas y decidieron cancelar el robo. Nosotros no quisimos denunciar por temor a lo que nos pudiera pasar. Sabemos que hay una banda que anda robando por el barrio y si bien habíamos tomado algunas medidas como la alambre de púa jamás imaginamos que nos iban a robar" contó uno de los familiares. 

El nerviosismo no dejaba de invadirlos pero creyendo que se había tratado de un robo al voleo el lunes por la noche se fueron a dormir un poco más tranquilos. Fue durante la madrugada del martes que los ladrones volvieron a dar un golpe. Esta vez se llevaron la máquina soldadora, una motocicleta y algunas herramientas que quedaban en el galpón. "Nos levantamos y fue devastador encontrarnos de nuevo con lo mismo. La verdad es que no lo podíamos creer. Nos dimos cuenta de que la casa estaba marcada y por eso dejamos de lado los miedos y nos fuimos a la comisaría a hacer la denuncia" relató la víctima. 

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En la comisaría se comprometieron a pasar y así fue. El martes por la noche vieron pasar al patrullero. "Vimos la luz azul y teniendo en cuenta que ya no nos quedaba absolutamente nada, o por lo menos eso creíamos, para que nos robaran, nos fuimos a dormir" relató uno de los propietarios al referirse a la noche previa del último golpe, el del miércoles por la madrugada. 

"Lo único que quedaba de valor en el terreno eran una garrafas. Dos estaban conectadas y otras dos vacías. Jamás creímos que iban a volver por eso. No sabemos como hicieron pero volvieron a abrir el alambrado y se llevaron las cuatro garrafas" relató.

Estos vecinos están convencidos que fueron atacados por la misma banda. Y es por eso que, a la vista de los acontecimientos, están realizando guardias nocturnas para detectar de forma inmediata algún movimiento extraño en su propiedad y dar aviso a la policía. "Nos robaron todo. Pero lo más importante es que se llevaron nuestra tranquilidad. Estamos todos muy nerviosos y ya no sabemos que hacer. Ya no hay nada para robar afuera, tenemos miedo que entren a la casa y nos sometan a golpes y se lleven lo poco que nos queda" concluyeron.