Gimnasia mejoró y mereció empatar, pero perdió 1 a 0 y hubo polémica por un gol anulado

Gimnasia terminó mereciendo el empate que no consiguió en la derrota 1 a 0 ante Barracas Central en condición de visitante. Después de un muy flojo primer tiempo, de cuatro cambios al mismo tiempo que le hicieron muy bien al equipo de Chirola Romero y de una sucesión de fallos discutidos, el Lobo se quedó con mucha bronca y las manos vacías.

La tarea de Nicolás Lamolina estará bajo la lupa de severas críticas porque quedó la sensación de que el gol convertido por Tarragona no debió ser anulado.

En una calurosa tarde y con buen marco de público, Gimnasia salió decidido a plantarse en una lucha pareja ante Barracas Central en el estadio Claudio Chiqui Tapia.  Con el Tanque Contín como referente central del ataque, el Lobo de Chirola Romero ratificó la apuesta de juntar en el mediocampo a Steimbach, Napolitano, Miramón y Alan Sosa, tal como terminó en ampo ante Excursionistas por Copa Argentina.

En el cuarto de hora inicial Ricardo Centurión fue un elemento que les generó preocupación a los albiazules. Al minuto de juego, con un remate desde larga distancia que salió pegado al palo derecho de Durso, y en el '15,con un tiro desde buena posición adentro del área,  que se fue por arriba del travesaño, estuvo cerca del gol.

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La apertura del marcador llegó en el minuto 18, cuando Carlos Arce, ante un despeje de Contín de cabeza, dominó con el pecho y sacó una volea fortísima que se clavó pegada al palo derecho de Miramón.

Gimnasia, sin ser acorralado por El Guapo, no se sentía cómodo y lo demostraba teniendo muy poco el control de la pelota.

Cerca de la media hora Puig convirtió tras recoger un rebote corto de Durso, pero Lamolina, que había convalidado el tanto, lo terminó anulando por mano del delantero a instancias del VAR.

Gimnasia perdía por la mínima diferencia, aunque no estaba fino en ningún aspecto del juego, ni en ataque ni en defensa. Todo le costaba demasiado al equipo de Chirola, le faltaba conducción y estar mejor parado en todas sus líneas.

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Sobre los 40 minutos, Francisco Álvarez desperdició, ingresando en soledad por el segundo palo, lo que podría haber sido el segundo tanto de Barracas.

En el inicio del complemento ambos equipos merodearon el gol. Primero fue Barracas con un contragolpe comandado por Centurión y mal resuelto por sus compañeros; y luego tuvo una oportunidad clarísima el Lobo. Contín dominó y tocó para Ramírez, este encaró y ante la salida del arquero abrió para Alan Sosa. Inexplicablemente, Sosa pateó y no embocó al arco desde buena posición.

A los 12 minutos llegó el show de los cambios en Gimnasia. Sebastián Romero decidió los ingresos de Tarragona, Mammini, Maximiliano Comba y Benjamín Domínguez por Contín, Alan Sosa, Steimbach y Eric Ramírez. Cuatro modificaciones al mismo tiempo pusieron en evidencia el diagnóstico del entrenador. Gimnasia no estaba jugando como él pretendía.

El partido decayó en su nivel con respecto a la primera etapa. Barracas no tenía la intensidad que supo mostrar y Gimnasia continuaba deambulando en un nivel chato.

Tomás Muro por Antonio Napolitano (se lo observaba muy cansado) fue quinta y última variante que ensayó el cuerpo técnico tripero. Quedaba medio capítulo por delante como intentar la recuperación que ni siquiera estaba insinuando.

Comba tuvo su oportunidad a los '21, pero conectó mal el centro atrás y la pelota terminó en las manos de Desábato.

A los 40, y ante un Barracas que no podía hacerse fuerte en el dominio de la pelota, Gimnasia llegó al ansiado empate con una definición exquisita de Cristian Tarragona. La pelota derivó en su posición adentro del área y Tarragona, de derecha, ubicó el balón tan cerca del palo izquierdo como lejos del intento del arquero Desábato. El tema fue que el gol terminó anulado por Lamolina luego de observar, unos cuantos segundos, la jugada previa en el monitor del VAR. El árbitro hizo la seña inconfundible de que Benjamín Domínguez tocó la pelota con su brazo derecho antes de cederle el pase a Tarragona.

Después de dicha anulación, el partido se puso caliente y Desabato siguió siendo figura para sostener el resultado a favor de Barracas.

Un remate de Miramón, a los '53,  podría haber sellado la igualdad, pero el derechazo de uno de los mejores hombres de Gimnasia terminó rebotando en el travesaño.

EL ANÁLISIS DEL PARTIDO DESDE EL ESTADIO (Facundo Aché)