En un barrio donde gana el miedo, lucha por su vida tras una agresión en patota

Un asado, dos familias y una disputa de orígenes con interrogantes para los investigadores policiales generó un hecho dramático que conmueve a toda una vecindad en City Bell: un vecino de 40 años lucha por su vida tras haber sido salvajemente golpeado por una patota.

El caso tiene varias hipótesis sobre lo que en el barrio describieron como una espeluznante descarga de violencia y en la Policía se refirió como la consecuencia de una pedrada.

Una de esas explicaciones enmarca la agresión grupal contra el hombre en una disputa entre jóvenes y adolescentes generada por la relación del hijo del agredido con la hermana de uno de los agresores.

Así lo contaron a este diario vecinos y allegados al caso que tiene como protagonista a Oscar Falcón, de 40 años, albañil, actualmente internado en el Hospital de Gonnet con fractura de cráneo y graves heridas en otras partes del cuerpo que obligaron a una intervención quirúrgica.

Los hechos se suscitaron en una casa de la zona de 461 y Camino Centenario cuando este sábado un grupo de personas comía un asado.

En determinado momento llegó al lugar un joven que increpó al hijo de la víctimas aparentemente por la relación de este con su hermana. De las palabras casi pasan a los hechos pero finalmente la pelea no se produjo puesto que el muchacho increpado habría señalado que no iba a pelear delante de su abuela que estaba entre los comensales.

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En la escena aparecieron otros dos jóvenes que acompañaban al agresor.

cerca de 20 contra uno

Así pareció que todo volvía a la calma pero un rato después, el muchacho que había discutido por el hijo del albañil regresó acompañado por un grupo de personas que algunos testigos aseguraron que eran cerca de 20.

En ese escenario Falcón habría tratado de calmar los ánimos pero cuando intentaba dialogar con los sujetos le arrojaron una piedra de gran tamaño que le impactó en la cabeza y lo derribó.

En el suelo, habría recibido otros golpes brutales que le provocaron fractura de cráneo y otras lesiones.

Falcón fue asistido por sus familiares que en principio llamaron a una ambulancia pero como no llegaba le avisaron a un amigo que al verlo no dudó y lo condujo en su automóvil al Hospital de Gonnet.

“Llegó al hospital y lo único que pudo decir fue que le habían pegado. Y se desvaneció. Ahora está en coma farmacológico después de haber sido operado de un coágulo”, dijo un allegado al caso.

El vecino prefirió reservar su identidad por temor a represalias en una zona donde la violencia parece ganar terreno.

Internado en el Hospital de Gonnet la víctima fue operada y según fuentes allegadas al caso permanece en terapia intensiva en estado grave. Falcón tiene además un hijo de 5 años, producto de otra relación, se indicó.

Tras un intento de agresión de un joven, aparecieron cerca de 20 en la puerta de la casa

Sobre los agresores las fuentes señalaron que serían de la zona y que integrarían un grupo dedicado a robos y narco menudeo.

Geti, Tin, Buru, Topo, Moca, Caco, Mono. Esos sobrenombres se escuchan seguido en la zona y son asociados a los problemas por los que el vecindario reclama respuestas.

La pelea que generó la brutal agresión se contextualiza además de la relación del hijo de la víctima con la hermana de uno de los patoteros, en una suerte de “guerra barrial” que según vecinos de la zona recurrentemente genera incidentes violentos en la zona.

Una fuente policial consultada ayer confirmó la situación por la que atraviesa Falcón y la agresión que derivó en su internación.

“El hombre recibió un golpe con una piedra. Más tarde se sintió mal y fue al hospital, pero está evolucionando favorablemente”, indicó el investigador.

En el barrio reclaman por estas horas que los responsables por ese ataque salvaje den cuenta de eso ante la Justicia.

aguardan novedades

Eso, podría ocurrir en breve. La fuente aseguró que la pesquisa permitió identificar a los agresores y en los próximos días podría haber novedades con respecto a imputaciones en el marco de la causa que instruye la fiscal penal Ana Medina (UFI Nº1), en turno en aquella jornada del pasado fin de semana.

La agresión no abrió la instrucción policial solo como un hecho de violencia asociada con una disputa entre jóvenes.

Los policías que siguen el caso sospechan que también puede ser la llave de un comportamiento delictivo que conduzca a la venta de drogas en ese enclave de la Zona Norte.