Susto en una vivienda de Villa Elisa: espantó a tres delincuentes a los gritos

Una vecina de Villa Elisa logró espantar a tres presuntos delincuentes que intentaron entrar en su casa, ubicada en 415, entre 29 bis y 30.

El hecho sucedió ayer, a plena luz del día, mientras esperaba a que su pareja vuelva del jardín junto sus hijos.

María (39), en diálogo con EL DIA, relató el momento de terror que vivió en su propio hogar. “Fue al mediodía. Escuché un ruido y fui a ver si ya había llegado mi marido con los nenes del jardín. Levanté la cortina y no vi nada”, comenzó explicando la mujer.

Sin embargo, minutos después se asomó por la ventana y observó que varios extraños se habían “colado” en su domicilio.

“Volví a la cocina y vi de costado una sombra, miré y justo los vi agacharse”, comentó.

Tras accionar la alarma vecinal, María comenzó a gritar y logró espantar a los intrusos.

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La vecina dijo que los ladrones “eran tres” y tenían “alrededor de veintipico de años”. Según reveló la policía, los mismos sospechosos habrían intentado robar en otras casas de la zona, según pudo saber este medio.

De acuerdo a la modalidad empleada por los ladrones, la damnificada sostuvo que “venían caminando”, tal como se observa en las cámaras de seguridad de un domicilio lindero, que registraron toda la secuencia. “Uno de ellos saltó el portón y desde adentro intentó barretear la reja para que los demás entren”, contó.

“Vinieron muy tranquilos y confiados, tal vez la tenían fichada la casa”, dijo la mujer y agregó: “Estaba uno de mis autos adelante, podrían haber supuesto que había alguien”.

A horas del hecho que indignó a todo el barrio, la mujer reconoció que su accionar la salvó de un robo, pero teme que vuelva a suceder. “Por suerte atiné a gritar y eso me salvó porque estaban por entrar”, sostuvo.

“Vivimos como en una cárcel”

El barrio, en el que predominan las casas quintas, se encuentra jaqueado por la inseguridad. A esto se suma que no se vislumbran soluciones para esta problemática. Prueba de ello es el prolongado reclamo que vienen realizando para que cambien dos lámparas del alumbrado público.

“Es una boca del lobo. Ya hicimos reclamos y todavía no lo arreglan”, contó María, y recordó que pusieron la alarma vecinal por la inseguridad, pero también colocaron rejas en toda la propiedad.

“Es indignante es tener que encerrarse uno en su casa y vivir con miedo. Ahora ya estamos poniendo más llaves, candado y alambre sobre el portón, es como vivir en una cárcel”, expresó.

Por su parte, otro vecino contó a este diario que padecen robos en casas, negocios y en la vía pública “desde hace más de un año”. Y los atribuyeron en gran medida a la oscuridad reinante.

“Estamos a 5 cuadras del camino General Belgrano y a 5 cuadras de la avenida, pero llamamos a la Municipalidad, dicen tomarnos nota de la situación, pero después nadie nos viene a cambiar las luminarias que no funcionan”, denunció ante EL DIA Marcela (53).

De inmediato, enfatizó que “el problema no es sólo que de noche, ya que el barrio está completamente a oscuras, sino que además la situación termina siendo cómplice de los ladrones, que se manejan con total impunidad”, tal como sucedió ayer en 415 entre 29 bis y 30.