Pérdidas de gas y fuego: peligros que se acentúan en el invierno

Mediando agosto, las temperaturas bajas parecen no querer irse: el invierno al que muchos vecinos estaban despidiendo por las jornadas atípicas de calor de semanas atrás está más vigente que nunca y los métodos para hacerle frente vuelven a poner en peligro a los platenses.

Son muchas las formas de calentar una vivienda para poder sobrellevar de la mejor manera las crudas temperaturas del invierno, pero no todas garantizan la seguridad necesaria y los habitantes de la casa quedan expuestos a sufrir las consecuencias de los incendios que en ocasiones pueden tornarse fatales.

De esta manera, el invierno se vuelve una temporada propicia para el incremento de incendios, tendencia que avala la estadística que se elabora en los cuarteles de bomberos de la ciudad: en poco más de un mes se registraron un total de 86 incendios en viviendas de la región, 73 en el mes de julio y 13 en los días que van de agosto.

En ese sentido las autoridades consultadas aseguraron que en su mayoría las causas estuvieron ligadas a problemas con la calefacción, ya sea por instalaciones precarias, por utilizar artefactos en mal estado, darle un uso incorrecto a aquellos que si funcionan o por olvidar realizarle el mantenimiento necesario.

Otro dato que remarcaron con especial preocupación fue el número de adultos mayores que fueron víctimas de estos siniestros.

Sin ir mas lejos, la semana pasada los vecinos de San Carlos se conmocionaron al enterarse de que un jubilado de 71 años murió en un incendio desatado en su vivienda.

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El hecho ocurrió en 147 y 521 a donde a pesar del trabajo de los bomberos, la casilla ardió rápidamente y la víctima falleció antes de que pudiera ser socorrido.

En otras ocasiones solo hay que lamentar daños materiales, como ocurrió la madrugada del sábado 5 de agosto en una casa de 44 entre 3 y 4. Allí una familia dormía plácidamente cuando alrededor de las 3 de la mañana Evelyn se despertó, ingresó a la habitación de sus hijos y se encontró “con una bola de fuego que llegaba desde la estufa hasta el techo”, relató una de las víctimas. Sus gritos despertaron a su pareja y juntos lograron sacar a los niños del cuarto y salir a la calle sin lamentar lesiones de gravedad.

En cuestión de minutos el fuego arrasó con toda la vivienda y la familia perdió todo lo que tenía, “los muebles, la heladera, el lavarropas, la ropa, los alimentos. No quedó nada”, contó en ese momento Joaquín. Pero además sufrieron la pérdida de una silla de ruedas, medicamentos y otros elementos de vital importancia para su pareja, por lo que el joven no dudó en calificar al hecho como “un desastre”.

Estos son algunos de los casos más resonantes de la última semana marcada por los incendios que tal como lo manifestaron los bomberos debieron intervenir en 13 ocasiones, en apenas 12 días.

Los cuidados pertinentes

Para evitar este tipo de hechos es importante tomar una serie de recaudos a la hora de calefaccionar los hogares en invierno. Primero y principal se debe saber en que estado se encuentran los artefactos que serán utilizados durante todo el invierno, por lo que se recomienda someterlos a una revisión anual en manos de especialistas matriculados.

Tan importante como su estado es la “tirada” de los mismos que debe estar despejada y no presentar pérdidas hacia el interior de los inmuebles para así evitar que el monóxido de carbono -otro de los peligros del invierno- se filtre hacia el interior del hogar.

Eso en cuanto a los artefactos que funcionan a gas, pero los que se nutren de energía eléctrica también requieren de un cuidado especial. En ese caso, los especialistas recomiendan revisar las instalaciones del hogar y no usar alargues o zapatillas eléctricas ya que conectar más de uno de estos aparatos puede derivar en la saturación de la línea y calentamiento de los cables y provocar un incendio.

Por último, quienes calientan sus viviendas con leña deben tener en cuenta que el factor fundamental para evitar cualquier tipo de accidentes y es tener una buena ventilación. Esa es la precaución más sencilla de tomar para no sufrir incidentes ni intoxicaciones.

Otro de los puntos a tener en cuenta es el de las salidas de las estufas a leña y salamandras, ya que los expertos advirtieron que algunos diseños provocan que el conducto metálico que lleva el humo al exterior se sobrecaliente y de entrar en contacto con elementos de madera pueden también ser el foco de un incendio.

El monóxido de carbono

La exposición al monóxido de carbono es otro de los grandes peligros que se corre en el invierno. Es que este gas nocivo para la salud es liberado tanto por braseros, como por cocinas, calefones y estufas que lo expulsan hacia el interior de la vivienda poniendo en riesgo a todos sus habitantes.

Al respecto, el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, informó que entre enero y principios de agosto del 2023 se registraron 130 casos de intoxicación o exposición al monóxido de carbono y que producto de esto dos personas perdieron su vida. Lo que ubicó a este gas como una de las principales causas de muerte por envenenamiento en todos los grupos etarios de la Argentina.

La gravedad de esto radica en que solo hace falta estar expuesto durante un breve periodo al monóxido para sufrir una intoxicación ya que pocas partículas son suficientes para alterar el funcionamiento del sistema nervioso y provocar desde cambios de humor y cefaleas permanentes hasta lesiones neurológicas irreversibles.

La gravedad del cuadro de intoxicación, depende de la cantidad de emanaciones en el aire, del tiempo de exposición-inhalación, y de las condiciones de cada individuo, como la edad, estatura, peso y el estado general de salud, aseguraron las autoridades sanitarias.

Ante esto, al igual que ocurre en el caso de los incendios, los especialistas recomendaron verificar el estado de los artefactos y solo instalar aquellos que cuentan con aprobación de los institutos avalados por Enargas.

Un punto clave es que no es necesario esperar a la llegada del invierno para hacerlo, cualquier momento del año es el ideal para un chequeo de cocinas, tiros balanceados y calefones.

Por otro lado, también se debe tener en cuenta que la cocina no es un elemento diseñado para calefaccionar por lo que sólo debe usarse para cocinar. Además, es importante mantener todas las hornallas limpias, libres de líquidos y alimentos para así evitar obstrucciones en la salida del gas.

Ventilar la casa permanentemente es un hábito que salva vidas. Para eso se deben revisar las rejillas de ventilación para detectar si hay algún tipo de obstrucción y procurar dejar al menos unos centímetros las ventanas abiertas para permitir que corra aire.

También cabe destacar que hay una manera muy simple de diagnosticar una falla en cocinas, calefactores o calefones y es mirar el color de su llama. El fuego que sale de estos artefactos debe ser siempre de color azul con extremos transparentes, entonces si se ve que la llama sale de los mecheros de color amarillenta o anaranjada debe apagarse inmediatamente y llamar a un especialista, ya que ese color es la primera señal de que algo anda mal.

Por último, las autoridades sanitarias recomendaron prestar atención a los síntomas y ante la mínima sospecha de intoxicación consultar con un médico. Un dato no menor es que se lo conoce como “el asesino invisible” por su falta de olor, color y sabor, por lo que es fundamental escuchar los cambios que se producen en el cuerpo.

Las claves para saber si se trata de una intoxicación radica primero en notar si una o más personas que estuvieron reunidas presentan malestar al mismo tiempo luego ver si sufren dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, cansancio, náuseas, vómitos, pérdida del conocimiento, convulsiones, palpitaciones y dolor de pecho.