Luego de dos días de zozobra, apareció la chica de 13 años que se había ido de su casa

M. G., la adolescente de 13 años denunciada como desaparecida desde el último martes de su casa de Hernández, fue hallada en la tarde de ayer mientras caminaba con un “amigo” que vive en la localidad de Rafael Castillo, partido de Almirante Brown.

Fuentes oficiales le aseguraron a EL DIA que la chica estaba “en buen estado de salud y sin lesiones”. Durante las más de 48 horas en los que su paradero era incierto, se realizaron diversas diligencias para dar con ella.

Su acompañante, en tanto, quedó aprehendido por el artículo 149 del código penal, por haber “ocultado” a la menor a sabiendas de que era buscada.

“Surtieron efecto todos los trabajos que hicimos en este tiempo de búsqueda, así que estamos muy contentos”, se manifestó desde el equipo de la investigación, con instrucción de la fiscal penal Virginia Bravo e intervención de policías de la DDI La Plata.

“Identificamos a un joven que tenía contacto con ella y otras amigas. Así llegamos a él, por medio del registro de la SUBE”.

La pesquisa fue llevada a cabo por los policías platenses en conjunto con la DDI La Matanza y colaboración del Comando de Patrullas local, el de Rafael Castillo y la Policía Departamental de Seguridad de La Plata.

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UNA BÚSQUEDA INTENSIVA

M. G. se ausentó de su domicilio el martes entre las 15 y las 17. Su madre regresó al hogar luego de acudir a su trabajo y descubrió que la menor no estaba por ningún sector del inmueble.

Entonces, comenzó a llamarla al celular, pero nunca consiguió establecer una comunicación.

Tras alertar a las fuerzas policiales, el miércoles se realizó un amplio rastrillaje en la zona de 511 y 136, al que con el correr de las horas se sumaron perros y hasta civiles. Sin embargo, el procedimiento resultó infructuoso.

Mientras tanto, la investigación también buscaba en el entorno de la adolescente, sobre todo entre sus amistades. Así lograron conocer que “tenía un novio” y una allegada aportó el nombre y el teléfono.

Entonces, identificaron al joven (de 19 años) y empezaron a cruzar los movimientos de las SUBE de ambos y de las antenas de los celulares. “Supimos que M.G. se fue de La Plata hacia capital federal y después en dirección a La Matanza; y que ese martes los dos abordaron los mismos colectivos, al unísono”.

No obstante, al arribar a Rafael Castillo, donde radica la abuela del muchacho, no los encontraron. El rastro parecía enfriarse, por lo que pidieron colaboración a la Policía de la CABA para que los busque por la zona de Mataderos, en las inmediaciones del domicilio de la madre del joven. Tampoco ahí tuvieron suerte. El tiempo pasaba y la familia se mostraba cada vez más desesperada por la situación. Por su parte, los oficiales salieron en grupos por los sectores en los que sabían que ambos chicos habían estado con seguridad, con el objetivo de descubrir alguna pista que los pusiera en camino de nuevo. Hasta que finalmente lograron dar con la pareja en la vía pública, cerca de la vivienda de la abuela del amigo de M.G. La trasladaron a la sede de la DDI y más tarde a un hospital para practicarle un reconocimiento médico.

Ahora la investigación intentará determinar qué la llevó a ausentarse de su casa y qué papel jugó la contraparte de esta historia.