Comerciantes de City Bell otra vez en vilo por “la banda de los adoquines”

Un negocio de City Bell volvió a convertirse en blanco de un ataque vandálico que aparentemente fue perpetrado por una clan criminal que hacía bastante tiempo no aparecía en la escena policial platense.

Se trata de la denominada “Banda del Adoquín”, un grupo de delincuentes, en su mayoría jóvenes que ejecutan sus golpes con un destructivo método que en muchas ocasiones genera más pérdidas que el dinero o los objetos que roban.

El modus operandi continúa siendo el mismo. Como si se tratara de una receta magistral que debe aplicarse al pie de la letra para que sea efectiva, con una piedra tipo adoquín -que luego dejan en la escena a modo de “firma”- revientan la puerta o la vidriera de un comercio, se meten y van directo a la caja o buscar elementos de valor.

Actúan en pocos segundos, se escapan y las cámaras de seguridad o las alarmas no les importa demasiado.

En esta ocasión, si bien llegaron a destrozar el frente de un local dedicado a ofrecer servicios relacionados con la estética, ubicado en 13 b, entre 472 y 473 bis, para “fortuna” de los comerciantes no llegaron a robar.

Pero, como se indicaba más arriba, pese a que no llegaron a llevarse nada, la situación se traduce para los propietarios en severas pérdidas económicas a raíz de las erogaciones que deberán realizar para volver a poner en condiciones la vidriera del comercio.

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Los comerciantes del centro de City Bell, quienes se comunican entre sí por medio de grupos de WhatsApp, coinciden en que a los responsables de los ataques poco les importa quedar filmados.

Además apuntan a que la bandita está compuesta por menores de edad de modo que si alguno es descubierto y detenido termina saliendo a las pocas horas, “preparado para volver a intentarlo”.

En estos chats grupales, donde se alertan de posibles ladrones que rondan el sector o comentan los robos que sufrieron, también han llegado a la conclusión de que van directo a la caja en busca de dinero y que ”no suelen llevarse otra cosa”.

En esta línea, los comerciantes sostienen que es muy poco el dinero que suelen llevarse ya que una gran cantidad de clientes se ha volcado a cancelar su compra con medios de pago electrónicos.

“Es seguro porque no lo perdés ni te lo roban; es miles de veces más higiénico que el papel y sobre todo es cómodo ya que no tenés que ir a un cajero. Una gran ventaja para todos”, señalan.

En ese marco, los propietarios no dejan de remarcar que el mayor daño que causan con este tipo de ataques “es más del tipo estructural que otra cosa”.

“La única solución que tenemos, al menos en el corto plazo, es que haya más patrullaje”, indican.