Atentado a Cristina: la Vice y Alberto contra Bullrich

Un enorme revuelo generaron en las últimas horas las declaraciones de Ivana Bohdziewicz, exasesora del diputado Gerardo Milman, que el viernes pasado se presentó en los tribunales de Comodoro Py para contar que fue él quien decidió que ella borrara todo el contenido de su teléfono después de que la citaron como testigo en la causa por el atentado a Cristina Kirchner y reveló la eliminación del material ocurrió en las oficinas de Patricia Bullrich, la jefa política del legislador. La noticia, dada a conocer el domingo por el diario Página 12, desató ayer una dura reacción de la Vicepresidenta y el Presidente contra la precandidata presidencial del PRO, que les respondió en Twitter: “Ya no saben qué inventar”.

La réplica llegó luego de que por la misma red social Kirchner vinculara a Bullrich con “el encubrimiento del intento de asesinato” que sufrió el pasado 1 de septiembre.

En rigor, la expresidenta citó declaraciones del legislador brasileño del PT, Alencar Santana, quien cuestionó a la exjefa del PRO tras haber leído la nota de Página 12 en la que se aseguraba que la secretaria de Milman, que el año pasado dijo que había borrado el contenido de su celular para proteger su intimidad, volvió a presentarse a declarar en la causa sobre el intento de magnicidio y que allí reveló que no vació el teléfono por voluntad propia, sino que fue llevada a oficinas de Bullrich, donde un perito eliminó el material de su aparato, el de otra asesora y el del propio diputado (Ver aparte).

“En Argentina, la presidenta del mayor Partido de la oposición (PRO) y precandidata a la presidencia, @PatoBullrich, es sospechosa de estar involucrada en una operación para borrar datos del celular de una testigo clave en el caso del intento de asesinato de Cristina Kirchner. La testigo, asistente de un diputado en el momento del crimen, dijo que la llevaron a la oficina de Bullrich y allí un experto le borró el celular. La extrema derecha en América Latina utiliza la violencia como método en todos los Países ¡Vergonzoso!”, tuiteó la Vice, y agregó: “Lo que acabas de leer no lo dijo NADIE (en mayúsculas en el original) en Argentina. Son las expresiones de un diputado de la República Federativa de Brasil al conocerse, a través de @pagina12, el testimonio de una exasesora del Diputado Milman”.

Tras lo que concluyó: “Resulta muy impresionante no solo la naturalización de la violencia política sobre mi persona, sino también el encubrimiento del intento de asesinato ocurrido el 1 de septiembre”.

Al tuit de la Vicepresidenta le siguieron más tarde las palabras del Presidente, Alberto Fernández, quien también se hizo eco de la ampliación de la declaración de Bohdziewicz: “Cuando leo en los diarios que en el despacho de una diputada (por Patricia Bullrich] se borraban los teléfonos de una empleada para que no queden registros después del atentado a la Vicepresidenta... Eso, en términos institucionales, es de una gravedad significativa”, advirtió desde La Rioja, adonde viajó para acompañar al gobernador reelecto, Ricardo Quintela.

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“Lo que está en riesgo es la democracia”, consideró el mandatario, que también dijo sentirse “impresionado con lo que se conoció, porque que en el despacho de una dirigente como la expresidenta del Pro se cite a una persona para pedirle el teléfono y borrar su contenido por temor a qué pueda verse en la Justicia me parece algo vergonzoso”. Y remarcó: “Es algo definitivamente imperdonable en términos institucionales, con todas las letras”.

El Presidente pidió además que Bullrich y Milman den explicaciones porque, acusó, “indujeron a la empleada a hacer lo que hizo. Valoro el gesto de esa empleada, que seguramente sintiendo que podía correr riesgos se animó a decir la verdad porque así podemos saber cómo se mueven algunos de los que tenemos que enfrentar”.

Bullrich, por su parte, desestimó las acusaciones a través de un lacónico mensaje en Twitter: “Ya no saben qué inventar frente al total y absoluto fracaso de su patético cogobierno”, escribió minutos antes de una nueva cumbre del PRO para dirimir cuestiones internas, y remató: “Conmigo el 10 de diciembre el kirchnerismo se acaba”.