Sin definiciones en el tira y afloje entre la CD y Gorosito

La novela de la salida de Néstor Gorosito de la dirección técnica de Gimnasia sumará -al parecer- un par de nuevos capítulos. Si bien asoma como un hecho que no será el DT tripero en 2023, su desvinculación todavía no está solucionada, a partir del rechazo a una primera oferta de la dirigencia de Gimnasia para saldar la deuda y afrontar un resarcimiento por el final anticipado del ciclo.

Pipo Gorosito renovó su contrato con Gimnasia hasta diciembre del 2023, con números que la nueva dirigencia albiazul encabezada por Mariano Cowen entiende que son impagables para la realidad económica de Gimnasia en particular y del fútbol argentino en general. Así las cosas, las reuniones entre las partes han ocasionado roces que no son insalvables, pero son el emergente de una realidad: el club no va a poder afrontar ese contrato.

La idea de ofrecerle a Pipo un nuevo contrato con números más bajos, acordes a la realidad del club, es utópica. Por un lado, porque Gorosito tiene un contrato firmado por Gimnasia, no por Pellegrino o Cowen. Por el otro, el reproche que la conducción le hace a Gorosito es la firma de un contrato tan importante cuando la anterior CD tenía por delante 40 días de gobierno.

El anuncio fue en la noche del 19 de octubre, cuando el plantel estaba concentrado en un hotel céntrico para la reanudación del partido contra Boca. Pelear el ingreso a la Copa Libertadores aún era una ilusión. Y justamente, no haber logrado el objetivo es una traba más a un presupuesto que deberá ser más austero.

Por motivos personales, el DT no pudo reunirse en la jornada de ayer. De todas maneras, hubo una primera oferta para saldar la deuda en 10 cuotas, que fue rechazada por Pipo. En las últimas horas, hubo un nuevo ofrecimiento de parte de Gimnasia que Pipo evaluará junto a su abogado, Matías Elmo. Si aparece el humo blanco, será el final de la relación Gimnasia-Gorosito.

La Comisión Directiva desea una pronta resolución del tema, ya que el martes será el retorno a los entrenamientos del plantel y el comienzo de la pretemporada en el predio de Estancia Chica a las órdenes de Sebastián Romero, quien acompañado por Nicolás Cabrera se hará cargo de la situación, aún sin anuncios oficiales para tratar de darle la mayor prolijidad posible a la resolución de la salida de Pipo y la elección del nuevo entrenador.

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Mientras Chirola espera, las cartas están sobre la mesa y tanto Cowen como Gorosito harán su juego. Un escenario posible es que Pipo de el visto bueno al último ofrecimiento o que una contrapropuesta acerque a las partes y se rescinda el vínculo. Otra posibilidad es la de tensar la cuerda al máximo, que no asoma como positiva para ninguna de las partes. Si Gorosito va el martes a Estancia Chica con un escribano y se considera despedido, el tema termina en la justicia y con una solución a muy largo plazo. Si bien la nueva conducción no quiere un juicio eterno como el de Juan Simón que ya tiene 24 años, si la resolución es en tribunales será larguísima. Eterna.

Si bien el DT se mostró comprensivo ante la realidad económico-financiera de la institución, entendiendo la necesidad de la venta de futbolistas y mostrándose incluso comprensivo ante el tironeo inicial por el escenario de la pretemporada, la realidad es que la CD tripera siempre entendió que el contrato es “impagable” como dejaron trascender algunos de sus miembros. Y ante esa situación, estos días parecen haber acelerado el desgaste entre las partes,

Desde la dirigencia albiazul saben que el costo político de la salida de Gorosito es alto, pero no encuentran la manera de afrontar un contrato top del fútbol argentino en un contexto de club que en noviembre tuvo un déficit operativo mensual de 94 millones de pesos. Si bien las salidas de Rodrigo Rey, Oscar Piris, Guillermo Fratta, Nery Leyes, Carlos Manuel Insaurralde, Emanuel Cecchini y Alexis Domínguez achican los gastos, la realidad es que el contrato del entrenador y un par de los jugadores mejor pagos del plantel consumen prácticamente la totalidad del dinero de los derechos audiovisuales, foco de conflicto con Gabriel Pellegrino en los primeros días de la nueva gestión.

Queda claro que los números del ciclo Gorosito son altamente positivos, más allá de la caída del final que dejó al equipo en el noveno lugar de la tabla de la Liga Profesional y con una posición en la tabla anual que lo dejó afuera de la Libertadores. En poco más de un año, Gimnasia volvió a tener un protagonismo que había perdido. Por eso, deportivamente para el Lobo se vienen tiempos de desafíos.