Reino Unido: crece la preocupación por largas colas para cargar combustible

Una crisis se desata por estos días en el Reino Unido, debido a la supuesta escasez de combustible que se anunció en distintos portales. Desde hace algunos días, en cada estación de servicio del territorio se registran largas colas, enojos, molestias y hasta disturbios entre quienes esperan para cargar y quienes quieren adelantarse en la fila. 

Tal es el fenómeno que aqueja al territorio británico que finalmente muchas de las estaciones de servicios del país tuvieron que cerrar por falta de combustible, debido al inesperado aumento de las ventas. Los trabajadores del rubro no pueden creer las imágenes que se ven en las filas, entre los clientes que desesperan por comprar. 

Sin embargo, el problema no es el producto en sí. Es que desde hace algunos meses, ya sea por las nuevas reglas que dejó el Brexit, la pandemia o motivos comerciales, hay una escasez de conductores que ha dejado a distintos rubros sin suministros básicos.

Desde las compañías de gasoil insisten en que no había falta del mismo, aunque con la difusión que tomaron ciertas noticias en el país, se volvió imposible abastecer a todos. Para tomar noción, Colin Owens, director de Oil 4 Wales, contó que una de sus dependencias al sur de Gales vende a diario entre veinte y treinta mil litros pero desde este rumor de falta de combustible, sólo en un día vendió cien mil.

Tanto el primer ministro, Boris Johnson, como otras autoridades del país analizan distintas medidas para abastecer a los ingleses de combustible. En primer lugar se eliminaría la ley de competencia, para que todas las empresas se puedan compartir información y quedar abastecidas en los puntos claves del territorio. 

Además, se invita a distintos conductores retirados a volver a la actividad, se capacitarán a miles de conductores para manejar camiones y se darán visas temporales a los cinco mil empleados. En otro orden, aunque aún sin definir, el Gobierno estaría analizando enviar a las tropas armadas para manejar los vehículos pesados. Hay una falta estimada de cien mil conductores en el Reino Unido.